La Gobernación dará la Cruz Potenzada a la Cruz Roja, al cantante Fabio Zambrana y al extinto jurista Willman Durán. La Alcaldía entregará la distinción de Hijo Ilustre de Santa Cruz de la Sierra al arq. Víctor Hugo Limpias
En el marco de los festejos por los 207 años de la gesta libertaria de Santa Cruz, tres personalidades destacadas en el medio y una institución serán condecoradas por el gobierno municipal cruceño y por la Asamblea Legislativa Departamental.
De ese total, tres recibirán la condecoración Orden Andrés Ibáñez en el Grado de Cruz Potenzada de parte del legislativo departamental. Ellos son Fabio Zambrana, cantautor y fundador del grupo Azul Azul; la Cruz Roja Filial Santa Cruz, por sus 100 años de labor humanitaria, y el desaparecido expresidente del Tribunal Constitucional, Willman Durán Ribera, como un homenaje póstumo.
Por su parte, el gobierno municipal dará la máxima distinción de Hijo Ilustre de Santa Cruz de la Sierra al arquitecto Víctor Hugo Limpias Ortiz.
Limpias recibirá esa distinción en la sesión de honor del Concejo a realizarse mañana a las 19:30 en la plaza 24 de Septiembre. Es cruceño de nacimiento, decano de la Facultad de Arquitectura de la UPSA. A lo largo de su carrera ha dictado conferencias en más de 10 países sobre arte, cultura y arquitectura bolivianas, también escribió varios libros.
La presidenta del Concejo Municipal, Angélica Sosa, dijo que en la sesión de honor se prevé la asistencia de más de 8.000 vecinos de los diferentes distritos. Entre las autoridades que confirmaron su asistencia está el gobernador Rubén Costas. Aún falta saber qué autoridades nacionales vendrán en representación del presidente Evo Morales, que está de viaje.
La Gobernación
En el caso de los homenajeados de la Asamblea Legislativa Departamental, la elección de los condecorados se hizo ayer en sesión reservada luego de que el comité seleccionador definiera los nombres que fueron aprobados por la mayoría de la bancada de Demócratas.
Los tres seleccionados recibirán la dorada Cruz Potenzada, que pesa 25 gramos, tiene una banda con los colores de la bandera cruceña y un escudo de oro de Santa Cruz.
La sesión de honor del órgano legislativo departamental será el viernes a las 9:00, en las instalaciones del Centro de Educación Ambiental (CEA).
Para ese acto, el presidente de la Asamblea, Marco Mejía, dijo que se cursó invitaciones a todas las autoridades nacionales y regionales, y a representantes de las diferentes instituciones.
Las obras y sesiones
Los 207 años de la gesta libertaria también se festejan con entrega de obras. Ayer, el burgomaestre cruceño inauguró un paquete de obras para el D-10, entre las que se destacan el módulo educativo Calama, el parque urbano Fabril 26 de Septiembre, en la UV 137, además de cuatro plazas en distintas zonas de ese distrito, el plan de pavimentación al ingreso al mercado Abasto, entre otras.
El domingo, las autoridades municipales entregaron los planos aprobados para beneficiar a más de 3.000 familias en el distrito 7, zona de la Villa Primero de Mayo. Los vecinos beneficiados son parte del barrio conocido como Leónidas I, que abarca cuatro unidades vecinales y donde fueron cedidas más de 15 hectáreas para equipamiento de uso público.
Por su parte, el gobernador Rubén Costas viajará este miércoles a la localidad de El Torno para inaugurar el sistema eléctrico, el viernes irá a Postrervalle para el acto de apertura del hospital en esa comuna, el jueves 28 tiene previsto inaugurar el parque deportivo Bernardo Silva en la capital cruceña, el viernes 29 entregará trabajos de iluminación y el sábado 30 participará en una jornada familiar deportiva. “Las obras no son un regalo para el pueblo, son una obligación. Las obras permiten mejorar la calidad de vida de nuestra gente y se las realiza por un mandato de los ciudadanos que nos eligió, ya que los recursos con los que se hacen no son ni de Rubén, ni de Evo, ni de Percy, son de todos los cruceños y los bolivianos”, afirmó Costas.
Otras distinciones
Ayer, por el mes de Santa Cruz, el Concejo prosiguió con la distinción a instituciones y empresas. Los condecorados fueron el colegio La Santa Cruz, el centro educativo Franciscano San Antonio, la Universidad Privada Domingo Savio, el Colegio de Contadores de Santa Cruz, la Confederación de Profesionales de Bolivia, el restaurante La Casa del Camba, la profesora Dolly Núñez Viera, la niña Luciana Parada Rodríguez, el médico Carlos Fernando Dabdoub Arrien, el médico Joaquín Monasterio Pinkert, Roberto Luis Justiniano Justiniano, Jacinto Herrera Huanca y Juan Flores Barba.
García entrega colegio y electrificación
El presidente en ejercicio, Álvaro García Linera, visitó ayer tres municipios de Santa Cruz para inaugurar obras. Un módulo educativo, sistema de electrificación y un tramo asfaltado.
Durante la mañana, llegó a Yapacaní para entregar el módulo educativo Don Bosco, en la comunidad Villa San Germán. Dicha obra demandó una inversión de Bs 6,9 millones y se construyó con los recursos del programa Bolivia cambia, Evo cumple.
Luego, se trasladó hasta Colpa Bélgica a fin de dar inicio a las actividades de una subestación de energía eléctrica construida por la Empresa Nacional de
Electricidad (ENDE), que demandó una inversión de Bs 41 millones y forma parte de un sistema más grande, que es la línea de la sub estación 'Los Troncos', cuyo presupuesto llega a más de Bs 300 millones.
Se prevé que en la jornada de hoy el presidente en ejercicio visite la comunidad Colonia San Juan del Piraí, en el municipio de San Pedro, para inaugurar el asfaltado del tramo Litoral-Colonia Piraí.
Víctor Suzuki, técnico de la ABC, explicó que García Linera arribará a Hardeman en helicóptero para luego partir en caravana hacia Colonia Piraí. El fin de semana, el mandatario entregó viviendas.
Tuesday, September 19, 2017
“Aprendí que ver estas oportunidades como algo inalcanzable no es justificado”
Marcelo Gómez tiene 24 años, nació en Santa Cruz de la Sierra y ahora vive en Londres, donde trabaja para la red social Facebook. Antes, pasó por Microsoft.
Este joven aventajado concedió a CAPITALES la siguiente entrevista que, por lo interesantes de sus respuestas, presentamos en dos partes. En esta primera, se refiere a los pasos que dio antes de vivir el sueño de trabajar para Facebook.
También habla de su pasión por la ingeniería, del área en la que se desempeña dentro de la red social más popular del mundo, y de sus principales hobbies.
CAPITALES (C). ¿Cuál fue el proceso que seguiste para llegar a vivir en Inglaterra y trabajar para Facebook? Cuéntanos los distintos pasos que diste en tu carrera profesional.
Marcelo Gómez (MG). Al terminar el colegio La Salle, en 2010, sin pensarlo mucho apliqué para una beca en el Tecnológico de Monterrey Campus Toluca. La obtuve y decidí estudiar Ingeniería Industrial. Todo eso sucedió en dos semanas y, finalmente, partí a México.
En 2014, tuve la oportunidad de estudiar un semestre en la Universidad de Texas, en Austin. Inmediatamente después realicé una pasantía de verano en las oficinas centrales de Microsoft en Redmond, Washington.
Finalmente en 2015 fui contratado por Facebook, originalmente para trabajar en la oficina de Seattle, Washington. Lastimosamente, por cuestiones del trámite migratorio no pude irme allá y fue así que me ofrecieron venir a la oficina de Londres, en donde me encuentro actualmente.
C. ¿Por qué eres ingeniero? ¿Y en qué área de la ingeniería te graduaste?
MG. Siempre he tenido una gran fascinación por las matemáticas, por la idea de la abstracción y cómo se puede utilizar para modelar y describir cualquier cosa. De hecho, la única consideración que tomé al decidir qué carrera estudiar fue en cuál se utilizan más las matemáticas.
Si bien esto me llevó a decidirme por Ingeniería Industrial, rápidamente me di cuenta de que la manera en que se utilizaban las matemáticas en esa área era utilitaria y más como algo dado que como el proceso creativo y de descubrimiento que a mí me gustaba.
Así fue que después de un semestre, decidí cambiarme a Ingeniería de Sistemas Computacionales.
C. Pasaste por Microsoft. ¿Cómo fue esa experiencia?
MG. En 2014, realicé una pasantía de verano en las oficinas centrales de Microsoft en Redmond, Washington. Trabajé en el equipo de desarrollo de Excel, desarrollando nuevas funcionalidades para el suite de Business Intelligence. Esto vino inmediatamente después de mi semestre de intercambio en UT Austin.
Estas dos experiencias me abrieron los ojos al hecho de que el complejo que es tan común entre latinos de sentirme menos o ver este tipo de oportunidades como algo inalcanzable, no es justificado. Esto no quiere decir que lo haya perdido por completo, pero es bueno tener experiencias que lo contradigan.
Tuve la oportunidad de conocer y trabajar con gente increíblemente capaz en el ámbito técnico, de distintas culturas y con distintos grados de educación y, contra toda mi intuición, pude colaborar lado a lado con todos y tener un impacto real en el trabajo que estábamos realizando.
C. ¿Cómo llegas a trabajar en la red social más popular del mundo en Londres?
MG. Casualmente me enteré de que Facebook estaba organizando un hackathon en mi universidad, pero en el campus de Monterrey, a 12 horas de viaje de donde yo vivía. Al ver esta oportunidad, mis amigos y yo nos organizamos, pedimos permiso para faltar a clases y partimos.
Llegamos directo del viaje al hackathon, la pasamos muy bien pero no ganamos. Dejamos nuestros currículums y, luego de dos rondas de entrevistas en línea y un viaje a California, fui contratado.
C. ¿En qué área te desempeñas? ¿Cómo es tu día a día?
MG. Actualmente soy parte del equipo de automatización end-to-end, que se encarga de la infraestructura necesaria para probar nuestros productos (sitio web y aplicaciones) antes de ser lanzados. Es un área fascinante, llena de problemas complejos que requieren interacción con casi todo el stack de desarrollo.
En este equipo he tenido que modificar desde nuestras aplicaciones móviles hasta el core de nuestro backend (el área del administrador del sitio con sus respectivos sistemas, comportamiento y las diferentes relaciones entre sistemas).
Durante el año pasado estuve trabajando en el equipo de accesibilidad, desarrollando herramientas e infraestructura que permitan verificar que nuestros productos sean fáciles de utilizar para personas con discapacidades.
C. Fuera del trabajo, ¿cómo te distraes? ¿Qué es lo que más te gusta hacer?
MG. Fuera del trabajo, disfruto de explorar los parques y museos de la ciudad; Londres es una ciudad fascinante.
Igualmente, me gusta la música en vivo y voy a cada concierto que puedo.
Friday, September 15, 2017
ING. CECILIA GONZÁLEZ, SOBRE LAS SEMILLAS TRANSGÉNICAS Y LA BIOTECNOLOGÍA: “Bolivia se ha quedado aislada en comparación con otros países”
Bolivia ha quedado aislada por la presión ejercida por grupos de activistas que se oponen a los Organismos Genéticamente Modificados (OGM), según Cecilia González, biotecnóloga del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), quien impartió una charla a estudiantes de la carrera de Comunicación Social de la Universidad San Francisco Xavier de Chuquisaca.
A fin de año, los productos de consumo masivo en Bolivia tendrán en su envase un triángulo amarillo como indicativo de que contienen OGM, explicó González.
En la siguiente entrevista, esta profesional explica a ECOS en qué consiste la transgénesis, se refiere a los mitos y realidades que giran en torno a este tema y asegura que los productos que provienen de semillas genéticamente modificadas no son nocivos para la salud, sino todo lo contrario: una garantía para el consumidor.
Además, sostiene que favorecen al productor porque puede contar con semillas superiores, que no precisan tanto agroquímico, cuidando el medio ambiente.
ECOS. ¿Cómo se interesó en la Biotecnología?
Cecilia González (CG). Era escéptica y estaba bastante desinformada. Asimilaba como la verdad lo poco que hacían los activistas que se oponen. En mi maestría en Estados Unidos me empezaron a cuestionar mucho. No me decían directamente “estás equivocada”, pero mis maestros sugerían “revisa esto… revisa aquello… lee”, y fueron derribando muchos preconceptos que yo tenía.
ECOS. ¿Puede mencionar alguno de ellos?
CG. La crítica hacia el uso del herbicida glifosato, que se aplica a la soya. Por ejemplo, en Bolivia tiene aprobado un evento genéticamente modificado de resistencia al glifosato que equivale a ponerle a la soya una vacuna contra este herbicida, por lo tanto la cantidad que se aplica es tan mínima que me reí cuando me explicaron las dosis; básicamente se aplica agua. Imagine un vasito chiquito de glifosato que se pone en un tanque de 90 litros de agua para regar todo un campo.
ECOS. ¿Hay contaminación genética en las semillas?
CG. No. Los expertos en fitomejoramiento a nivel genético, que ven lo que no se distingue a simple vista y que luego se expresa en una planta, me dijeron “No Cecilia, no hay contaminación genética en la naturaleza porque hay un flujo horizontal, entre las plantas. Hay especies que pensarías que nunca se cruzan y tienen a veces flujo de genes, o sea están intercambiando”.
En 2013 se conoce el genoma humano donde se identifica que aproximadamente un 38% de nuestros genes lo compartimos con bacterias y sólo un 6% con primates. Entonces genéticamente somos más parientes de una bacteria que de un mono, lo cual tiene lógica porque nuestro código genético sólo son cuatro letras, ya sea el mío, el de una planta o de un animal, y con ellas se puede escribir todo, desde el color de mis ojos, el alto de una planta o la dureza de la semilla.
ECOS. ¿Qué hace la Transgenia como herramienta de la Biotecnología?
CG. La Transgénesis es la más usada y conocida; es como aprender a caminar en biotecnología. Consiste en prestarse los genes con ciertas características y ponerlas en la planta que se desee. Por ejemplo para un maíz resistente a la sequía, se han tomado genes de otras plantas.
Se hizo con el famoso “arroz dorado” que tiene un compuesto para generar vitamina A que sacaron del maíz amarillo. En Filipinas, Bangladesh y Sudáfrica, se lo consume porque muchos niños quedaban ciegos por carencias alimentarias y luego morían. Ahora, en su única comida al día que es un pocillo de arroz se le agrega Vitamina A y se protege su sistema inmunológico.
ECOS. ¿Lo transgénico es antinatural?
CG. Para muchos puede resultar terrible, pero para entender lo que es natural nosotros compartimos genes con bacterias, entonces la pregunta sería: ¿somos contaminados?, ¿no somos naturales? En realidad, somos como transgénicos porque tenemos genes compartidos en nuestros organismos. No somos independientes: mi genoma no es 100% humano, comparto con otros seres aunque no lo pueda ver, aunque no lo pueda distinguir.
ECOS. ¿Cuál fue su conclusión?
CG. Concluí que estaba completamente equivocada al aceptar lo que decían los activistas que se oponen a los OGM, que no tenía suficiente información y que no estaba haciendo una buena revisión.
Los humanos somos medio petulantes a veces y decimos que inventamos la transgenia, pero la naturaleza ya lo estaba haciendo. El código genético hace fácil comunicarse entre seres vivos y, como soy católica, veo que es como el hilo conector que Dios nos ha dado, aunque no sea visible ante nuestros ojos. Por eso el ser humano tiene que ser empático para cuidar, preservar y usar bien la naturaleza para su provecho, sin abusar de eso.
ECOS. ¿Cómo cree que tomará la población un triángulo amarillo en sus productos de consumo?
CG. Una persona común lo verá como una “alerta”. Yo, que estoy informada, lo voy a comprar con más confianza porque sé que ha pasado un proceso de regulación y de pruebas científicas que no tiene cualquier otra semilla.→
ECOS. ¿Qué les dice a quienes tienen miedo o dudas frente a un alimento genéticamente modificado?
CG. Si ven la etiqueta amarilla desde el próximo año, no se alarmen, se darán cuenta de que muchos de los productos de su predilección que ya comían hace años, tenían transgénicos.
Garantizo que los alimentos que usan este tipo de biotecnología no son nocivos. Se usa biotecnología hace 20 años en 19 países en vías de desarrollo y siete países del primer mundo. Favorece más a los países pequeños.
En todo este tiempo no se atribuye ningún tipo de enfermedad en el consumidor; otra cosa es que las personas tengan una mala alimentación, desordenada, con alto consumo de carbohidratos y de azúcares que puede desencadenar enfermedades.
ECOS. Los productores bolivianos solicitan al Gobierno la introducción de más semillas genéticamente modificadas. ¿Hubo algún avance en ese sentido?
CG. Están en espera de la voluntad política del Gobierno, que tiene que aprender a escucharlos. Incluso la Cámara Agropecuaria de los Pequeños Productores del Oriente (CAPPO) tiene afiliados a 14.000 productores y unos 13.000 de ellos producen semilla de soya genéticamente modificada y rotan con maíz, trigo, sorgo o chía.
Ellos mismos están pidiendo biotecnología porque entienden muy bien esta información, aunque muchos no han acabado el colegio, son expertos en el manejo de su tierra y pueden decir por qué necesitan biotecnología, como por ejemplo un maíz resistente a plagas y otro evento en soya resistente a herbicidas.
Ven en Brasil, Paraguay o Argentina cómo les funciona la biotecnología y dicen: “yo quiero eso”.
ECOS. ¿Qué se necesita para que los productores bolivianos accedan a biotecnología como otros países?
CG. Lo ideal es que se tenga un marco regulatorio, que es más que una ley o un reglamento: también laboratorios y científicos que trabajen en Bolivia con los productores.
No es de la noche a la mañana, la autorización de una de estas semillas tiene que pasar un proceso de dos a tres años. No es inmediato, aunque el Gobierno dijera “sí” el día de mañana a los productores, no alcanzan a la siguiente campaña agrícola. Hacer las cosas en orden es un proceso que lleva tiempo.
ECOS. ¿Cuál sería la ventaja en caso de contar con más tipos de semillas modificadas?
CG. Ganancia para el productor y para el consumidor. Por ejemplo, comer un pollo que ha sido alimentado con un maíz fumigado siete veces a otro que ha sido fumigado una sola vez, creo que es preferible el que se ha alimentado con un grano que tiene menor cantidad de insecticidas.
Creo que es una ganancia en todo sentido para Bolivia. La producción agrícola ya no estaría sometida a tanto pesticida, mejoraría la producción y así no volvería a pasar lo del año pasado, cuando se perdió la producción de maíz y se tuvo que importar de Argentina. Que sean nuestros productores los que ganen y no los de otros países.
ECOS. ¿Bolivia puede aspirar a tener biotecnología?
CG. Eso sería lo adecuado. A Ecuador le tomó seis años armar la estructura y otros tres preparar laboratorios y gente. A México le tomó como ocho años.
Bolivia se ha quedado aislada en comparación con otros países; aquí la presión es mucho mayor porque los productores están perdiendo mucho. Como consecuencia, los agricultores deciden volverse ganaderos y comienzan a deforestar más o migran a la ciudad. Lo deseable es apoyar a nuestros pequeños productores.
ECOS. ¿Quiénes se oponen a que se implemente la biotecnología en el agro?
CG. Hay una plataforma que se llama “No quiero transgénicos en Bolivia” y ellos aglutinan a otras ONG, la mayor parte de las cuales vienen financiadas por organismos o cooperación internacional desde Europa.
Por ejemplo la cooperación danesa da dinero a los países pero entre sus clausulas pone que los (OGM) son prohibidos y son como candados para los gobiernos. •
Mitos y verdades de los transgénicos
1. ¿Están asociadas a multinacionales? NO. Aunque las primeras semillas fueron hechas por multinacionales, ahora por ejemplo Argentina desarrolló una soya resistente a la sequía. Tecnología argentina hecha en Argentina, por argentinos, cuyo consumo y siembra está aprobado en Estados Unidos. Los argentinos van a exportar biotecnología.
2. ¿Produce cáncer? NO. No hay una relación entre el consumo de productos con semillas genéticamente modificadas y la aparición del cáncer, ni diabetes, ni sobrepeso. Por ejemplo, los índices de cáncer en poblaciones menonitas en Estados Unidos, que consumen sus productos genéticamente modificados, no han variado los últimos 20 años.
3. ¿Los premios Nobel están a favor de los OGM (transgénicos)?: SÍ. Hasta ahora 124 premios Nobel se adhirieron a favor del consumo de productos de semillas genéticamente modificadas. En el mundo, hay 280 academias e instituciones científicas que también las avalan.
4. ¿El herbicida glifosato es dañino y se relaciona exclusivamente con los OGM?: NO. Aunque la soya o cualquier cultivo necesita herbicidas o agroquímicos, el glifosato se utiliza en cultivos con semillas genéticamente modificadas o no. Italia, Francia o Alemania, que se oponen a los transgénicos, admiten el uso de glifosato en sus cultivos. La cantidad de glifosato que se utiliza en un cultivo con semilla genéticamente modificada es mínima.
5. ¿Las semillas tienen que ser constantemente renovadas para producir con la misma fuerza y vigor?: SI. Sucede lo mismo con cualquier otra semilla no necesariamente genéticamente modificada.
6. ¿Comer alimentos con semilla genéticamente modificada es más garantizado?: SÍ. Por ejemplo es preferible consumir productos de maíz genéticamente modificados que están libres de ataques de toxinas por insectos en mazorcas sin protección.
7. ¿Los productos con OGM pueden ser más económicos?: SÍ. Se producen a un nivel masivo y gastan menos en agroquímicos.
Positiva experiencia en Bangladesh con las berenjenas transgénicas
La biotecnóloga Cecilia González compara Bangladesh con Bolivia, no solo porque sus economías son pobres sino porque el tamaño de su tierras de sus tierras, en parcelas, es muy parecido a los de los valles interandinos de Bolivia.
Indica que un total de 600 productores empezaron a cultivar berenjena genéticamente modificada. Después de cuatro años, los beneficiarios son 6.000 y en este 2017 comenzarán a producir papa genéticamente modificada.
Fue la Ministra de Agricultura de ese entonces quien vio práctico introducir la berenjena genéticamente modificada en el agro porque su población padecía hambre, pobreza y su producción estaba altamente contaminada por el uso excesivo de pesticidas.
En India desarrollaron la berenjena genéticamente modificada con especialistas de la Universidad de Cornell y el Instituto de Biotecnología de la India; sin embargo, su Gobierno la rechazó. Fue entonces que Bangladesh dijo 'sí', ofreció su infraestructura y ahora tiene los derechos de productor de esa semilla.
“Bangladesh tiene una economía más pobre que la nuestra, pero sus productores están mucho más felices con una berenjena que produce tres veces al año: no tienen que usar tantos agroquímicos, contaminan menos y sus familiaS comen sus productos”, dice González.
Concluye que Bangladesh es una muestra clara de lo que significa trabajar esta tecnología inteligentemente sin depender de transnacionales, como se cree.
“Lo han hecho ellos mismos, en casa”, finaliza.
Monday, September 11, 2017
Señor copero, señor economista
Dice que su historia es como la de los demás, pero Jhonny Heber Mamani Villca ha tenido una vida distinta, con carencias económicas que le permitieron valorar la vida y trabajar desde ayudante de chapista y de albañilería, garzón de una pensión en la Garita de Lima, encuestador del INE, pasar a ser copero del Palacio de Gobierno, hasta convertirse en un funcionario del Ministerio de Economía.
Jhonny creció entre vendedores y compradores de la Max Paredes, zona comercial de La Paz. “Mi mamá vendía papel higiénico en la Garcilaso de la Vega”, dice, refiriéndose a esas hojas rosadas y de terminado rústico. Ahí cerca estaba la tienda de discos de vinilo y casetes de su tío Ángel Quispe. “Era como mi padre”, sostiene, pues le enseñó música y a trabajar sin descanso para conseguir sus metas.
“Siempre salíamos a las 11.00 o 12.30 de la noche y luego íbamos a comer a La Tablada y Tumusla. Comíamos cabeza, sopita de corderito”. No le importaba estar hasta esas horas porque se sentía feliz de estar cerca de sus personas queridas. Un día, su mamá sufrió el robo de todo su capital cuando caminaba por la avenida Buenos Aires. “Ella agarraba de las tiendas grandes a préstamo, eso lo tenía que vender, pero ya no pudo devolver la mercadería y no volvió a levantarse”. Ese tiempo fue de carencias para la familia, cuando la comida de todo el día era fideo con huevo.
En la cocina del Palacio, el copero sirve una compota de durazno. Foto: Wara Vargas
Cuando tenía la edad necesaria y, acostumbrado a colaborar a su familia, trabajó junto a su padre como garzón en bares de la Garita de Lima. Imbuido por las ansias de superación, después de graduarse del colegio estudió mecánica automotriz, que le sirvió para trabajar de ayudante de chapista, hasta que una amiga le informó sobre inscripciones para cursar la carrera de Turismo en la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA).
“Después he estado de pintor de casas y ayudante de albañil”. De aquella etapa recuerda que despertaba temprano porque debía llegar de El Alto a la zona Sur. “Un día estaba ayudando a mi papá en una obra gruesa, estábamos manejando cosas pesadas; pero él se cayó de una escalera. Si no estaba ahí para agarrarlo, hubiéramos caído varios pisos”. Ese incidente ocasionó que padre e hijos dejaran la construcción para siempre.
Jhonny buscó un empleo más tranquilo, de esa manera recaló como encuestador en el Instituto Nacional de Estadística (INE). “Había un tiempo en que ya no podía estar con contrato, ya que tenía que trabajar y ayudar a mi familia y no depender de ellos tanto”.
Su madre Nelly y su padre Carlos durante una fiesta. Foto: Gentileza Jhonny Mamani
Al revisar en el Sicoes (Sistema de Contrataciones Estatales), encontró tres opciones: uno para seguir en el INE, un puesto de limpieza en el Palacio de Gobierno y otro de garzón en el mismo lugar.
Después de unos días tenía dos posibilidades: otro contrato de dos meses en Estadística o estar un año en el Palacio Quemado.
Lo malo es que la entrevista para los dos puestos era el mismo día y a la misma hora, por lo que se decantó por la plaza Murillo. “Debía irme al INE, me dije. Es que pasaban las semanas y no me daban ninguna respuesta”, comenta.
Vestido con una chamarra roja, es la única imagen de Jhonny cuando era niño.
Estaba intranquilo, hasta que a la tercera semana le llamaron para que presentara su declaración jurada y comenzara a trabajar al día siguiente, el 8 de marzo de 2009.
A pesar de entrar a trabajar a las 04.00 y salir en muchas ocasiones a la medianoche, Jhonny se dio tiempo para licenciarse de Turismo y después cursar la carrera de Economía en la UMSA.
“Nos apoyábamos mutuamente, porque teníamos horarios fuertes de trabajo”, recuerda Miguel Ángel Ticona, con quien Jhonny hacía los turnos de trabajo y ayudó para que estudiara y fuera a sus clases.
“Cuando había alguna actividad importante con el Presidente me quedaba, pero si no había nada corría, pasaba clases y volvía corriendo. Esa ha sido mi vida”.
Su tío Ángel, cuando tenía su tienda de discos de vinilos.
Hace tres meses, cuando se sentía cansado con la rutina, “estaba decidido a dejar la carrera de Economía y, como estaba en el área de cocina, dedicarme más a la gastronomía”, pero en ese tiempo se le presentó una convocatoria para formar parte del Ministerio de Economía, donde trabaja desde hace unas semanas como técnico en la Unidad de Calificación de Años de Servicio.
“Sigo nervioso porque sigo aprendiendo”, dice de su nuevo empleo cuando retorna a la cocina y a los salones que fueron su segundo hogar varios años. Esta vez el acceso para él es restringido, aunque a cada instante se saluda con sus excompañeros. “Hijo, qué bien que has venido”, le recibe Julio Terrazas, el chef que le ayuda a ponerse el saco que utilizó cuando era copero presidencial.
Comparte un poco de charla con Julio y Miguel Ángel, se preguntan cómo han estado este tiempo y recuerdan las anécdotas que han vivido en nueve años.Al final, en medio del hall del Palacio, Jhonny mira a los lados y se da cuenta de que su historia no es como la de los demás.
Jhonny creció entre vendedores y compradores de la Max Paredes, zona comercial de La Paz. “Mi mamá vendía papel higiénico en la Garcilaso de la Vega”, dice, refiriéndose a esas hojas rosadas y de terminado rústico. Ahí cerca estaba la tienda de discos de vinilo y casetes de su tío Ángel Quispe. “Era como mi padre”, sostiene, pues le enseñó música y a trabajar sin descanso para conseguir sus metas.
“Siempre salíamos a las 11.00 o 12.30 de la noche y luego íbamos a comer a La Tablada y Tumusla. Comíamos cabeza, sopita de corderito”. No le importaba estar hasta esas horas porque se sentía feliz de estar cerca de sus personas queridas. Un día, su mamá sufrió el robo de todo su capital cuando caminaba por la avenida Buenos Aires. “Ella agarraba de las tiendas grandes a préstamo, eso lo tenía que vender, pero ya no pudo devolver la mercadería y no volvió a levantarse”. Ese tiempo fue de carencias para la familia, cuando la comida de todo el día era fideo con huevo.
En la cocina del Palacio, el copero sirve una compota de durazno. Foto: Wara Vargas
Cuando tenía la edad necesaria y, acostumbrado a colaborar a su familia, trabajó junto a su padre como garzón en bares de la Garita de Lima. Imbuido por las ansias de superación, después de graduarse del colegio estudió mecánica automotriz, que le sirvió para trabajar de ayudante de chapista, hasta que una amiga le informó sobre inscripciones para cursar la carrera de Turismo en la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA).
“Después he estado de pintor de casas y ayudante de albañil”. De aquella etapa recuerda que despertaba temprano porque debía llegar de El Alto a la zona Sur. “Un día estaba ayudando a mi papá en una obra gruesa, estábamos manejando cosas pesadas; pero él se cayó de una escalera. Si no estaba ahí para agarrarlo, hubiéramos caído varios pisos”. Ese incidente ocasionó que padre e hijos dejaran la construcción para siempre.
Jhonny buscó un empleo más tranquilo, de esa manera recaló como encuestador en el Instituto Nacional de Estadística (INE). “Había un tiempo en que ya no podía estar con contrato, ya que tenía que trabajar y ayudar a mi familia y no depender de ellos tanto”.
Su madre Nelly y su padre Carlos durante una fiesta. Foto: Gentileza Jhonny Mamani
Al revisar en el Sicoes (Sistema de Contrataciones Estatales), encontró tres opciones: uno para seguir en el INE, un puesto de limpieza en el Palacio de Gobierno y otro de garzón en el mismo lugar.
Después de unos días tenía dos posibilidades: otro contrato de dos meses en Estadística o estar un año en el Palacio Quemado.
Lo malo es que la entrevista para los dos puestos era el mismo día y a la misma hora, por lo que se decantó por la plaza Murillo. “Debía irme al INE, me dije. Es que pasaban las semanas y no me daban ninguna respuesta”, comenta.
Vestido con una chamarra roja, es la única imagen de Jhonny cuando era niño.
Estaba intranquilo, hasta que a la tercera semana le llamaron para que presentara su declaración jurada y comenzara a trabajar al día siguiente, el 8 de marzo de 2009.
A pesar de entrar a trabajar a las 04.00 y salir en muchas ocasiones a la medianoche, Jhonny se dio tiempo para licenciarse de Turismo y después cursar la carrera de Economía en la UMSA.
“Nos apoyábamos mutuamente, porque teníamos horarios fuertes de trabajo”, recuerda Miguel Ángel Ticona, con quien Jhonny hacía los turnos de trabajo y ayudó para que estudiara y fuera a sus clases.
“Cuando había alguna actividad importante con el Presidente me quedaba, pero si no había nada corría, pasaba clases y volvía corriendo. Esa ha sido mi vida”.
Su tío Ángel, cuando tenía su tienda de discos de vinilos.
Hace tres meses, cuando se sentía cansado con la rutina, “estaba decidido a dejar la carrera de Economía y, como estaba en el área de cocina, dedicarme más a la gastronomía”, pero en ese tiempo se le presentó una convocatoria para formar parte del Ministerio de Economía, donde trabaja desde hace unas semanas como técnico en la Unidad de Calificación de Años de Servicio.
“Sigo nervioso porque sigo aprendiendo”, dice de su nuevo empleo cuando retorna a la cocina y a los salones que fueron su segundo hogar varios años. Esta vez el acceso para él es restringido, aunque a cada instante se saluda con sus excompañeros. “Hijo, qué bien que has venido”, le recibe Julio Terrazas, el chef que le ayuda a ponerse el saco que utilizó cuando era copero presidencial.
Comparte un poco de charla con Julio y Miguel Ángel, se preguntan cómo han estado este tiempo y recuerdan las anécdotas que han vivido en nueve años.Al final, en medio del hall del Palacio, Jhonny mira a los lados y se da cuenta de que su historia no es como la de los demás.
Friday, September 8, 2017
Europa financia con 1,5 millones de euros a un científico boliviano
Fabricio Loayza, el biólogo boliviano con especialización en oncología recibió fondos del Consejo Europeo para la Investigación (ERC) para desarrollar un equipo de investigación en cáncer.
Para la investigación, su equipo estará formado por varios estudiantes de doctorado e investigadores postdoctorales especializados en biología molecular del cáncer, tendrá una duración de cinco años y cuenta con un presupuesto de 1.5 millones de euros.
Loayza, cuyo proyecto fue aceptado entre 3.000 postulaciones, investigará el microambiente celular de los tumores. "Las células cancerosas crecen en ambientes muy complejos y reclutan diversos tipos celulares normales para que los tumores crezcan", explica Loayza y añade que "entender esas interacciones celulares a nivel genético es esencial para desarrollar nuevas terapias más efectivas".
Reconocimiento
El proceso de selección, que duró cerca de un año, fue altamente competitivo, porque investigadores de cualquier nacionalidad y área de investigación podían aplicar siempre y cuando el proyecto se lleve a cabo en Europa o países asociados.
Estudió en varios países
El biólogo estudió en el Colegio La Salle y en la Universidad San Simón, luego se formó en Japón y en Holanda. Vive cerca de 12 años fuera del país, actualmente reside en Holanda, y vuelve de vacaciones para visitar a su familia.
En una entrevista anterior con EL DEBER, Fabricio Loayza recordó con cariñó el país y manifestó que tiene "muchos vínculos emocionales" y que volver "siempre es una opción" .
Consideró también que en Bolivia hay mucho talento para la ciencia pero que las condiciones no son las mejores para estimular la curiosidad y las ambiciones de los estudiantes. “Esa es la razón por la que estoy fuera del país”, manifestó esperanzado en que las nuevas generaciones tengan más posibilidades de las que tuvo él para desarrollar su interés por el conocimiento científico.
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