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Friday, January 26, 2018
Friday, September 15, 2017
ING. CECILIA GONZÁLEZ, SOBRE LAS SEMILLAS TRANSGÉNICAS Y LA BIOTECNOLOGÍA: “Bolivia se ha quedado aislada en comparación con otros países”
Bolivia ha quedado aislada por la presión ejercida por grupos de activistas que se oponen a los Organismos Genéticamente Modificados (OGM), según Cecilia González, biotecnóloga del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), quien impartió una charla a estudiantes de la carrera de Comunicación Social de la Universidad San Francisco Xavier de Chuquisaca.
A fin de año, los productos de consumo masivo en Bolivia tendrán en su envase un triángulo amarillo como indicativo de que contienen OGM, explicó González.
En la siguiente entrevista, esta profesional explica a ECOS en qué consiste la transgénesis, se refiere a los mitos y realidades que giran en torno a este tema y asegura que los productos que provienen de semillas genéticamente modificadas no son nocivos para la salud, sino todo lo contrario: una garantía para el consumidor.
Además, sostiene que favorecen al productor porque puede contar con semillas superiores, que no precisan tanto agroquímico, cuidando el medio ambiente.
ECOS. ¿Cómo se interesó en la Biotecnología?
Cecilia González (CG). Era escéptica y estaba bastante desinformada. Asimilaba como la verdad lo poco que hacían los activistas que se oponen. En mi maestría en Estados Unidos me empezaron a cuestionar mucho. No me decían directamente “estás equivocada”, pero mis maestros sugerían “revisa esto… revisa aquello… lee”, y fueron derribando muchos preconceptos que yo tenía.
ECOS. ¿Puede mencionar alguno de ellos?
CG. La crítica hacia el uso del herbicida glifosato, que se aplica a la soya. Por ejemplo, en Bolivia tiene aprobado un evento genéticamente modificado de resistencia al glifosato que equivale a ponerle a la soya una vacuna contra este herbicida, por lo tanto la cantidad que se aplica es tan mínima que me reí cuando me explicaron las dosis; básicamente se aplica agua. Imagine un vasito chiquito de glifosato que se pone en un tanque de 90 litros de agua para regar todo un campo.
ECOS. ¿Hay contaminación genética en las semillas?
CG. No. Los expertos en fitomejoramiento a nivel genético, que ven lo que no se distingue a simple vista y que luego se expresa en una planta, me dijeron “No Cecilia, no hay contaminación genética en la naturaleza porque hay un flujo horizontal, entre las plantas. Hay especies que pensarías que nunca se cruzan y tienen a veces flujo de genes, o sea están intercambiando”.
En 2013 se conoce el genoma humano donde se identifica que aproximadamente un 38% de nuestros genes lo compartimos con bacterias y sólo un 6% con primates. Entonces genéticamente somos más parientes de una bacteria que de un mono, lo cual tiene lógica porque nuestro código genético sólo son cuatro letras, ya sea el mío, el de una planta o de un animal, y con ellas se puede escribir todo, desde el color de mis ojos, el alto de una planta o la dureza de la semilla.
ECOS. ¿Qué hace la Transgenia como herramienta de la Biotecnología?
CG. La Transgénesis es la más usada y conocida; es como aprender a caminar en biotecnología. Consiste en prestarse los genes con ciertas características y ponerlas en la planta que se desee. Por ejemplo para un maíz resistente a la sequía, se han tomado genes de otras plantas.
Se hizo con el famoso “arroz dorado” que tiene un compuesto para generar vitamina A que sacaron del maíz amarillo. En Filipinas, Bangladesh y Sudáfrica, se lo consume porque muchos niños quedaban ciegos por carencias alimentarias y luego morían. Ahora, en su única comida al día que es un pocillo de arroz se le agrega Vitamina A y se protege su sistema inmunológico.
ECOS. ¿Lo transgénico es antinatural?
CG. Para muchos puede resultar terrible, pero para entender lo que es natural nosotros compartimos genes con bacterias, entonces la pregunta sería: ¿somos contaminados?, ¿no somos naturales? En realidad, somos como transgénicos porque tenemos genes compartidos en nuestros organismos. No somos independientes: mi genoma no es 100% humano, comparto con otros seres aunque no lo pueda ver, aunque no lo pueda distinguir.
ECOS. ¿Cuál fue su conclusión?
CG. Concluí que estaba completamente equivocada al aceptar lo que decían los activistas que se oponen a los OGM, que no tenía suficiente información y que no estaba haciendo una buena revisión.
Los humanos somos medio petulantes a veces y decimos que inventamos la transgenia, pero la naturaleza ya lo estaba haciendo. El código genético hace fácil comunicarse entre seres vivos y, como soy católica, veo que es como el hilo conector que Dios nos ha dado, aunque no sea visible ante nuestros ojos. Por eso el ser humano tiene que ser empático para cuidar, preservar y usar bien la naturaleza para su provecho, sin abusar de eso.
ECOS. ¿Cómo cree que tomará la población un triángulo amarillo en sus productos de consumo?
CG. Una persona común lo verá como una “alerta”. Yo, que estoy informada, lo voy a comprar con más confianza porque sé que ha pasado un proceso de regulación y de pruebas científicas que no tiene cualquier otra semilla.→
ECOS. ¿Qué les dice a quienes tienen miedo o dudas frente a un alimento genéticamente modificado?
CG. Si ven la etiqueta amarilla desde el próximo año, no se alarmen, se darán cuenta de que muchos de los productos de su predilección que ya comían hace años, tenían transgénicos.
Garantizo que los alimentos que usan este tipo de biotecnología no son nocivos. Se usa biotecnología hace 20 años en 19 países en vías de desarrollo y siete países del primer mundo. Favorece más a los países pequeños.
En todo este tiempo no se atribuye ningún tipo de enfermedad en el consumidor; otra cosa es que las personas tengan una mala alimentación, desordenada, con alto consumo de carbohidratos y de azúcares que puede desencadenar enfermedades.
ECOS. Los productores bolivianos solicitan al Gobierno la introducción de más semillas genéticamente modificadas. ¿Hubo algún avance en ese sentido?
CG. Están en espera de la voluntad política del Gobierno, que tiene que aprender a escucharlos. Incluso la Cámara Agropecuaria de los Pequeños Productores del Oriente (CAPPO) tiene afiliados a 14.000 productores y unos 13.000 de ellos producen semilla de soya genéticamente modificada y rotan con maíz, trigo, sorgo o chía.
Ellos mismos están pidiendo biotecnología porque entienden muy bien esta información, aunque muchos no han acabado el colegio, son expertos en el manejo de su tierra y pueden decir por qué necesitan biotecnología, como por ejemplo un maíz resistente a plagas y otro evento en soya resistente a herbicidas.
Ven en Brasil, Paraguay o Argentina cómo les funciona la biotecnología y dicen: “yo quiero eso”.
ECOS. ¿Qué se necesita para que los productores bolivianos accedan a biotecnología como otros países?
CG. Lo ideal es que se tenga un marco regulatorio, que es más que una ley o un reglamento: también laboratorios y científicos que trabajen en Bolivia con los productores.
No es de la noche a la mañana, la autorización de una de estas semillas tiene que pasar un proceso de dos a tres años. No es inmediato, aunque el Gobierno dijera “sí” el día de mañana a los productores, no alcanzan a la siguiente campaña agrícola. Hacer las cosas en orden es un proceso que lleva tiempo.
ECOS. ¿Cuál sería la ventaja en caso de contar con más tipos de semillas modificadas?
CG. Ganancia para el productor y para el consumidor. Por ejemplo, comer un pollo que ha sido alimentado con un maíz fumigado siete veces a otro que ha sido fumigado una sola vez, creo que es preferible el que se ha alimentado con un grano que tiene menor cantidad de insecticidas.
Creo que es una ganancia en todo sentido para Bolivia. La producción agrícola ya no estaría sometida a tanto pesticida, mejoraría la producción y así no volvería a pasar lo del año pasado, cuando se perdió la producción de maíz y se tuvo que importar de Argentina. Que sean nuestros productores los que ganen y no los de otros países.
ECOS. ¿Bolivia puede aspirar a tener biotecnología?
CG. Eso sería lo adecuado. A Ecuador le tomó seis años armar la estructura y otros tres preparar laboratorios y gente. A México le tomó como ocho años.
Bolivia se ha quedado aislada en comparación con otros países; aquí la presión es mucho mayor porque los productores están perdiendo mucho. Como consecuencia, los agricultores deciden volverse ganaderos y comienzan a deforestar más o migran a la ciudad. Lo deseable es apoyar a nuestros pequeños productores.
ECOS. ¿Quiénes se oponen a que se implemente la biotecnología en el agro?
CG. Hay una plataforma que se llama “No quiero transgénicos en Bolivia” y ellos aglutinan a otras ONG, la mayor parte de las cuales vienen financiadas por organismos o cooperación internacional desde Europa.
Por ejemplo la cooperación danesa da dinero a los países pero entre sus clausulas pone que los (OGM) son prohibidos y son como candados para los gobiernos. •
Mitos y verdades de los transgénicos
1. ¿Están asociadas a multinacionales? NO. Aunque las primeras semillas fueron hechas por multinacionales, ahora por ejemplo Argentina desarrolló una soya resistente a la sequía. Tecnología argentina hecha en Argentina, por argentinos, cuyo consumo y siembra está aprobado en Estados Unidos. Los argentinos van a exportar biotecnología.
2. ¿Produce cáncer? NO. No hay una relación entre el consumo de productos con semillas genéticamente modificadas y la aparición del cáncer, ni diabetes, ni sobrepeso. Por ejemplo, los índices de cáncer en poblaciones menonitas en Estados Unidos, que consumen sus productos genéticamente modificados, no han variado los últimos 20 años.
3. ¿Los premios Nobel están a favor de los OGM (transgénicos)?: SÍ. Hasta ahora 124 premios Nobel se adhirieron a favor del consumo de productos de semillas genéticamente modificadas. En el mundo, hay 280 academias e instituciones científicas que también las avalan.
4. ¿El herbicida glifosato es dañino y se relaciona exclusivamente con los OGM?: NO. Aunque la soya o cualquier cultivo necesita herbicidas o agroquímicos, el glifosato se utiliza en cultivos con semillas genéticamente modificadas o no. Italia, Francia o Alemania, que se oponen a los transgénicos, admiten el uso de glifosato en sus cultivos. La cantidad de glifosato que se utiliza en un cultivo con semilla genéticamente modificada es mínima.
5. ¿Las semillas tienen que ser constantemente renovadas para producir con la misma fuerza y vigor?: SI. Sucede lo mismo con cualquier otra semilla no necesariamente genéticamente modificada.
6. ¿Comer alimentos con semilla genéticamente modificada es más garantizado?: SÍ. Por ejemplo es preferible consumir productos de maíz genéticamente modificados que están libres de ataques de toxinas por insectos en mazorcas sin protección.
7. ¿Los productos con OGM pueden ser más económicos?: SÍ. Se producen a un nivel masivo y gastan menos en agroquímicos.
Positiva experiencia en Bangladesh con las berenjenas transgénicas
La biotecnóloga Cecilia González compara Bangladesh con Bolivia, no solo porque sus economías son pobres sino porque el tamaño de su tierras de sus tierras, en parcelas, es muy parecido a los de los valles interandinos de Bolivia.
Indica que un total de 600 productores empezaron a cultivar berenjena genéticamente modificada. Después de cuatro años, los beneficiarios son 6.000 y en este 2017 comenzarán a producir papa genéticamente modificada.
Fue la Ministra de Agricultura de ese entonces quien vio práctico introducir la berenjena genéticamente modificada en el agro porque su población padecía hambre, pobreza y su producción estaba altamente contaminada por el uso excesivo de pesticidas.
En India desarrollaron la berenjena genéticamente modificada con especialistas de la Universidad de Cornell y el Instituto de Biotecnología de la India; sin embargo, su Gobierno la rechazó. Fue entonces que Bangladesh dijo 'sí', ofreció su infraestructura y ahora tiene los derechos de productor de esa semilla.
“Bangladesh tiene una economía más pobre que la nuestra, pero sus productores están mucho más felices con una berenjena que produce tres veces al año: no tienen que usar tantos agroquímicos, contaminan menos y sus familiaS comen sus productos”, dice González.
Concluye que Bangladesh es una muestra clara de lo que significa trabajar esta tecnología inteligentemente sin depender de transnacionales, como se cree.
“Lo han hecho ellos mismos, en casa”, finaliza.
Tuesday, August 1, 2017
Boliviana destaca por el uso de tecnología antisísmica
Nabila Farah Franco es una boliviana que ha sabido abrirse camino en el extranjero, como estudiante y con solo 22 años, participó en un proyecto para la construcción de viviendas sostenibles para las víctimas del terremoto que, el año 2015, asoló Nepal. Para la construcción utilizaron una novedosa técnica de construcción empleando earthbags, una tecnología sencilla, barata y resistente.
Un pueblo necesitado
El pueblo de Takure está enclavado en la base de los Himalayas, la cordillera más alta del mundo, y se encuentra próximo a la ciudad de Katmandú, en Nepal. Durante el terremoto del año 2015, prácticamente la totalidad de sus casas fueron destruidas y el gobierno no tenía recursos suficientes para emprender la reconstrucción de los pueblos pequeños.
La necesidad de los damnificados de recuperar sus hogares, inspiró el proyecto de tesis que Farah emprendió para graduarse como ingeniera civil en la Universidad de Santa Clara (California); este estuvo enfocado en la construcción de viviendas económicas y sostenibles para la gente que perdió sus hogares en el sismo. A través de la ONG Social Enterprise, que auxilia a los afectados por el terremoto, lograron obtener el financiamiento de la universidad para la construcción de una vivienda modelo.
La ejecución del proyecto
La beneficiada, seleccionada por su propia comunidad, fue Sunita Tamang, una viuda madre de tres niños que había perdido su hogar durante el terremoto. Para la construcción fueron empleadas earthbags, un material que consiste en bolsas de polipropileno rellenas con una mezcla específica de grava y arcilla y reforzadas con barras de acero, estas bolsas fueron recubiertas con barro y techadas con calamina.
Una profesional destacada
Este proyecto, sumado a sus calificaciones destacadas, le valió a Farah graduarse bajo la distinción summa cum laude, máxima distinción que dan las universidades norteamericanas a sus graduados. Farah llegó hasta allí por una beca deportiva que obtuvo gracias al tenis (fue capitana del equipo femenino).
Desde muy pequeña fue llevada por sus padres, Edmundo Farah y Erika Franco, a las construcciones de las que la empresa familiar se encargaba; es por esto que nunca dudó de su vocación de ser ingeniera civil, pues es algo que le ha atraído desde muy niña.
Respecto a las culturas que ha conocido gracias a su proyecto, Farah explica que las barreras del idioma no le impidieron percibir el cariño de la gente, a través de las miradas y de los gestos como los que las personas de Nepal le transmitieron.
Quizás, una de las diferencias más radicales que pudo observar fue en torno a los materiales y técnicas de construcción empleados en Bolivia, EEUU y Nepal, sin embargo las necesidades son las mismas y todo es cuestión de saber administrar los recursos de los que se dispone.
A consecuencia de su trabajo duro y logros académicos Farah recibió una oferta de trabajo de la empresa de construcción McCarthy Building Company, en Dallas, propuesta que aceptó y por la que se mudó nuevamente al país del norte para seguir construyendo sus sueños y la vida que quiere.
Tuesday, June 27, 2017
El boliviano que fue premiado por Google
Desde pequeño, sueños e ilusiones dibujaban el futuro que deseaba alcanzar. Con el tiempo unió esfuerzos, disciplina, perseverancia y responsabilidad con una desmedida pasión por la informática y los videojuegos, lo que lo llevó a trabajar para un portal especializado de EEUU e incluso recibir un premio de Google, el gigante de internet.
Víctor Soliz Kuncar, de 28 años, es un exitoso estudiante que cursa el último año de la carrera de Informática en la Universidad Mayor de San Andrés.
Desde los cuatro años, Víctor sintió un gran interés por las computadoras. En las clases de computación de su colegio le enseñaron a utilizar un programa interactivo llamado Logo, cuya función principal es el lenguaje de programación.
Pero las clases escolares no fueron suficientes para saciar sus inquietudes y tomó la iniciativa de investigar por cuenta propia el manejo de computadoras, configuración de sistemas y programación para desarrollar juegos. Dicha iniciativa lo llevaría a tomar un camino lleno de desafíos y metas enmarcadas en la pasión del mundo de la informática.
Al concluir el colegio, se inscribió en la carrera de Informática, en la que profundizó el manejo y la resolución de algoritmos, la parte teórica de la programación.
En informática, los algoritmos son una secuencia de pasos, procesos y repeticiones con el objetivo de resolver un problema en específico. En programación, los algoritmos son la descripción de lo que hace un programa.
"La materia taller de programación me gustó mucho. Me la pasaba resolviendo problemas, más de los que el docente nos pedía”, relata este joven y destaca que la calidad de los catedráticos influyó en su formación profesional, entre ellos Jorge Terán, José Luis Zeballos, Jhonny Felipez y Lucio Torrico.
Su ingreso a TopCoder
Su interés en el campo de la programación lo llevó a pasar horas en internet, donde visitó la página web de la empresa estadounidense TopCoder, una comunidad online que se encarga de organizar concursos abiertos de programación basados en el desarrollo de software y algoritmos. "TopCoder, un lugar para crear”, anuncia la organización en su página web.
Este sitio otorga una puntuación a cada participante, dependiendo de su conocimiento. El concurso tiene dos divisiones: la primera -clasificada con colores rojo, amarillo y azul- reúne a las personas con más conocimiento, y la segunda, con un menor nivel, los distingue con los colores verde y plomo. "Comencé verde y llegué a ser amarillo. Sólo el 15% de los participantes lo consigue”, relata.
Los participantes "amarillos” tienen la posibilidad de escribir problemas y enviarlos vía email a la empresa TopCoder. Durante un año escribió problemas para que sean resueltos por los participantes. Su perseverancia tuvo resultados y pronto recibió una propuesta de parte de los administradores, que solicitaron sus servicios. Así pasó varios meses concentrado en esa actividad.
Finalmente, en noviembre del año pasado, la empresa TopCoder lo contactó para que sea el nuevo editorialista, en reconocimiento a su capacidad en la resolución de algoritmos. "Mi tarea es escribir editoriales para todos los concursos, realizar un artículo explicando los problemas que se desarrollarán en él, pensar en una solución para resolverlo y ocuparme del funcionamiento del programa”, explica el joven programador.
El premio de Google
Tres veces al mes debe realizar un artículo explicando cada problema. "Uno pasa la mayor parte de su tiempo pensando en un problema interesante”, dice y agrega que esta formulación le toma alrededor de 48 horas de trabajo y varía según la dificultad de los ejercicios que se planteen.
También participó en un torneo que patrocinó el gigante Google. De tres rondas de eliminatorias, Víctor aprobó todas y se clasificó entre los primeros 50 participantes de Sudamérica. El premio que le otorgaron los organizadores fue un viaje a Brasil con todos los gastos pagados para conocer las instalaciones de Google en ese país.
Juego lógico
Víctor no solamente es un estudiante destacado, sino que constantemente se traza nuevas metas para el futuro. Por ello desarrolló e hizo realidad el juego lógico Xye, una especie de rompecabezas que cuenta con 100 niveles que se puede descargar en el sitio http://xye.sourceforge.net. Actualmente se encuentra desarrollando otros niveles y busca que los usuarios experimenten con su juego.
La siguiente meta de Soliz es terminar la carrera de Informática y posteriormente realizar una maestría en desarrollo de software, lo que seguramente ampliará sus horizontes y le abrirá un infinito mundo en el que podrá dar rienda suelta a su inquietud y creación.
Punto de vista
Jorge Terán
Docente de Informática
Un alumno ejemplar
El estudiante de Informática Víctor Soliz tiene una personalidad tímida y es más reflexivo y ese factor ha hecho que no sobresalga del grupo de estudiantes. Sin embargo, hay que resaltar su inteligencia.
Es brillante. Es conocido por su sobrenombre en las redes sociales: Verorian, apodo con el cual es conocido no sólo en Bolivia, sino en muchos países del mundo. Hay que reconocer sus aportes con el desarrollo del compilador vjass, que es la versión orientada a objetivos del compilador jass que se utiliza para crear escenarios en los juegos como Dota y otros.
También es una de las personas con más conocimientos en el área de algoritmos en nuestro país.
Víctor Soliz Kuncar, de 28 años, es un exitoso estudiante que cursa el último año de la carrera de Informática en la Universidad Mayor de San Andrés.
Desde los cuatro años, Víctor sintió un gran interés por las computadoras. En las clases de computación de su colegio le enseñaron a utilizar un programa interactivo llamado Logo, cuya función principal es el lenguaje de programación.
Pero las clases escolares no fueron suficientes para saciar sus inquietudes y tomó la iniciativa de investigar por cuenta propia el manejo de computadoras, configuración de sistemas y programación para desarrollar juegos. Dicha iniciativa lo llevaría a tomar un camino lleno de desafíos y metas enmarcadas en la pasión del mundo de la informática.
Al concluir el colegio, se inscribió en la carrera de Informática, en la que profundizó el manejo y la resolución de algoritmos, la parte teórica de la programación.
En informática, los algoritmos son una secuencia de pasos, procesos y repeticiones con el objetivo de resolver un problema en específico. En programación, los algoritmos son la descripción de lo que hace un programa.
"La materia taller de programación me gustó mucho. Me la pasaba resolviendo problemas, más de los que el docente nos pedía”, relata este joven y destaca que la calidad de los catedráticos influyó en su formación profesional, entre ellos Jorge Terán, José Luis Zeballos, Jhonny Felipez y Lucio Torrico.
Su ingreso a TopCoder
Su interés en el campo de la programación lo llevó a pasar horas en internet, donde visitó la página web de la empresa estadounidense TopCoder, una comunidad online que se encarga de organizar concursos abiertos de programación basados en el desarrollo de software y algoritmos. "TopCoder, un lugar para crear”, anuncia la organización en su página web.
Este sitio otorga una puntuación a cada participante, dependiendo de su conocimiento. El concurso tiene dos divisiones: la primera -clasificada con colores rojo, amarillo y azul- reúne a las personas con más conocimiento, y la segunda, con un menor nivel, los distingue con los colores verde y plomo. "Comencé verde y llegué a ser amarillo. Sólo el 15% de los participantes lo consigue”, relata.
Los participantes "amarillos” tienen la posibilidad de escribir problemas y enviarlos vía email a la empresa TopCoder. Durante un año escribió problemas para que sean resueltos por los participantes. Su perseverancia tuvo resultados y pronto recibió una propuesta de parte de los administradores, que solicitaron sus servicios. Así pasó varios meses concentrado en esa actividad.
Finalmente, en noviembre del año pasado, la empresa TopCoder lo contactó para que sea el nuevo editorialista, en reconocimiento a su capacidad en la resolución de algoritmos. "Mi tarea es escribir editoriales para todos los concursos, realizar un artículo explicando los problemas que se desarrollarán en él, pensar en una solución para resolverlo y ocuparme del funcionamiento del programa”, explica el joven programador.
El premio de Google
Tres veces al mes debe realizar un artículo explicando cada problema. "Uno pasa la mayor parte de su tiempo pensando en un problema interesante”, dice y agrega que esta formulación le toma alrededor de 48 horas de trabajo y varía según la dificultad de los ejercicios que se planteen.
También participó en un torneo que patrocinó el gigante Google. De tres rondas de eliminatorias, Víctor aprobó todas y se clasificó entre los primeros 50 participantes de Sudamérica. El premio que le otorgaron los organizadores fue un viaje a Brasil con todos los gastos pagados para conocer las instalaciones de Google en ese país.
Juego lógico
Víctor no solamente es un estudiante destacado, sino que constantemente se traza nuevas metas para el futuro. Por ello desarrolló e hizo realidad el juego lógico Xye, una especie de rompecabezas que cuenta con 100 niveles que se puede descargar en el sitio http://xye.sourceforge.net. Actualmente se encuentra desarrollando otros niveles y busca que los usuarios experimenten con su juego.
La siguiente meta de Soliz es terminar la carrera de Informática y posteriormente realizar una maestría en desarrollo de software, lo que seguramente ampliará sus horizontes y le abrirá un infinito mundo en el que podrá dar rienda suelta a su inquietud y creación.
Punto de vista
Jorge Terán
Docente de Informática
Un alumno ejemplar
El estudiante de Informática Víctor Soliz tiene una personalidad tímida y es más reflexivo y ese factor ha hecho que no sobresalga del grupo de estudiantes. Sin embargo, hay que resaltar su inteligencia.
Es brillante. Es conocido por su sobrenombre en las redes sociales: Verorian, apodo con el cual es conocido no sólo en Bolivia, sino en muchos países del mundo. Hay que reconocer sus aportes con el desarrollo del compilador vjass, que es la versión orientada a objetivos del compilador jass que se utiliza para crear escenarios en los juegos como Dota y otros.
También es una de las personas con más conocimientos en el área de algoritmos en nuestro país.
Tuesday, May 30, 2017
Stephani cumple su proyecto de vida
Stephani Ortega Aguanta, es una brillante joven potosina que a pese a los avatares que le tocó sobrellevar, ganó una beca para estudiar cinco años Ingeniería Petrolera en la República Popular de China, gracias a un proyecto de vida que se trazó desde pequeña, el cual reforzó con su entrega a los estudios y la fe en Dios.
Stephani nació en Potosí, el 21 de diciembre de 1998. Es hija de Aurelio Ortega Ortega y Virginia Aguanta Cuéllar, quien falleció el 17 de diciembre de 2015, víctima de un trágico accidente de tránsito ocurrido en la carretera Cochabamba-Potosí. Desde entonces su progenitora se habría convertido en el ángel guardián de sus hermanos Cristian, Abel, Dennise, Adrián y Judith Ortega Aguanta, de su padre y sus abuelos María Cuellar Miranda y Eugenio Aguanta Martínez, según la joven.
“Mis papás fueron los centinelas más valientes al entregarnos a Cristo. Desde que tengo memoria llevamos el nombre de Jesús en nuestros corazones. Él nos permitió salir de muchas situaciones complicadas donde había dos opciones: rendirse o tomar las manos de Dios y seguir adelante, con valentía para aprender y ganar”, comenta a ECOS.
Luces y sombras
La vida de Estephani, transcurrió entre luces y sombras; nunca tuvo carencias pero tampoco gozó de abundancia, empero compartió momentos muy felices con su familia como viajes, reuniones recreativas y juegos, aunque también pasó momentos muy crudos y difíciles debido a que uno de los miembros de su familia tiene problemas con el alcohol, “vivir con una persona así es muy duro, afecta a todos”, dice.
Stephani sufre Hipotiroidismo Subclínico, un problema hereditario que fácilmente le hace aumentar de peso; circunstancia que no pasó por alto entre sus compañeros de colegio que murmuraban, más aún al ser estudiante destacada, sentía que siempre estaban pendientes de ella. Esa mala experiencia le dejó dolorosos sinsabores.
“Recuerdo que en esos momentos mi mamá me reconfortaba recordándome pasajes de los libros que me obsequió para volar a pesar de las críticas como “Juan Salvador Gaviota”, llevar en todo momento “Sangre de Campeón” y saber que Jesús siempre me acompañaba y escuchaba, dijo la joven a ECOS.
Años atrás su familia asistía a una iglesia católica pero, cuando se enteraron que su hermano tenía problemas con el alcohol, sus padres ya no pudieron catequizar. Fue entonces cuando otro de sus hermanos los llevó a una iglesia evangélica, donde se congregan en la actualidad.
Motivada, agradecida y ambiciosa
La madre de Stephani fue la inspiradora y gestora de su proyecto de vida.
Ella le enseñó a expresarse a través de la poesía, el canto, el deporte y la política, un plus que le permitió estudiar con mucho más esmero y dedicación.
La agradecida hija, cada vez que podía le decía a su progenitora que se esmeraría mucho para obtener las mejores calificaciones, salir profesional y buscar un trabajo bien remunerado con el que pueda pagar los mejores centros de rehabilitación para su hermano y además costear los pasajes para que su madre pueda cumplir el sueño de viajar por el mundo.
“Todo hizo que mi horizonte se expanda para poder superarme.
Pedí a mis padres me inscriban al mejor colegio particular, deseo que se me negó por el alto costo que implicaba, pero no me desanimé.
Seguí buscando otras formas para alcanzar mi objetivo, hasta que encontré la Resolución Ministerial 001/2012, que indica que todos los colegios privados deben otorgar becas totales a los tres estudiantes con los promedios más altos en primaria y secundaria”, relató a ECOS.
Es así que Stephani consiguió que sus padres le den la oportunidad de ingresar al colegio Franciscano y su solicitud de beca fue aceptada en el recinto educativo, gracias a sus excelentes calificaciones.
Ya en el colegio, dice que siempre tuvo presente los valores que sus padres le inculcaron, allí encontró buenos amigos que luego se convirtieron en los mejores, Mytzi Bellido y Francisco Arroyo, con los que sigue en contacto pese a la distancia.
En busca de sus sueños
Sus ansias de “comerse el mundo” crecieron y anheló estudiar en la Universidad de Harvard, mucho más cuando sus compañeros retornaban de sus viajes de intercambio y contaban en clases la experiencia de estudiar en el exterior.
“Yo pensaba en mi interior qué tendría que hacer al salir del colegio, si uno de mis grandes sueños era costear el viaje de mamá y ayudar a mi hermano. Al mismo tiempo pensaba cuán bueno sería ayudar a mi país con conocimientos adquiridos en el exterior. Fue entonces cuando despertó en mí el deseo ferviente de estudiar afuera, pero evitando que mis papás paguen mis estudios”, dijo Stephani.
Con el afán de alcanzar sus sueños, Stephani conversó con sus padres y viajó a La Paz con su mamá para averiguar qué universidad boliviana, pública o privada, podría acreditar sus estudios en el exterior.
De esa forma, acudieron al Ministerio de Educación, donde les aconsejaron visitar el área de Becas de la Escuela de Gestión Pública. Una vez allí, les indicaron que pronto llegarían ofertas de becas de diferentes países.
Como los promedios y el currículo de Stephani cumplían con los requisitos que cada país exigía, tenían mucha esperanza de conseguir una beca. Madre e hija oraron y dejaron todo en manos de Dios.
El dolor más grande
Stephani Ortega egresó en 2015 como la mejor alumna del colegio Franciscano, ese mismo mes su mamá viajó a Cochabamba, junto con su hermano mayor y hermana menor para comprar los regalos de Navidad. El 17 de diciembre de 2015, cuando retornaban a Potosí en la flota Cochabamba ocurrió un accidente que le arrancó la vida a su progenitora.
“Ese día todo cambio en mi interior, sólo pensaba que nada era cierto, que todo era un sueño. El ser más importante de mi vida ya no estaba, se había ido y no iba a volver. La esperaba día y noche. Sólo deseaba dormir y soñar con ella para sentirla de alguna forma cerca de mí, tocar su pelo y besar sus mejillas”, expresa con tristeza.
Desde entonces, dice que nada es igual en su vida, que a pesar de lo bondadoso que es Dios con ella, la pena que lleva en su corazón es y será la más dolorosa de su existencia. “Le decía a Dios en oración que nada es igual, que si desea un futuro para mi vida, actúe pronto porque ya no aguantaba ese dolor tan grande en mi corazón” (la muchacha se quiebra en lágrimas).
La respuesta
Horas después de su oración de quebranto, se presentó en su casa José Gamarra encargado de la distribución de la información y selección de Becas a nivel regional, quien le entregó una oferta de becas para estudiar en México, Brasil, Rusia, Egipto y la República Popular de China.
Luego de decidir estudiar Ingeniería Petrolera en la República Popular de China e iniciar las gestiones administrativas, Stephani recibió la carta de aceptación en junio de 2016, mientras estudiaba Derecho en la Universidad Autónoma Tomás Frías, a donde ingresó por excelencia académica.
Dice que optó por escoger la República Popular de China, debido a su rica cultura, métodos de enseñanza y conocimiento avanzado en ingeniería. Actualmente estudia en “(Universidad de Tianjin)”, una de las más importantes de Beijing-Tianjin donde las clases son en inglés y donde también está aprendiendo el mandarín, idioma chino.
Posteriormente, estudiará Ingeniería Petrolera en la Universidad de Shandog-Qindao (China University of Petrolum).
“Anhelo terminar con excelencia mis estudios universitarios, aportar a mi país con los conocimientos adquiridos y transmitir un mensaje de esperanza hablando de la bondad de Dios en mi vida, en este proceso de sanación interna y la constante autosuperación en los diferentes ámbitos de mi vida. Mi lema es: Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”, finaliza Stephani. •
Una estudiante brillante
Stephani Ortega, estudió ocho años en la escuela 21 de Enero, dos en el colegio Carlos Medinaceli y dos en el colegio Franciscano, siempre fue una de las tres mejores alumnas en cada recinto y recibió el certificado de bachiller por excelencia.
En la etapa departamental de la Cuarta Olimpiada Científica Estudiantil Plurinacional, obtuvo el tercer lugar en Química.
Desde los seis años obtuvo los primeros lugares en el ámbito de la poesía y canto. Su nombre está inscrito en el libro: “Biografía de Niños Talentosos de Potosí para Bolivia y el Mundo”.
En el área de música, destacó como estudiante de piano del Profesor David Bohórquez.
Como deportista llegó a ser cinta amarilla de Taekwondo, en el Club Panteras Negras, del entrenador Edgar Luis Zeballos.
Fue presidenta de la Cámara de Diputados de Niños, Niñas y Adolescentes del Estado Plurinacional de Bolivia (ALPNNA-Bolivia 2010-2011).
Fue partícipe activa del Programa “Resistencia contra el Consumo de Drogas y la Violencia (DARE-Internacional, DARE-Bolivia) que se realizó con el apoyo de la Policía Nacional y la Embajada de los Estados Unidos.
En el ámbito de políticas públicas en beneficio de la juventud potosina, recibió la medalla “Makukina de Plata”, como reconocimiento del Gobierno Autónomo de Potosí, entre otros.
Experiencia en China
La Universidad de Tianjin es enorme, el edifico donde vive Stephani es compartido por becarios de diferentes partes del mundo.
Los becarios reciben un monto mensual de yuanes, equivalentes a 2.500 bolivianos, para cubrir sus gastos.
Las habitaciones de la residencia cuentan con todas las comodidades que un universitario necesita.
El trato que reciben de los maestros y encargados de la oficina internacional, es impresionante porque son rápidos, eficientes y cordiales.
Los gastos de registro en la Universidad de Tianjin y los pasajes fueron cubiertos por el padre de Stephani, mediante un préstamo.
Seis jóvenes de diferentes ciudades de Bolivia se beneficiaron con la beca.
A Stephani le preocupa la falta de conocimiento que la embajada de Bolivia en China tiene de los estudiantes bolivianos en ese país.
El grupo de estudiantes bolivianos se comunica a través de la famosa aplicación WeChat. Los más antiguos están pendientes de alguna necesidad o duda que tengan los demás, practicando el espíritu de colaboración.
Tuesday, November 8, 2016
Genio de la robótica prefiere su taller a la ‘U’
El joven aimara Esteban Quispe, conocido como 'el genio boliviano de la robótica', ha comenzado a ganar reconocimiento internacional pero prefiere seguir creando en su humilde taller y ha rechazado la beca en una universidad privada.
Desde que hace un tiempo sorprendió a los bolivianos al construir con piezas recicladas en un basurero al que denominó Wall-E boliviano, una réplica del robot de la película Wall-E, Quispe no ha dejado de crear y ahora trabaja en una docena de máquinas, según cuenta a EFE.
Su potencial creativo en medio de las necesidades materiales que afronta en su casa en el pueblo de Patacamaya, a 104 kilómetros al sureste de La Paz, le ha valido hace poco ser invitado a Washington por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para participar del evento 'Demand Solutions' (Ideas para mejorar vidas).
Durante ese viaje, la empresa Google también lo invitó a visitar sus instalaciones y ha recibido ofertas de trabajo de empresas de fuera, por ejemplo una colombiana, pero su inspiración está centrada en las necesidades de la comunidad andina agrícola donde vive.
Quispe, de 18 años, terminó sus estudios colegiales en Patacamaya y pese a que fue becado por la Universidad Católica Boliviana 'San Pablo' de La Paz para estudiar Ingeniería Mecatrónica, decidió abandonar esa casa superior de estudios alegando razones personales.
El joven inventor prefiere no hablar sobre su decisión de abandonar la universidad a la que asistió por un tiempo, pero enfatiza que su lugar favorito es su "laboratorio", un pequeño cuarto de adobe y cemento, rodeado de barriles de metal y cajas de cartón con sus herramientas y asientos hechos de tronco de árbol.
Quispe explica que su "pasión y capacidad innata" para la robótica surgieron de su necesidad y que su sueño es ayudar a su comunidad, donde la población es aimara.
"Hay muchas personas que tienen conocimiento, pero pocos hombres tienen inteligencia para buscar estrategias que ayuden a su comunidad y yo quiero ayudar a mi comunidad", subraya el joven.
Cuenta que su primer contacto con la robótica se dio por la falta de dinero de sus padres para comprarle un juguete, por lo cual, a sus 12 años, empezó a fabricar sus propios artefactos.
Su primera creación fue un "miniauto fantástico", un coche con luces hecho con material reciclado con un "circuito inteligente" que le permite avanzar en la sombra hasta encontrar la luz.
También creó un cubo "inteligente" que produce luces con diferentes formas geométricas y ahora sueña con ayudar a su comunidad a subsanar sus necesidades agrícolas con la tecnología.
Su proyecto es crear un robot agricultor que se llamará Quichu o Esqui, denominación resultante de la combinación de las primeras sílabas de su nombre, Esteban Quispe Churata.
El prototipo del robot, cuya función es sembrar, estaría listo en febrero, sin embargo para realizar una producción en serie, "se necesita mucha inversión", reconoce el inventor.
Siempre preocupado por el campo, donde está la mayor pobreza en Bolivia, Quispe también sueña con tener su propia empresa tecnológica para buscar formas de corriente inalámbrica para uso masivo en su país garantizando que la energía llegue al área rural.
"Las personas de las áreas rurales necesitan apoyo. Lo que tendríamos que hacer es darles corriente eléctrica porque si tienen corriente eléctrica, tienen Internet y si tienen Internet, tienen información", subraya el Quispe.
Ahora trabaja como profesor de robótica en el colegio en que estudió en Patacamaya y, a su vez, construye 12 robots que venderá a escuelas para que los jóvenes se inspiren en sus creaciones y realicen otros productos que apunten a "solucionar los problemas de la gente".
VIDEO | Quispe logra beca para ser experto mecatrónico
La madre y el padre del joven, ama de casa y albañil, respectivamente, apoyan al muchacho con "lo poco que tienen", sin embargo, también esperan el apoyo económico de otras personas para que los sueños de su hijo puedan realizarse.
"Mi papá me decía que las personas que cambian el mundo no son personas que tienen conocimiento, sino personas que tienen necesidades", concluye el joven científico.
Thursday, August 18, 2016
La boliviana de 16 años que se graduó en un programa espacial
A sus 16 años se graduó de un programa espacial en Estados Unidos. Para lograrlo, planificó una misión de exploración a Marte, junto con 48 jóvenes de 23 países, bajo la supervisión y capacitación del personal de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés). El trabajo fue presentado ante un jurado conformado por astronautas y otros expertos.
Luciana Rivera Molina es paceña y cursa el quinto de secundaria en el colegio Horizontes de La Paz, su fascinación por la composición del universo y la materia empezó al observar un eclipse cuando aún era muy pequeña.
Se ha destacado, desde que recuerda, en las ciencias exactas, sobre todo la física. Es algo que más que una asignatura le resulta una actividad placentera, al igual que tocar el piano o bailar flamenco.
Del 17 de julio hasta el 1 de agosto de este año participó del programa United Space School (Escuela Espacial Unida). Durante dos semanas, los participantes estudiaron en la Universidad de Clear Lake en Houston, Texas. En sus aulas, los jóvenes de diferentes países se encargaron de diseñar una misión a Marte.
Las jornadas iniciaban a las 7:45 y se prolongaban, a veces, por más de ocho horas. El equipo de Rivera estaba a cargo del control y presupuesto para el simulacro de misión a Marte.
"Eran cinco equipos que trabajaban supervisados y capacitados por los expertos de control de misión y aeronáutica de la NASA. La presentación final de nuestro proyecto se hizo frente a un jurado conformado por personal de la NASA y astronautas”, detalla Rivera.
Los astronautas que conoció fueron Luca Parmitano, Leroy Chiao y Nicole Stott. Ellos dieron charlas a los participantes del programa. Rivera reflexionó después de aprender, de primera mano, lo que significa una misión espacial que desea permanecer en el campo de las misiones espaciales, pero desde la Tierra.
Su equipo, control de misión, disponía de nueve billones de dólares para hacer realidad todo el proyecto, monto reducido para el alto costo que implica enviar un cohete de exploración a Marte tripulado por seis astronautas.
El programa está a cargo de Foundation for International Space Education, Fundación para la Educación Espacial Internacional, (FISE). Su misión es proveer de bases académicas a los estudiantes de los últimos cursos de secundaria sobre el espacio, para introducirlos y orientarlos sobre la industria aeroespacial.
El misterio del universo
Es una participante recurrente de las olimpiadas científicas en Bolivia y ha decidido estudiar Física Nuclear. Descubrir el misterio de la composición de un átomo, protón o neutrón cuando "se parten o hay una explosión” se ha convertido en el summum de su fascinación, "aún no sabemos de qué está compuesto alrededor del 90% de nuestro universo”, explica la joven.
Uno de los pasos más importantes que dio dentro del mundo de las ciencias exactas fue terminar después de 10 años la totalidad del Kumon, un programa y metodología de enseñanza de matemáticas, al que asistió como un pasatiempo y en el que aprendió hasta cálculo universitario.
Al ver su dedicación, su profesora de inglés, y encargada de becas de su colegio, Carola Hurtado, la impulsó para que aplique a United Space School.
Para clasificar al programa, la estudiante tuvo que reunir una serie de requisitos que conformaron su curriculum. Ser excelente en las materias de ciencias exactas, tener un nivel avanzado del inglés, realizar actividades extracurriculares -relacionadas con el arte y la cultura- y de labor social además de presentar un proyecto de exploración espacial, fueron algunos de los requerimientos que tuvo que cumplir.
Además de bailar flamenco y tocar el piano, Rivera estudia japonés, francés y los fines de semana hace diferentes actividades de labor social. Su aplicación se hizo a través de la embajada de Estados Unidos en La Paz, que cubrió todos los gastos para que viaje al país del norte y participe en el programa.
De Bolivia a la Escuela Espacial
Rivera no fue la única boliviana que este año participó del programa, también estuvo la cochabambina Mishelle Rodríguez de 16 años. Ambas participaron de la feria cultural, organizada como parte de las actividades, y mostraron a los jóvenes de los otros países cómo se baila la cueca, lo bien que sabe el pastel de quinua y los cuñapes.
Dice que le encantaría volver al programa espacial como mentora y de esa forma guiar a un equipo de estudiantes. Quiere postular para obtener una beca y estudiar Física Nuclear en la Universidad de Clear Lake, en Houston, y trabajar en la NASA. En un futuro inmediato quiere ayudar a otros jóvenes bolivianos para obtengan la oportunidad de ingresar a United Space School.
Para Rivera, participar del programa ha sido la experiencia de su vida. "Me ha encantado, además de las clases tuvimos actividades increíbles y divertidas. En dos semanas he conocido tantas personas y culturas con maneras de pensar tan diferentes y particulares. Es una experiencia extraordinaria a nivel personal y académico, es algo único”, finaliza.
Sobre el programa espacial
FISE La Fundación para la Educación Espacial Internacional (FISE, por sus siglas en inglés) cuenta con una página web donde se incluye la información sobre el programa de educación espacial:
www.unitedspaceschool.org.
Estadía Cada país cuenta con diferentes niveles de apoyo económico a los jóvenes seleccionados. En el caso de Bolivia, la embajada de los Estados Unidos cubrió el monto total en 2016.
Familias Los estudiantes son organizados en parejas para hospedarse en la casa de una familia anfitriona, donde al menos un miembro trabaja o trabajó en la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA).
Luciana Rivera Molina es paceña y cursa el quinto de secundaria en el colegio Horizontes de La Paz, su fascinación por la composición del universo y la materia empezó al observar un eclipse cuando aún era muy pequeña.
Se ha destacado, desde que recuerda, en las ciencias exactas, sobre todo la física. Es algo que más que una asignatura le resulta una actividad placentera, al igual que tocar el piano o bailar flamenco.
Del 17 de julio hasta el 1 de agosto de este año participó del programa United Space School (Escuela Espacial Unida). Durante dos semanas, los participantes estudiaron en la Universidad de Clear Lake en Houston, Texas. En sus aulas, los jóvenes de diferentes países se encargaron de diseñar una misión a Marte.
Las jornadas iniciaban a las 7:45 y se prolongaban, a veces, por más de ocho horas. El equipo de Rivera estaba a cargo del control y presupuesto para el simulacro de misión a Marte.
"Eran cinco equipos que trabajaban supervisados y capacitados por los expertos de control de misión y aeronáutica de la NASA. La presentación final de nuestro proyecto se hizo frente a un jurado conformado por personal de la NASA y astronautas”, detalla Rivera.
Los astronautas que conoció fueron Luca Parmitano, Leroy Chiao y Nicole Stott. Ellos dieron charlas a los participantes del programa. Rivera reflexionó después de aprender, de primera mano, lo que significa una misión espacial que desea permanecer en el campo de las misiones espaciales, pero desde la Tierra.
Su equipo, control de misión, disponía de nueve billones de dólares para hacer realidad todo el proyecto, monto reducido para el alto costo que implica enviar un cohete de exploración a Marte tripulado por seis astronautas.
El programa está a cargo de Foundation for International Space Education, Fundación para la Educación Espacial Internacional, (FISE). Su misión es proveer de bases académicas a los estudiantes de los últimos cursos de secundaria sobre el espacio, para introducirlos y orientarlos sobre la industria aeroespacial.
El misterio del universo
Es una participante recurrente de las olimpiadas científicas en Bolivia y ha decidido estudiar Física Nuclear. Descubrir el misterio de la composición de un átomo, protón o neutrón cuando "se parten o hay una explosión” se ha convertido en el summum de su fascinación, "aún no sabemos de qué está compuesto alrededor del 90% de nuestro universo”, explica la joven.
Uno de los pasos más importantes que dio dentro del mundo de las ciencias exactas fue terminar después de 10 años la totalidad del Kumon, un programa y metodología de enseñanza de matemáticas, al que asistió como un pasatiempo y en el que aprendió hasta cálculo universitario.
Al ver su dedicación, su profesora de inglés, y encargada de becas de su colegio, Carola Hurtado, la impulsó para que aplique a United Space School.
Para clasificar al programa, la estudiante tuvo que reunir una serie de requisitos que conformaron su curriculum. Ser excelente en las materias de ciencias exactas, tener un nivel avanzado del inglés, realizar actividades extracurriculares -relacionadas con el arte y la cultura- y de labor social además de presentar un proyecto de exploración espacial, fueron algunos de los requerimientos que tuvo que cumplir.
Además de bailar flamenco y tocar el piano, Rivera estudia japonés, francés y los fines de semana hace diferentes actividades de labor social. Su aplicación se hizo a través de la embajada de Estados Unidos en La Paz, que cubrió todos los gastos para que viaje al país del norte y participe en el programa.
De Bolivia a la Escuela Espacial
Rivera no fue la única boliviana que este año participó del programa, también estuvo la cochabambina Mishelle Rodríguez de 16 años. Ambas participaron de la feria cultural, organizada como parte de las actividades, y mostraron a los jóvenes de los otros países cómo se baila la cueca, lo bien que sabe el pastel de quinua y los cuñapes.
Dice que le encantaría volver al programa espacial como mentora y de esa forma guiar a un equipo de estudiantes. Quiere postular para obtener una beca y estudiar Física Nuclear en la Universidad de Clear Lake, en Houston, y trabajar en la NASA. En un futuro inmediato quiere ayudar a otros jóvenes bolivianos para obtengan la oportunidad de ingresar a United Space School.
Para Rivera, participar del programa ha sido la experiencia de su vida. "Me ha encantado, además de las clases tuvimos actividades increíbles y divertidas. En dos semanas he conocido tantas personas y culturas con maneras de pensar tan diferentes y particulares. Es una experiencia extraordinaria a nivel personal y académico, es algo único”, finaliza.
Sobre el programa espacial
FISE La Fundación para la Educación Espacial Internacional (FISE, por sus siglas en inglés) cuenta con una página web donde se incluye la información sobre el programa de educación espacial:
www.unitedspaceschool.org.
Estadía Cada país cuenta con diferentes niveles de apoyo económico a los jóvenes seleccionados. En el caso de Bolivia, la embajada de los Estados Unidos cubrió el monto total en 2016.
Familias Los estudiantes son organizados en parejas para hospedarse en la casa de una familia anfitriona, donde al menos un miembro trabaja o trabajó en la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA).
Tuesday, August 16, 2016
Sergio y Lucas, los bolivianos que brillaron en Zamorano
Sergio Urioste Daza y Lucas Rocha Melogno dejaron el nombre de Bolivia en alto al graduarse con los mejores promedios de su generación de más de 250 estudiantes, en la Escuela Agrícola Panamericana Zamorano, en Honduras, los años 2014 y 2015, respectivamente. Se empeñaron en conseguir altas calificaciones para mantener becas que les permitían colaborar a sus familias. Adaptarse al sistema disciplinario de Zamorano no fue difícil, ya que estudiaron en colegios "estrictos”.
Los dos titulados en Ingeniería Ambiental y Desarrollo nacieron el año 1992. Lucas es de La Paz y salió del colegio Cumbre. Sergio es de Cochabamba, pero se mudó a la sede de Gobierno y cursó sus dos últimos años en el colegio La Salle. En estos centros educativos, aprendieron a seguir reglas semejantes a las de Zamorano, como llevar uniforme, tener el cabello corto, estar sin barba y ser puntuales; pero en la universidad hondureña, las faltas se registran como deméritos que condicionan su beca y las pasantías del último año que pueden realizarse en universidades estadounidenses y europeas.
La curiosidad por la ingeniería ambiental nació en Lucas cuando en primero de secundaria construyó, para una feria escolar de ciencias, una réplica de un sistema de tratamiento de aguas residuales para el río Choqueyapu.
Con ese proyecto notó que se necesitaban innovaciones de ese tipo para ayudar al avance socioeconómico nacional. A Sergio, desde el colegio, le interesó el desarrollo rural, pero no encontraba una carrera en el país que se aboque en ello con un enfoque técnico y social.
El joven cochabambino se enteró de Zamorano gracias al mejor amigo de su papá; y Lucas, por un profesor. Aunque ambos terminaron el colegio en 2010, el paceño recién se fue a estudiar a Honduras en 2011 y mientras tanto estudió Negocios Internacionales en la Universidad Católica Boliviana San Pablo.
Aunque ninguno ostentó los más altos promedios en sus colegios, obtuvieron becas y se esforzaron por mantenerlas para ayudar en los gastos a sus familiares y demostrarles su agradecimiento. Lucas no sólo debía mantener su beca inicial del 50%, tenía que aumentarla para quedarse en Zamorano, porque sus papás atravesaron problemas laborales. Él logró ser el primero de su curso durante los cuatros años de carrera y su tesis fue elegida como la mejor de su generación.
El sistema disciplinario de Zamorano está ligado a otra de sus particularidades: su método de "aprender haciendo”, por el cual los estudiantes realizan labores diarias en el campo que incluyen desde ordeñar vacas hasta trabajar en plantas procesadoras de alimentos.
"Más que el promedio, los viajes o las enseñanzas, lo más importante en la universidad fue lo que llaman el currículo invisible, que fue aprender esas cosas que están más allá del salón, como puntualidad, disciplina, desde aprender a ordenar tu cuarto todos los días hasta trabajar bajo presión y horas extras. Ése fue el regalo más bonito que me dejó Zamorano”, afirma con orgullo Sergio. Lucas también hace referencia al "currículo invisible” que "te va enseñando la disciplina que necesitas no sólo en lo académico, sino en tu forma de vivir” para ser más eficiente y formarte como ser humano integral. Ambos concuerdan en que la sociedad debe aprender que las reglas tienen un sentido.
En septiembre de 2015, Sergio comenzó su maestría internacional en Desarrollo Rural en la Universidad de Gante, en Bélgica. Aunque no puede precisar cuándo, el ingeniero cochabambino quiere volver a Bolivia para trabajar e investigar sobre el desempleo juvenil en áreas rurales. A Lucas también le interesa dicho tema, porque afirma que hay más jóvenes que estudian carreras a nivel de licenciatura, pero insuficientes puestos de trabajo y por eso es importante tener habilidades para el negocio y los emprendimientos.
Lucas trabaja como investigador en la Universidad de Duke, en Carolina del Norte, Estados Unidos, desde enero de 2006. Aplicó a un doctorado en Ingeniería Ambiental en la misma universidad para seguir enfocándose en el tratamiento de aguas residuales. Él explica que en ese país, si uno cumple con cierto perfil, puede pasar de la licenciatura al doctorado. Espera volver en los próximos cinco años a Bolivia para trabajar en su especialidad.
Un zamorano, el invitado más joven de TEDx Kantutani
Cuando se graduó de Zamorano en 2013, el ingeniero agrónomo Diego Moscoso Balanza, de 25 años, "sentía que tenía mucho para devolverle al país” y no dudó en volver.
El joven paceño e ignaciano se especializó en "permacultura”, que impulsa proyectos de desarrollo urbano sostenible. Redactó un ensayo del tema que lo llevó a una cumbre internacional de seguridad alimentaria, en 2015.
En julio de 2016, su especialidad le valió una invitación al TEDx Kantutani. Fue el expositor más joven del evento, donde participaron figuras como Carlos D. Mesa y Francesco Zaratti.
Ahora trabaja de consultor para una universidad de Frankfurt. Planea conseguir un terreno periurbano para aplicar la permacultura y demostrar que es posible producir alimentos en casa para autoabastecerse.
Valenciana Gourmet, con la marca de esa universidad
Luis Badani Veintemillas, de 33 años, le contagió el amor por la Zamorano a su hermano menor Rodrigo, de 27 años. Luis se tituló en Agroindustria Alimentaria y Rodrigo, en Ingeniería Ambiental y Desarrollo. En 2014, los paceños e ignacianos abrieron una microempresa de alimentos gourmet libres de conservantes.
"Lo que ha ayudado a que nos conectemos tan bien con mi hermano es la forma en que te enseñan a trabajar en Zamorano”, sostiene Rodrigo. El realizar labores desde temprano y el planificar su tiempo es un hábito que les dejó el pregrado.
Cuando retornó a Bolivia en 2012, a Rodrigo le frustró no conseguir trabajo en el sector público, porque su título tardaría por lo menos 10 meses en ser homologado. Ahora comparte un "bebé” con su hermano, pero planea hacer una maestría en Economía Ambiental.
Hoja de Vida
Origen Sergio Urioste Daza nació el 19 de noviembre de 1992, Cochabamba.
Colegio La Salle (La Paz).
Carrera Ingeniería Ambiental y Desarrollo.
Tema de especialidad Desarrollo Rural.
Hoja de Vida
Origen Lucas Rocha Melogno nació el 9 de octubre de 1992 en La Paz.
Colegio Cumbre (La Paz).
Carrera Ingeniería Ambiental y Desarrollo.
Tema de especialidad Tratamiento de sistema de aguas residuales.
Los dos titulados en Ingeniería Ambiental y Desarrollo nacieron el año 1992. Lucas es de La Paz y salió del colegio Cumbre. Sergio es de Cochabamba, pero se mudó a la sede de Gobierno y cursó sus dos últimos años en el colegio La Salle. En estos centros educativos, aprendieron a seguir reglas semejantes a las de Zamorano, como llevar uniforme, tener el cabello corto, estar sin barba y ser puntuales; pero en la universidad hondureña, las faltas se registran como deméritos que condicionan su beca y las pasantías del último año que pueden realizarse en universidades estadounidenses y europeas.
La curiosidad por la ingeniería ambiental nació en Lucas cuando en primero de secundaria construyó, para una feria escolar de ciencias, una réplica de un sistema de tratamiento de aguas residuales para el río Choqueyapu.
Con ese proyecto notó que se necesitaban innovaciones de ese tipo para ayudar al avance socioeconómico nacional. A Sergio, desde el colegio, le interesó el desarrollo rural, pero no encontraba una carrera en el país que se aboque en ello con un enfoque técnico y social.
El joven cochabambino se enteró de Zamorano gracias al mejor amigo de su papá; y Lucas, por un profesor. Aunque ambos terminaron el colegio en 2010, el paceño recién se fue a estudiar a Honduras en 2011 y mientras tanto estudió Negocios Internacionales en la Universidad Católica Boliviana San Pablo.
Aunque ninguno ostentó los más altos promedios en sus colegios, obtuvieron becas y se esforzaron por mantenerlas para ayudar en los gastos a sus familiares y demostrarles su agradecimiento. Lucas no sólo debía mantener su beca inicial del 50%, tenía que aumentarla para quedarse en Zamorano, porque sus papás atravesaron problemas laborales. Él logró ser el primero de su curso durante los cuatros años de carrera y su tesis fue elegida como la mejor de su generación.
El sistema disciplinario de Zamorano está ligado a otra de sus particularidades: su método de "aprender haciendo”, por el cual los estudiantes realizan labores diarias en el campo que incluyen desde ordeñar vacas hasta trabajar en plantas procesadoras de alimentos.
"Más que el promedio, los viajes o las enseñanzas, lo más importante en la universidad fue lo que llaman el currículo invisible, que fue aprender esas cosas que están más allá del salón, como puntualidad, disciplina, desde aprender a ordenar tu cuarto todos los días hasta trabajar bajo presión y horas extras. Ése fue el regalo más bonito que me dejó Zamorano”, afirma con orgullo Sergio. Lucas también hace referencia al "currículo invisible” que "te va enseñando la disciplina que necesitas no sólo en lo académico, sino en tu forma de vivir” para ser más eficiente y formarte como ser humano integral. Ambos concuerdan en que la sociedad debe aprender que las reglas tienen un sentido.
En septiembre de 2015, Sergio comenzó su maestría internacional en Desarrollo Rural en la Universidad de Gante, en Bélgica. Aunque no puede precisar cuándo, el ingeniero cochabambino quiere volver a Bolivia para trabajar e investigar sobre el desempleo juvenil en áreas rurales. A Lucas también le interesa dicho tema, porque afirma que hay más jóvenes que estudian carreras a nivel de licenciatura, pero insuficientes puestos de trabajo y por eso es importante tener habilidades para el negocio y los emprendimientos.
Lucas trabaja como investigador en la Universidad de Duke, en Carolina del Norte, Estados Unidos, desde enero de 2006. Aplicó a un doctorado en Ingeniería Ambiental en la misma universidad para seguir enfocándose en el tratamiento de aguas residuales. Él explica que en ese país, si uno cumple con cierto perfil, puede pasar de la licenciatura al doctorado. Espera volver en los próximos cinco años a Bolivia para trabajar en su especialidad.
Un zamorano, el invitado más joven de TEDx Kantutani
Cuando se graduó de Zamorano en 2013, el ingeniero agrónomo Diego Moscoso Balanza, de 25 años, "sentía que tenía mucho para devolverle al país” y no dudó en volver.
El joven paceño e ignaciano se especializó en "permacultura”, que impulsa proyectos de desarrollo urbano sostenible. Redactó un ensayo del tema que lo llevó a una cumbre internacional de seguridad alimentaria, en 2015.
En julio de 2016, su especialidad le valió una invitación al TEDx Kantutani. Fue el expositor más joven del evento, donde participaron figuras como Carlos D. Mesa y Francesco Zaratti.
Ahora trabaja de consultor para una universidad de Frankfurt. Planea conseguir un terreno periurbano para aplicar la permacultura y demostrar que es posible producir alimentos en casa para autoabastecerse.
Valenciana Gourmet, con la marca de esa universidad
Luis Badani Veintemillas, de 33 años, le contagió el amor por la Zamorano a su hermano menor Rodrigo, de 27 años. Luis se tituló en Agroindustria Alimentaria y Rodrigo, en Ingeniería Ambiental y Desarrollo. En 2014, los paceños e ignacianos abrieron una microempresa de alimentos gourmet libres de conservantes.
"Lo que ha ayudado a que nos conectemos tan bien con mi hermano es la forma en que te enseñan a trabajar en Zamorano”, sostiene Rodrigo. El realizar labores desde temprano y el planificar su tiempo es un hábito que les dejó el pregrado.
Cuando retornó a Bolivia en 2012, a Rodrigo le frustró no conseguir trabajo en el sector público, porque su título tardaría por lo menos 10 meses en ser homologado. Ahora comparte un "bebé” con su hermano, pero planea hacer una maestría en Economía Ambiental.
Hoja de Vida
Origen Sergio Urioste Daza nació el 19 de noviembre de 1992, Cochabamba.
Colegio La Salle (La Paz).
Carrera Ingeniería Ambiental y Desarrollo.
Tema de especialidad Desarrollo Rural.
Hoja de Vida
Origen Lucas Rocha Melogno nació el 9 de octubre de 1992 en La Paz.
Colegio Cumbre (La Paz).
Carrera Ingeniería Ambiental y Desarrollo.
Tema de especialidad Tratamiento de sistema de aguas residuales.
Friday, August 5, 2016
El joven creó al “Wall-E boliviano” Prestigio de Esteban Quispe traspasa fronteras
Enviados especiales de canales como Al Jazeera, CNN, Telesur, Canal 13 y TN de Argentina, entre otros, han llegado hasta la comunidad de Patacamaya a entrevistar al joven genio boliviano, Esteban Quispe.
Y se lo merece. Esteban creó, nada menos, un robot con desechos que encontró en basurales. Además, ideó la App que controla al aparato a control remoto mediante un smartphone. Y para hacer su idea más atractiva, tomó para su creación el modelo de Wall-E, el personaje robot de una afamada película de Pixar-Walt Disney, que precisamente vive en un mundo de basura.
El muchacho aprendió a programar de manera autodidacta para controlar robots con su celular. Ahora quiere utilizar sus conocimientos para ayudar a su comunidad en el plano de la agricultura y reducir el éxodo de los jóvenes indígenas del campo a la ciudad.
Quispe saltó a la fama con su creación y motivó a que la Universidad Católica le diera una beca completa, e incluso le entrega fondos para sus gastos mensuales, para que estudie la carrera de Ingeniería Mecatrónica en La Paz. Los fines de semana viaja a Patacamaya a estar con sus padres y su hermano menor.
El director de esa cerrera, Humberto Calderón, informó que Quispe fue becado después de conocer su habilidad e inteligencia. “No solo es un científico potencial sino también una persona muy agradable, con muchos valores (...) Un cúmulo de cosas que nos llevó a ofrecerle la beca completa en la UCB”, añadió.
SENCILLEZ
Esteban se lo merece. Es un muchacho sencillo, cuya mirada despierta y su forma de hablar, concreta y al grano, desnuda su inteligencia. Pero la fama, las entrevistas y hasta una oferta de trabajo en Colombia, con un sueldo mensual de 20.000 dólares, no lo han cambiado. Sigue siendo un adolescente modesto y feliz.
Sus compañeros de universidad lo describen como despreocupado y tranquilo, pero enfocado en sus estudios y con muchas ganas de aprender. El haber asistido a un colegio fiscal en Patacamaya le ha restado tener algunos conocimientos, pero sin duda su inteligencia compensa esa falencia.
Pese a todo el interés ocasionado él asegura que todavía no es famoso. “Seré reconocido cuando construya algo importante”, dijo Esteban. Cuando su robot saltó a la fama, en 2015, recibía unas 50 llamadas telefónicas por semana, de personas que lo querían entrevistar, conocer o invitar a diferentes colegios o universidades.
El joven, que hoy tiene 18 años, afirma: “Me llamaron de CNN, Telemundo, Teletrece, Telesur y también canales, periódicos y revistas bolivianos. Estoy muy agradecido con la prensa”, contó.
En diciembre de 2015 el vicepresidente Álvaro García Linera comunicó que Esteban recibió una propuesta de trabajo en Colombia donde se le pagaría un salario de 150.000 bolivianos, más de 20.000 dólares.
García Linera citó a Quispe como un ejemplo de estudiante que deberían formar los nuevos maestros que se graduaron este sábado de la Escuela Superior de Warisata. (ANF)
Y se lo merece. Esteban creó, nada menos, un robot con desechos que encontró en basurales. Además, ideó la App que controla al aparato a control remoto mediante un smartphone. Y para hacer su idea más atractiva, tomó para su creación el modelo de Wall-E, el personaje robot de una afamada película de Pixar-Walt Disney, que precisamente vive en un mundo de basura.
El muchacho aprendió a programar de manera autodidacta para controlar robots con su celular. Ahora quiere utilizar sus conocimientos para ayudar a su comunidad en el plano de la agricultura y reducir el éxodo de los jóvenes indígenas del campo a la ciudad.
Quispe saltó a la fama con su creación y motivó a que la Universidad Católica le diera una beca completa, e incluso le entrega fondos para sus gastos mensuales, para que estudie la carrera de Ingeniería Mecatrónica en La Paz. Los fines de semana viaja a Patacamaya a estar con sus padres y su hermano menor.
El director de esa cerrera, Humberto Calderón, informó que Quispe fue becado después de conocer su habilidad e inteligencia. “No solo es un científico potencial sino también una persona muy agradable, con muchos valores (...) Un cúmulo de cosas que nos llevó a ofrecerle la beca completa en la UCB”, añadió.
SENCILLEZ
Esteban se lo merece. Es un muchacho sencillo, cuya mirada despierta y su forma de hablar, concreta y al grano, desnuda su inteligencia. Pero la fama, las entrevistas y hasta una oferta de trabajo en Colombia, con un sueldo mensual de 20.000 dólares, no lo han cambiado. Sigue siendo un adolescente modesto y feliz.
Sus compañeros de universidad lo describen como despreocupado y tranquilo, pero enfocado en sus estudios y con muchas ganas de aprender. El haber asistido a un colegio fiscal en Patacamaya le ha restado tener algunos conocimientos, pero sin duda su inteligencia compensa esa falencia.
Pese a todo el interés ocasionado él asegura que todavía no es famoso. “Seré reconocido cuando construya algo importante”, dijo Esteban. Cuando su robot saltó a la fama, en 2015, recibía unas 50 llamadas telefónicas por semana, de personas que lo querían entrevistar, conocer o invitar a diferentes colegios o universidades.
El joven, que hoy tiene 18 años, afirma: “Me llamaron de CNN, Telemundo, Teletrece, Telesur y también canales, periódicos y revistas bolivianos. Estoy muy agradecido con la prensa”, contó.
En diciembre de 2015 el vicepresidente Álvaro García Linera comunicó que Esteban recibió una propuesta de trabajo en Colombia donde se le pagaría un salario de 150.000 bolivianos, más de 20.000 dólares.
García Linera citó a Quispe como un ejemplo de estudiante que deberían formar los nuevos maestros que se graduaron este sábado de la Escuela Superior de Warisata. (ANF)
Tuesday, June 14, 2016
Tuesday, April 19, 2016
Video ESteban Quispe logra beca para ser experto mecatrónico
Esteban Quispe Churata, el creador de la réplica del robot 'Wall-Ekitt o Wall-E boliviano', logró una beca y estudia, desde este semestre, Ingeniería Mecatrónica en la Universidad Católica Boliviana "San Pablo" de La Paz.
El director esa carrera, Humberto Calderón, informó que Quispe fue becado después de conocerlo por sus construcciones artesanales de robots y presentadas en ferias científicas estudiantiles durante el 2015. "No solo es un científico potencial sino también una persona muy agradable, con muchos valores (..) Un cúmulo de cosas que nos llevó a ofrecerle la beca completa en la UCB", sostuvo.
La información oficial de esa casa de estudios superiores indica que Quispe, nacido en la comunidad de Anchallani, en la provincia Loayza del departamento de La Paz, vive en una habitación alquilada en la ciudad de La Paz y los fines de semana vuelve a Patacamaya, donde vive su hermano y sus padres de familia.
Quispe, que cursa el primer semestre de un total de nueve, es uno de los estudiantes inquietos e impulsivos en la carrera. "Él (Quispe) imagina nuevas cosas, es una persona muy creativa y tiene todo ese impulso de plasmar sus ideas en pequeñas máquinas en proyectos", dijo Calderón.
Quispe afirmó que estudia "con gusto" en la UCB, pues su propósito es aprender más sobre la carrera que estudia. "Aquí quiero aprender más, más de lo que sé, estoy conforme con lo que tengo, me gusta aprender más, hay metas que cumplir en esta universidad", aseveró.
Calderón afirmó que la carrera Mecatrónica le asignó un espacio en el laboratorio "para no matar su creatividad" y más bien incentivarlo porque "(Quispe) es una persona muy acelerada". Actualmente tiene que "aprender nuevos lenguajes", a través de materias elementales como cálculo, álgebra, física, inglés, entre otros, para que combine con su permanente impulso de la creación.
Wednesday, April 6, 2016
Alina está lista para pilotar un auto lunar
Alina Santander Vinokurova ya se encuentra en Estados Unidos y no puede esperar a pilotar el auto lunar que en estos días ensambla junto a su equipo para participar en el Human Exploration Rover Challenge 2016 de la NASA (Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio). La cruzada que esta paceña, de 16 años, comenzó en enero para lograr los auspiciadores, que hagan posible su participación en la competencia internacional, logró su cometido.
En enero Página Siete entrevistó a Alina. La joven contó cómo logró ser la única boliviana en integrar un equipo que participará en la competencia de la NASA que consiste en construir y manejar, a propulsión humana, un auto lunar. Sin embargo, debía conseguir el dinero necesario para costear los trámites, la inscripción y los gastos del viaje al país del norte, cuya estadía estaba programada para alrededor de 17 días.
Después de decenas de entrevistas y contactos con empresas, ella, siempre apoyada por su familia, logró cubrir todos los gastos necesarios para su viaje y participación en la competencia de la NASA.
El desafío, después de construir el auto lunar, se enfoca en que dos miembros de un equipo -conformado por seis personas- conduzcan por un terreno de media milla. El terreno simula una superficie extraterrestre con obstáculos, cráteres, superficies rocosas, montículos, desniveles, etc.
"Este año habrá un nuevo reto. Me encargué de hacer fabricar dos instrumentos con los que -durante el desafío- recogeremos muestras del terreno. Uno es para líquidos y el otro para sólidos. Además cosimos bolsas que estarán incorporadas a la estructura del vehículo”, cuenta la joven que cursa el quinto año de secundaria en el colegio Amor de Dios.
Rover Challenge 2016
En este momento Alina y su equipo están dando los últimos detalles al ensamble del auto lunar. El desafío se inicia mañana y se prolongará hasta el 9. La boliviana participará como parte de la organización del International Space Education Institute (ISEI), en español Instituto Internacional de Educación Espacial, en el equipo de Italia.
En la competencia hay un total de 91 equipos que representan a más de 10 países y que suman alrededor de 550 participantes. De todos ellos, ganará el grupo que logre los mejores tiempos en las diferentes tareas que impone el desafío que se desarrollará en el Space & Rocket Center en Huntsville, Alabama. De momento, el puesto de Alina como piloto está asegurado.
"El primer día nos dedicaremos a hacer pruebas con el auto lunar; el segundo, se hará la prueba del recojo de muestras. El tercero es la carrera”, comenta la joven que está preparada tanto para ser piloto en la parte delantera o trasera del auto lunar.
A pesar de haber conocido personalmente hace pocos días a los miembros de su equipo, ya que anteriormente el contacto se estableció sólo por internet, dice que es un grupo muy competitivo.
La cruzada
Eso no es todo, la paceña será una de los cuatro participantes, elegidos este año, para contar su experiencia y lucha por lograr ser miembro de un equipo en la competencia de la NASA.
La joven dice que su entrevista con Página Siete "fue el inicio de todo”. Desde enero ha sido entrevistada por alrededor de 29 medios de comunicación bolivianos y fue contactada por diferentes empresas y programas que le ofrecieron su ayuda.
"Al inicio sólo teníamos el apoyo de BoA con los pasajes, pero después nos contactaron de fundaciones y empresas. Gracias a ese apoyo logramos cubrir todos los gastos”, recuerda.
La repercusión fue tan positiva que Alina ya no es la única participante boliviana en el desafío de la NASA. Sino que su hermana Cristina, de 14 años, está en la competencia como reemplazo en caso de que algún piloto, hombre o mujer, se lesione. Ella fue integrada a la competencia por el ISEI debido a que ha tomado clases de pilotaje durante varios meses.
Los días previos al viaje fueron caóticos en la casa de los Santander. A pesar de sus 16 años, Alina decidió mantener la calma y recibió el apoyo de sus profesores y compañeros de colegio. La victoria es uno de sus principales objetivos.
A su retorno, la joven trabajará con el programa educativo Yo soy mi primer amor, uno de los auspiciadores.
Además, ha presentado un proyecto a la Escuela Militar de Ingeniería (EMI), que también la apoyó, para que en el futuro se conforme un equipo que represente a Bolivia en esta competencia de la NASA.
La campaña
El inicio Alina Santander Vinokurova participó durante dos meses, en 2015, en un campamento espacial en Leipzig, Alemania, organizado por el International Space Education Institute (ISEI), en español Instituto Internacional de Educación Espacial. Durante su estadía aprendió a construir y pilotar un auto lunar. Gracias a su trabajo fue seleccionada para participar en la competencia de la NASA.
Redes La joven paceña informa a través de su página en Facebook sobre el desarrollo de la competencia: Alina for NASA.
Instituciones Para saber más sobre la competencia se puede ingresar al portal de la NASA: www.nasa.gov/roverchallenge/home/index.html y sobre el ISEI: www.spaceeducation.de.
Auspicio Las empresas y programas que hicieron posible el viaje de Alina son: Faxira & CTI International, Yo soy mi primer amor, Citadel, BoA, EMI, IGEL, Amaya, Apacheta, Energym y PXM.
En enero Página Siete entrevistó a Alina. La joven contó cómo logró ser la única boliviana en integrar un equipo que participará en la competencia de la NASA que consiste en construir y manejar, a propulsión humana, un auto lunar. Sin embargo, debía conseguir el dinero necesario para costear los trámites, la inscripción y los gastos del viaje al país del norte, cuya estadía estaba programada para alrededor de 17 días.
Después de decenas de entrevistas y contactos con empresas, ella, siempre apoyada por su familia, logró cubrir todos los gastos necesarios para su viaje y participación en la competencia de la NASA.
El desafío, después de construir el auto lunar, se enfoca en que dos miembros de un equipo -conformado por seis personas- conduzcan por un terreno de media milla. El terreno simula una superficie extraterrestre con obstáculos, cráteres, superficies rocosas, montículos, desniveles, etc.
"Este año habrá un nuevo reto. Me encargué de hacer fabricar dos instrumentos con los que -durante el desafío- recogeremos muestras del terreno. Uno es para líquidos y el otro para sólidos. Además cosimos bolsas que estarán incorporadas a la estructura del vehículo”, cuenta la joven que cursa el quinto año de secundaria en el colegio Amor de Dios.
Rover Challenge 2016
En este momento Alina y su equipo están dando los últimos detalles al ensamble del auto lunar. El desafío se inicia mañana y se prolongará hasta el 9. La boliviana participará como parte de la organización del International Space Education Institute (ISEI), en español Instituto Internacional de Educación Espacial, en el equipo de Italia.
En la competencia hay un total de 91 equipos que representan a más de 10 países y que suman alrededor de 550 participantes. De todos ellos, ganará el grupo que logre los mejores tiempos en las diferentes tareas que impone el desafío que se desarrollará en el Space & Rocket Center en Huntsville, Alabama. De momento, el puesto de Alina como piloto está asegurado.
"El primer día nos dedicaremos a hacer pruebas con el auto lunar; el segundo, se hará la prueba del recojo de muestras. El tercero es la carrera”, comenta la joven que está preparada tanto para ser piloto en la parte delantera o trasera del auto lunar.
A pesar de haber conocido personalmente hace pocos días a los miembros de su equipo, ya que anteriormente el contacto se estableció sólo por internet, dice que es un grupo muy competitivo.
La cruzada
Eso no es todo, la paceña será una de los cuatro participantes, elegidos este año, para contar su experiencia y lucha por lograr ser miembro de un equipo en la competencia de la NASA.
La joven dice que su entrevista con Página Siete "fue el inicio de todo”. Desde enero ha sido entrevistada por alrededor de 29 medios de comunicación bolivianos y fue contactada por diferentes empresas y programas que le ofrecieron su ayuda.
"Al inicio sólo teníamos el apoyo de BoA con los pasajes, pero después nos contactaron de fundaciones y empresas. Gracias a ese apoyo logramos cubrir todos los gastos”, recuerda.
La repercusión fue tan positiva que Alina ya no es la única participante boliviana en el desafío de la NASA. Sino que su hermana Cristina, de 14 años, está en la competencia como reemplazo en caso de que algún piloto, hombre o mujer, se lesione. Ella fue integrada a la competencia por el ISEI debido a que ha tomado clases de pilotaje durante varios meses.
Los días previos al viaje fueron caóticos en la casa de los Santander. A pesar de sus 16 años, Alina decidió mantener la calma y recibió el apoyo de sus profesores y compañeros de colegio. La victoria es uno de sus principales objetivos.
A su retorno, la joven trabajará con el programa educativo Yo soy mi primer amor, uno de los auspiciadores.
Además, ha presentado un proyecto a la Escuela Militar de Ingeniería (EMI), que también la apoyó, para que en el futuro se conforme un equipo que represente a Bolivia en esta competencia de la NASA.
La campaña
El inicio Alina Santander Vinokurova participó durante dos meses, en 2015, en un campamento espacial en Leipzig, Alemania, organizado por el International Space Education Institute (ISEI), en español Instituto Internacional de Educación Espacial. Durante su estadía aprendió a construir y pilotar un auto lunar. Gracias a su trabajo fue seleccionada para participar en la competencia de la NASA.
Redes La joven paceña informa a través de su página en Facebook sobre el desarrollo de la competencia: Alina for NASA.
Instituciones Para saber más sobre la competencia se puede ingresar al portal de la NASA: www.nasa.gov/roverchallenge/home/index.html y sobre el ISEI: www.spaceeducation.de.
Auspicio Las empresas y programas que hicieron posible el viaje de Alina son: Faxira & CTI International, Yo soy mi primer amor, Citadel, BoA, EMI, IGEL, Amaya, Apacheta, Energym y PXM.
Monday, February 1, 2016
Fabiana y Álvaro, dos bolivianos brillantes
Bolivia tiene a gente inteligente, con mucho potencial y aporte para el desarrollo del país. Muchas veces se importan profesionales foráneos, sin mirar que alrededor hay egresados competentes de las universidades, con la ilusión y todas las ganas de ser agentes de cambio en la sociedad.
Son los casos de Fabiana Rojas Palza y Álvaro Bilbao la Vieja Bilbao, ganadores, cada uno, del premio de 10.000 dólares que otorgó recientemente la Universidad Privada Boliviana (UPB), a través de la Fundación "Julio León Prado”, por haber alcanzado los promedios académicos más altos entre los campus Cochabamba y La Paz. Ellos quieren cambios cualitativos para una patria más grande.
FABIANA, INQUIETA Y AUDAZ
Fabiana Rojas, bachiller del colegio Anglo Americano de Cochabamba, de 23 años, es una joven profesional de la carrera de Administración de Empresas, graduada con honores de la UPB (Cochabamba), que se fija sus límites y tomas sus propias decisiones. Ella sueña con tener una consultora de "coaching” que brinde capacitación a las áreas de recursos humanos de las empresas, promoviendo el trato y trabajo digno al principal capital humano: el personal.
La hiperactividad de desarrollo personal de Fabiana comenzó desde el colegio, cuando por iniciativa propia consiguió una beca de intercambio cultural a Alemania, para hacer el bachillerato en un país lejano y extraño, pero a la vez cercano a una experiencia que para ella era un reto de exploración y aprendizaje puro, fuera del cómodo y cálido nido familiar.
"Estaba bien en mi zona de confort”, afirma Fabiana Rojas, antes de tomar rumbo a Alemania el 2010, pero como su espíritu inquieto le movió a tomar la decisión de conocer otra cultura, es que decidió viajar por un año a la población de Lorrach de ese país.
"El viaje me abrió la mente y fue un aprendizaje cultural”, asevera Fabiana, que está convencida de que la cultura alemana se rige por la disciplina, el orden y un círculo de gente y amigos al que, en principio, no le fue fácil acceder por la barrera del idioma, ya que lo terminó de aprender allí, donde tomó la decisión de estudiar su carrera en la UPB el año siguiente.
Definitivamente, el viajar hace tan bien a cualquier persona, que en este caso hizo que una joven adopte importantes decisiones en su vida profesional y personal. "No me quedo quieta”, dice Fabiana, y de verdad así lo hizo.
Esta boliviana cuenta que estaba "desnuda ante el mundo” cuando se encontraba en Europa. Allí cosechó contactos estratégicos.
ÁLVARO, APASIONADO POR LA TECNOLOGÍA
Alvaro Bilbao la Vieja Bilbao tiene 23 años, es bachiller del colegio San Ignacio, estudió Ingeniería de Sistemas Computacionales en la UPB y se tituló con honores por alcanzar el promedio más alto del campus La Paz.
Actualmente, Álvaro trabaja para CodeRoad, una de las empresas de desarrollo de software más grandes de La Paz y es aquí donde aprende más sobre el desarrollo de software.
Durante su vida universitaria tuvo la oportunidad de realizar pasantías, en las que aprendió y comenzó a interactuar con las tecnologías de tipo MVC, experiencias en las que profundizó los conceptos de desarrollo de software.
"Durante toda mi vida he sido una persona que persigue la excelencia en todo lo que hace, guiándose bajo la premisa de dar lo mejor de uno mismo para ver que mis objetivos se cumplan. Una vez alcanzados, apuntar aún más alto, ya que considero que el infinito es mi límite”, dice Álvaro.
UNA BECA, UNA PUERTA
La Universidad Privada Boliviana (UPB) cada año lanza una convocatoria de becas para "Los 100 mejores”, dirigida a estudiantes de colegios que se destacan académicamente. Fabiana Rojas y Álvaro Bilbao la Vieja la obtuvieron para estudiar la carrera de sus sueños.
Durante su trayecto en la universidad Fabiana siempre se destacó, no sólo en lo académico, sino como líder, al ser el 2014 presidenta de la Sociedad de Estudiantes Upebinos (SEUPB), trabajando en varios proyectos en beneficio del plantel estudiantil, como promover la pasión por lo que se hace y en labores de responsabilidad social con niños y niñas huérfanos de hogares.
En el transcurso de su carrera, Fabiana Rojas continuó con más desarrollo personal y fue que en octubre de 2015, indagando en el Facebook, encontró un diplomado en la Argentina de "Aprendizaje Experiencial”. Un curso intensivo de una semana a las afueras de la urbe bonaerense, en el que ella -la más joven, novata pero vivaz chica- se codeó con profesionales consultores cracks de "coaching”. Esa experiencia la llevó a perfilarse en búsqueda e investigación insaciable sobre este tema para una especialización a futuro.
Mientras tanto, Álvaro Bilbao la Vieja considera que para alcanzar las buenas notas la clave es prestar la mayor atención posible en clase y estudiar un poco cada vez que sea necesario. En caso de tener dudas, siempre buscar la respuesta, ya sea en el docente o en los compañeros, aconseja.
Fabiana quiere seguir capacitándose en el mundo de los negocios y los recursos humanos con una maestría en España. Sueña con que a su regreso su aporte profesional se centre en cambiar la mente de algunos empresarios y directivos de las empresas a que propicien un mejor clima laboral y practiquen un mayor equilibrio en la vida de los trabajadores, donde se sientan como en su segundo hogar, siendo felices y trabajando motivados y no por obligación.
Por su parte, Álvaro cree que en la actualidad el avance de la tecnología es algo básico para el desarrollo competitivo de la cultura boliviana, es por eso que quiere aportar a la creación de ellas.
MENSAJE A LOS JÓVENES
Fabiana Rojas quiere tener una consultora de coaching con la concepción de que para ella este término significa que es una guía que te muestra el cambio y acompaña al proceso de éste.
Ambos profesionales (Fabiana y Álvaro) basados en los principios que les inculcó la UPB, de excelencia, ética, constancia y esfuerzo, están impulsados por ser competitivos y "no entrar en un estado vegetativo de la vida, trazando metas a mediano y largo plazo”.
"Nunca se queden quietos, no se enfoquen en el dinero, sino en medir la satisfacción personal, rodeándose de personas positivas, que acompañen al éxito, y sobre todo a luchar por un mejor país”, dice Fabiana.
"Siempre luchen por salir adelante, quizá el resultado no sea lo esperado, pero lo aprendido siempre será igual de valioso, busquen ser excelentes en todo lo que hagan y de esta forma su vida y el mundo estarán mejor”, sugiere Álvaro Bilbao la Vieja.
Son los casos de Fabiana Rojas Palza y Álvaro Bilbao la Vieja Bilbao, ganadores, cada uno, del premio de 10.000 dólares que otorgó recientemente la Universidad Privada Boliviana (UPB), a través de la Fundación "Julio León Prado”, por haber alcanzado los promedios académicos más altos entre los campus Cochabamba y La Paz. Ellos quieren cambios cualitativos para una patria más grande.
FABIANA, INQUIETA Y AUDAZ
Fabiana Rojas, bachiller del colegio Anglo Americano de Cochabamba, de 23 años, es una joven profesional de la carrera de Administración de Empresas, graduada con honores de la UPB (Cochabamba), que se fija sus límites y tomas sus propias decisiones. Ella sueña con tener una consultora de "coaching” que brinde capacitación a las áreas de recursos humanos de las empresas, promoviendo el trato y trabajo digno al principal capital humano: el personal.
La hiperactividad de desarrollo personal de Fabiana comenzó desde el colegio, cuando por iniciativa propia consiguió una beca de intercambio cultural a Alemania, para hacer el bachillerato en un país lejano y extraño, pero a la vez cercano a una experiencia que para ella era un reto de exploración y aprendizaje puro, fuera del cómodo y cálido nido familiar.
"Estaba bien en mi zona de confort”, afirma Fabiana Rojas, antes de tomar rumbo a Alemania el 2010, pero como su espíritu inquieto le movió a tomar la decisión de conocer otra cultura, es que decidió viajar por un año a la población de Lorrach de ese país.
"El viaje me abrió la mente y fue un aprendizaje cultural”, asevera Fabiana, que está convencida de que la cultura alemana se rige por la disciplina, el orden y un círculo de gente y amigos al que, en principio, no le fue fácil acceder por la barrera del idioma, ya que lo terminó de aprender allí, donde tomó la decisión de estudiar su carrera en la UPB el año siguiente.
Definitivamente, el viajar hace tan bien a cualquier persona, que en este caso hizo que una joven adopte importantes decisiones en su vida profesional y personal. "No me quedo quieta”, dice Fabiana, y de verdad así lo hizo.
Esta boliviana cuenta que estaba "desnuda ante el mundo” cuando se encontraba en Europa. Allí cosechó contactos estratégicos.
ÁLVARO, APASIONADO POR LA TECNOLOGÍA
Alvaro Bilbao la Vieja Bilbao tiene 23 años, es bachiller del colegio San Ignacio, estudió Ingeniería de Sistemas Computacionales en la UPB y se tituló con honores por alcanzar el promedio más alto del campus La Paz.
Actualmente, Álvaro trabaja para CodeRoad, una de las empresas de desarrollo de software más grandes de La Paz y es aquí donde aprende más sobre el desarrollo de software.
Durante su vida universitaria tuvo la oportunidad de realizar pasantías, en las que aprendió y comenzó a interactuar con las tecnologías de tipo MVC, experiencias en las que profundizó los conceptos de desarrollo de software.
"Durante toda mi vida he sido una persona que persigue la excelencia en todo lo que hace, guiándose bajo la premisa de dar lo mejor de uno mismo para ver que mis objetivos se cumplan. Una vez alcanzados, apuntar aún más alto, ya que considero que el infinito es mi límite”, dice Álvaro.
UNA BECA, UNA PUERTA
La Universidad Privada Boliviana (UPB) cada año lanza una convocatoria de becas para "Los 100 mejores”, dirigida a estudiantes de colegios que se destacan académicamente. Fabiana Rojas y Álvaro Bilbao la Vieja la obtuvieron para estudiar la carrera de sus sueños.
Durante su trayecto en la universidad Fabiana siempre se destacó, no sólo en lo académico, sino como líder, al ser el 2014 presidenta de la Sociedad de Estudiantes Upebinos (SEUPB), trabajando en varios proyectos en beneficio del plantel estudiantil, como promover la pasión por lo que se hace y en labores de responsabilidad social con niños y niñas huérfanos de hogares.
En el transcurso de su carrera, Fabiana Rojas continuó con más desarrollo personal y fue que en octubre de 2015, indagando en el Facebook, encontró un diplomado en la Argentina de "Aprendizaje Experiencial”. Un curso intensivo de una semana a las afueras de la urbe bonaerense, en el que ella -la más joven, novata pero vivaz chica- se codeó con profesionales consultores cracks de "coaching”. Esa experiencia la llevó a perfilarse en búsqueda e investigación insaciable sobre este tema para una especialización a futuro.
Mientras tanto, Álvaro Bilbao la Vieja considera que para alcanzar las buenas notas la clave es prestar la mayor atención posible en clase y estudiar un poco cada vez que sea necesario. En caso de tener dudas, siempre buscar la respuesta, ya sea en el docente o en los compañeros, aconseja.
Fabiana quiere seguir capacitándose en el mundo de los negocios y los recursos humanos con una maestría en España. Sueña con que a su regreso su aporte profesional se centre en cambiar la mente de algunos empresarios y directivos de las empresas a que propicien un mejor clima laboral y practiquen un mayor equilibrio en la vida de los trabajadores, donde se sientan como en su segundo hogar, siendo felices y trabajando motivados y no por obligación.
Por su parte, Álvaro cree que en la actualidad el avance de la tecnología es algo básico para el desarrollo competitivo de la cultura boliviana, es por eso que quiere aportar a la creación de ellas.
MENSAJE A LOS JÓVENES
Fabiana Rojas quiere tener una consultora de coaching con la concepción de que para ella este término significa que es una guía que te muestra el cambio y acompaña al proceso de éste.
Ambos profesionales (Fabiana y Álvaro) basados en los principios que les inculcó la UPB, de excelencia, ética, constancia y esfuerzo, están impulsados por ser competitivos y "no entrar en un estado vegetativo de la vida, trazando metas a mediano y largo plazo”.
"Nunca se queden quietos, no se enfoquen en el dinero, sino en medir la satisfacción personal, rodeándose de personas positivas, que acompañen al éxito, y sobre todo a luchar por un mejor país”, dice Fabiana.
"Siempre luchen por salir adelante, quizá el resultado no sea lo esperado, pero lo aprendido siempre será igual de valioso, busquen ser excelentes en todo lo que hagan y de esta forma su vida y el mundo estarán mejor”, sugiere Álvaro Bilbao la Vieja.
La boliviana que conducirá un auto lunar en una competencia de la NASA
Alina Santander Vinokurova cuenta con 16 años y este 2016 tiene la cita más importante de su vida. En abril deberá pilotar un automóvil lunar que tiene previsto construir junto a su equipo en el desafío Human Exploration Rover Challenge de la NASA (Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio), evento que se realizará en Estados Unidos. Antes de ello, enfrenta el reto de conseguir patrocinadores que hagan posible su viaje.
El desafío organizado por la NASA se llevará a cabo del 7 al 9 de abril en el Space & Rocket Center en Huntsville, Alabama. La competencia se enfoca en los planes que tiene esta institución en explorar planetas, lunas, asteroides y cometas que forman parte de nuestro sistema solar.
La competencia anual, conocida previamente como Great Moonbuggy Race (Gran Carrera de Vehículos Lunares), incluye a equipos estadounidenses e internacionales en dos categorías: estudiantes de colegio y universitarios. El objetivo es imitar retos a los que se enfrentan los ingenieros que diseñan rovers para futuras misiones de exploración a una variedad de cuerpos celestes, según refleja el artículo Acerca del Human Exploration Rover Challenge de la NASA, publicado por la institución en su portal web.
Construcciones espaciales
Esta paceña, estudiante de quinto de secundaria del colegio Amor de Dios, ha obtenido la medalla de oro en astronomía y astrofísica representando a La Paz en la Olimpiada Científica Estudiantil en 2015. El pasado año su madre, de nacionalidad rusa, se enteró por la versión digital de un medio impreso de su país de las actividades que se realizan en el campamento Space Education en Alemania.
Alina aplicó y fue seleccionada. Llegó hasta la ciudad alemana de Leipzig para ser parte del campamento, en donde fue la única boliviana. Al saber cuatro idiomas (ruso, alemán, inglés y español) se relacionó con jóvenes de varias nacionalidades y aprendió durante dos meses cómo se construye y conduce un automóvil lunar. Y será exactamente lo que tendrá que hacer en la competencia de la NASA dentro de tres meses.
"Uno de los objetivos del campamento es que se formen grupos que participen de la competencia de la NASA, que consiste en construir y manejar, a propulsión humana, un auto lunar. Cada vehículo debe ser conducido por dos miembros del equipo a través de una pista de obstáculos, yo seré una de las encargadas de la conducción”, detalla la joven.
El automóvil diseñado y construido por el equipo, de seis jóvenes, deberá ser manejado por un hombre y una mujer por un campo -de alrededor 800 metros- que simula un terreno extraterrestre con cráteres, curvas cerradas, inclinaciones y ascensos, entre otros.
El vehículo que aprendió a construir y conducir tienen un tamaño similar al de una bicicleta y dos asientos, en los cuales se ubican los pilotos para impulsar su movimiento a través de pedales.
imagen
Recuerda que conoció, junto a los participantes internacionales, empresas alemanas donde se construyen piezas y se reciclan otras para la fabricación de los vehículos. Durante su estadía fue entrevistada por medios de comunicación de Alemania en los que expresó su sueño de llegar al espacio.
Actualmente, el trabajo que realiza junto a su equipo se hace a través de Skype; durante las comunicaciones se asigna tareas a los miembros. Alina, además de conductora, es la encargada fabricar una pieza del vehículo.
"Es una pieza que une la parte delantera con la trasera. Tengo los esquemas, sólo me falta que envíen la vista en 3D. Debe ser fabricada en metal o un plástico de alta resistencia, para ello necesito la ayuda de una empresa que trabaje con metales”.
En abril -según tiene conocimiento- será la única participantes boliviana en esta competencia. Como pasa con otros competidores de países en los que el número de miembros es insuficiente para conformar un equipo, ellos se unen a otros, cuya mayoría de integrantes comparten una nacionalidad y/o tienen un tutor que se encuentra cerca de esa nación.
Por esa razón, Alina estará en el equipo de Italia, pero en lo que más piensa es en tener un traje especial que lleve la bandera boliviana y que sea visible ante millones de espectadores que, como le han informado, tiene este evento al ser transmitido por la NASA, canales de televisión e internet. Su plan, como hacen competidores de diferentes disciplinas, es llevar el nombre de las empresas que la apoyen en el traje.
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Bolivia necesita patrocinadores
"Lo que necesito es financiar mi viaje hasta Huntsville. Es un gasto muy fuerte para conseguir la vestimenta, la visa, la estadía, la alimentación, la inscripción a la competencia -que son 150 euros-. Por lo que estoy buscando patrocinadores que me apoyen”, sostiene Alina.
De momento, la joven a conseguido media beca para entrenar en un gimnasio y los pasajes hasta Miami, que serán cubiertos por la empresa BoA. Ha solicitado el patrocinio de la Agencia Boliviana Espacial para que la apoye con el traje de competencia, pero aún no tiene respuesta.
Tanto Alina como su madre expresan el deseo que de exista el apoyo gubernamental a su cruzada y que de esta forma la joven logre conducir el automóvil lunar y represente a Bolivia. Ella desea más que nada aprovechar la oportunidad de representar a su país en el desafío de la NASA.
"El mismo término NASA es algo que sabes que es muy grande, esta es una oportunidad que -de alguna manera- marcará mi futuro. Pero, además, se trata de trabajar en el campo de la innovación o tecnología en Bolivia, junto a otras personas que desean lo mismo para mi país. El cielo es el límite”, finaliza.
Sobre la participante y el desafío
Patrocinio Alina Santander tiene una página en Facebook para recibir apoyo de personas o empresas interesadas: Alina for NASA (www.facebook.com/alinafornasa) y también cuenta con el correo electrónico: alinasandra18@gmail.com.
Contactos Para conocer más sobre el desafío de la NASA, se puede ingresar a su página web: www.nasa.gov/roverchallenge/home. Para saber más sobre el campamento Space Education en Alemania: www.spaceeducation.de.
El desafío La primera versión de Human Exploration Rover Challenge de la NASA se realizó en 1994, su nombre actual fue puesto en 2014.
Origen La primera carrera, en 1994, se celebró el 16 de julio en el 25 aniversario del lanzamiento del Apolo 11. Contó con seis equipos universitarios.
Ganadores El criterio con que se definen los ganadores está enfocado en el tiempo de construcción del vehículo y el menor tiempo de recorrido en el campo de obstáculos. Los premios de los tres primeros lugares del desafío han variado con los años. Versiones anteriores han incluido premios en efectivo, excursiones al lanzamiento de transbordadores, entre otros.
El desafío organizado por la NASA se llevará a cabo del 7 al 9 de abril en el Space & Rocket Center en Huntsville, Alabama. La competencia se enfoca en los planes que tiene esta institución en explorar planetas, lunas, asteroides y cometas que forman parte de nuestro sistema solar.
La competencia anual, conocida previamente como Great Moonbuggy Race (Gran Carrera de Vehículos Lunares), incluye a equipos estadounidenses e internacionales en dos categorías: estudiantes de colegio y universitarios. El objetivo es imitar retos a los que se enfrentan los ingenieros que diseñan rovers para futuras misiones de exploración a una variedad de cuerpos celestes, según refleja el artículo Acerca del Human Exploration Rover Challenge de la NASA, publicado por la institución en su portal web.
Construcciones espaciales
Esta paceña, estudiante de quinto de secundaria del colegio Amor de Dios, ha obtenido la medalla de oro en astronomía y astrofísica representando a La Paz en la Olimpiada Científica Estudiantil en 2015. El pasado año su madre, de nacionalidad rusa, se enteró por la versión digital de un medio impreso de su país de las actividades que se realizan en el campamento Space Education en Alemania.
Alina aplicó y fue seleccionada. Llegó hasta la ciudad alemana de Leipzig para ser parte del campamento, en donde fue la única boliviana. Al saber cuatro idiomas (ruso, alemán, inglés y español) se relacionó con jóvenes de varias nacionalidades y aprendió durante dos meses cómo se construye y conduce un automóvil lunar. Y será exactamente lo que tendrá que hacer en la competencia de la NASA dentro de tres meses.
"Uno de los objetivos del campamento es que se formen grupos que participen de la competencia de la NASA, que consiste en construir y manejar, a propulsión humana, un auto lunar. Cada vehículo debe ser conducido por dos miembros del equipo a través de una pista de obstáculos, yo seré una de las encargadas de la conducción”, detalla la joven.
El automóvil diseñado y construido por el equipo, de seis jóvenes, deberá ser manejado por un hombre y una mujer por un campo -de alrededor 800 metros- que simula un terreno extraterrestre con cráteres, curvas cerradas, inclinaciones y ascensos, entre otros.
El vehículo que aprendió a construir y conducir tienen un tamaño similar al de una bicicleta y dos asientos, en los cuales se ubican los pilotos para impulsar su movimiento a través de pedales.
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Recuerda que conoció, junto a los participantes internacionales, empresas alemanas donde se construyen piezas y se reciclan otras para la fabricación de los vehículos. Durante su estadía fue entrevistada por medios de comunicación de Alemania en los que expresó su sueño de llegar al espacio.
Actualmente, el trabajo que realiza junto a su equipo se hace a través de Skype; durante las comunicaciones se asigna tareas a los miembros. Alina, además de conductora, es la encargada fabricar una pieza del vehículo.
"Es una pieza que une la parte delantera con la trasera. Tengo los esquemas, sólo me falta que envíen la vista en 3D. Debe ser fabricada en metal o un plástico de alta resistencia, para ello necesito la ayuda de una empresa que trabaje con metales”.
En abril -según tiene conocimiento- será la única participantes boliviana en esta competencia. Como pasa con otros competidores de países en los que el número de miembros es insuficiente para conformar un equipo, ellos se unen a otros, cuya mayoría de integrantes comparten una nacionalidad y/o tienen un tutor que se encuentra cerca de esa nación.
Por esa razón, Alina estará en el equipo de Italia, pero en lo que más piensa es en tener un traje especial que lleve la bandera boliviana y que sea visible ante millones de espectadores que, como le han informado, tiene este evento al ser transmitido por la NASA, canales de televisión e internet. Su plan, como hacen competidores de diferentes disciplinas, es llevar el nombre de las empresas que la apoyen en el traje.
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Bolivia necesita patrocinadores
"Lo que necesito es financiar mi viaje hasta Huntsville. Es un gasto muy fuerte para conseguir la vestimenta, la visa, la estadía, la alimentación, la inscripción a la competencia -que son 150 euros-. Por lo que estoy buscando patrocinadores que me apoyen”, sostiene Alina.
De momento, la joven a conseguido media beca para entrenar en un gimnasio y los pasajes hasta Miami, que serán cubiertos por la empresa BoA. Ha solicitado el patrocinio de la Agencia Boliviana Espacial para que la apoye con el traje de competencia, pero aún no tiene respuesta.
Tanto Alina como su madre expresan el deseo que de exista el apoyo gubernamental a su cruzada y que de esta forma la joven logre conducir el automóvil lunar y represente a Bolivia. Ella desea más que nada aprovechar la oportunidad de representar a su país en el desafío de la NASA.
"El mismo término NASA es algo que sabes que es muy grande, esta es una oportunidad que -de alguna manera- marcará mi futuro. Pero, además, se trata de trabajar en el campo de la innovación o tecnología en Bolivia, junto a otras personas que desean lo mismo para mi país. El cielo es el límite”, finaliza.
Sobre la participante y el desafío
Patrocinio Alina Santander tiene una página en Facebook para recibir apoyo de personas o empresas interesadas: Alina for NASA (www.facebook.com/alinafornasa) y también cuenta con el correo electrónico: alinasandra18@gmail.com.
Contactos Para conocer más sobre el desafío de la NASA, se puede ingresar a su página web: www.nasa.gov/roverchallenge/home. Para saber más sobre el campamento Space Education en Alemania: www.spaceeducation.de.
El desafío La primera versión de Human Exploration Rover Challenge de la NASA se realizó en 1994, su nombre actual fue puesto en 2014.
Origen La primera carrera, en 1994, se celebró el 16 de julio en el 25 aniversario del lanzamiento del Apolo 11. Contó con seis equipos universitarios.
Ganadores El criterio con que se definen los ganadores está enfocado en el tiempo de construcción del vehículo y el menor tiempo de recorrido en el campo de obstáculos. Los premios de los tres primeros lugares del desafío han variado con los años. Versiones anteriores han incluido premios en efectivo, excursiones al lanzamiento de transbordadores, entre otros.
Tuesday, January 12, 2016
Esteban Quispe Quiero crear un instituto de tecnología
Esteban Quispe es un joven que con solo 17 años de edad ya ha hecho más de 20 robots de su propia creación, pero lo extraordinario del emprendedor es que, sin conocimientos en el tema, creó sus trabajos con materiales reciclados. Quispe nació en Luribay, provincia Loayza del departamento de La Paz, pero actualmente vive en Patacamaya, lugar donde es conocido como el “genio de Patacamaya”. En una visita a Santa Cruz de la Sierra en la que formó parte de los 110 jóvenes de Clubes de Ciencia Bolivia, contó el nacimiento de sus robots y actualmente se enfrenta a la vida con grandes ideas, además de tener un proyecto para fin de año.
¿Cómo nace la idea de crear un robot?
E.Q.: Cuando era chico miraba a los hippies que hacían arte en alambre y uno de sus collares me gustó mucho y antes de robar preferí la opción de aprender a hacer lo mismo. El primero me costó mucho porque me pinché los dedos con un alambre de construcción que no era el indicado. En el 2010 mi familia llegó a Patacamaya, a veces no teníamos ni para comer, entonces pensé en ayudar vendiendo por los bancos las artesanías que yo hacía. En 2011, un licenciado me dio un reto, me dijo “haz caminar esa araña que tienes”, entonces saliendo del colegio me iba a buscar motores de los reproductores de DVD, radios quemadas. Luego en mi casa empecé a armarlo, hasta que la araña empezó a mover de a poquito sus patas porque era muy pesada. Lo dejé y luego de dos semanas volví a intentar medio desanimado pero ya no con la araña, sino con una moto y esta empezó a correr y ese fue el gran avance para mí, que hasta las demás artesanías lograron tener más ventas por lo que tenían más luces.
Más adelante ya no tenía tiempo para hacer mis figuras en alambre y me dediqué solo a hacer robots.
¿Cuántos has hecho desde el 2011?
E.Q.: Son 20 robots que he hecho, pero algunos ya los he desarmado, uno de los últimos que hice fue 'Wall-E boliviano', el robot que recién se hizo famoso. En julio del año pasado presenté al Cubo Inteligente para las Olimpiadas Científicas Estudiantiles Bolivianas, desde ahí la gente me fue conociendo. El año pasado después del Cubo Inteligente, también presenté mi computadora que habla, el Robot Achaco, entre otros.
¿Todos son de material reciclado? ¿qué otras diferencias hay entre tus robots y los que se encuentran en el mercado?
E.Q.: Desde el primero hasta el último, todos son hechos con materiales reciclados. Ahora que la gente me está donando, recién comenzaré a utilizar materiales nuevos.
La diferencia es que los robots del mercado son automatizados y los míos son ecológicos, con el objetivo de tratar de cuidar el medio ambiente. Además quiero enseñar a la sociedad que en la tecnología no siempre hay que gastar mucho dinero, sino darse el ingenio con lo que está al alcance. Por otro lado, mis robots son manejados desde mi celular, yo creé mi propia aplicación y lo comando desde ahí.
¿Quién te enseñó a crear una aplicación?
E.Q.: Lo aprendí de un tutorial por YouTube, ya que en Patacamaya estaban abriendo un telecentro, pero solo funcionó un mes porque se robaron las computadoras. Sin embargo, durante el mes aproveché el internet para ver tutoriales de cómo programar el Android.
¿Qué es lo que hace el Wall-E boliviano?
E.Q.: Puede bailar, tiene un sistema de modo automático con el que puede saludar, tiene luces fantásticas, mueve la cabeza y es controlado por celular.
¿Cuál es tu Consejo para la juventud boliviana?
E.Q.: En la vida siempre hay obstáculos, piénsenlo antes de decidir si se van a rendir frente a ese obstáculo o lo va a pasar. Les recomiendo a todos hacer tecnología, quiero que Bolivia sea independiente, yo estoy viviendo esa experiencia y si ustedes también hacen tecnología, con ustedes lo puedo lograr.
¿Qué sentiste cuando CNN te entrevistó al vivo?
E.Q.: Estaba tranquilo. Más que todo tengo que agradecer a ustedes que me han llevado hasta CNN, ya que la prensa es como los pies y yo el cerebro y sin los pies no puedo ir a ningún lado. Ustedes son los que me mueven y me gustaría que todos los jóvenes puedan hacer eso, pero que los pies sean los papás ya que ellos siempre te recomiendan hacer cosas buenas, aunque muchos dirán que sus padres son malos porque no los dejan salir, pero eso es por algo.
En los talleres que has tenido en Santa Cruz ¿Qué herramientas conociste y qué te servirá para tus proyectos?
E.Q.: Yo estuve en el grupo de diseño empresarial y aprendí cómo empezar con mi empresa. Me ha ido bien y me gustó porque ya sé cómo analizar el problemas entre otras cosas.
¿Qué proyectos tienes para más adelante?
E.Q.: A Wall-E boliviano lo lanzaré este año para Navidad. Estoy pensando lanzar mil robots y con eso tratar de generar ingresos para lanzar más, mientras más compras hayan, más produciré, para eso necesito que la gente me apoye y así poder comprar una impresora, poder patentar el laboratorio, hacer la investigación para sacar a un precio económico y que el boliviano pueda tener acceso a este tipo de robot.
¿Cuál es tu gran meta?
E.Q.: Poder algún día crear un instituto de tecnología, el más poderoso de Bolivia, que sería en Patacamaya.
' La prensa es como los pies y yo el cerebro y sin los pies no puedo ir a ningún lado, ustedes me mueven'.
¿Cómo nace la idea de crear un robot?
E.Q.: Cuando era chico miraba a los hippies que hacían arte en alambre y uno de sus collares me gustó mucho y antes de robar preferí la opción de aprender a hacer lo mismo. El primero me costó mucho porque me pinché los dedos con un alambre de construcción que no era el indicado. En el 2010 mi familia llegó a Patacamaya, a veces no teníamos ni para comer, entonces pensé en ayudar vendiendo por los bancos las artesanías que yo hacía. En 2011, un licenciado me dio un reto, me dijo “haz caminar esa araña que tienes”, entonces saliendo del colegio me iba a buscar motores de los reproductores de DVD, radios quemadas. Luego en mi casa empecé a armarlo, hasta que la araña empezó a mover de a poquito sus patas porque era muy pesada. Lo dejé y luego de dos semanas volví a intentar medio desanimado pero ya no con la araña, sino con una moto y esta empezó a correr y ese fue el gran avance para mí, que hasta las demás artesanías lograron tener más ventas por lo que tenían más luces.
Más adelante ya no tenía tiempo para hacer mis figuras en alambre y me dediqué solo a hacer robots.
¿Cuántos has hecho desde el 2011?
E.Q.: Son 20 robots que he hecho, pero algunos ya los he desarmado, uno de los últimos que hice fue 'Wall-E boliviano', el robot que recién se hizo famoso. En julio del año pasado presenté al Cubo Inteligente para las Olimpiadas Científicas Estudiantiles Bolivianas, desde ahí la gente me fue conociendo. El año pasado después del Cubo Inteligente, también presenté mi computadora que habla, el Robot Achaco, entre otros.
¿Todos son de material reciclado? ¿qué otras diferencias hay entre tus robots y los que se encuentran en el mercado?
E.Q.: Desde el primero hasta el último, todos son hechos con materiales reciclados. Ahora que la gente me está donando, recién comenzaré a utilizar materiales nuevos.
La diferencia es que los robots del mercado son automatizados y los míos son ecológicos, con el objetivo de tratar de cuidar el medio ambiente. Además quiero enseñar a la sociedad que en la tecnología no siempre hay que gastar mucho dinero, sino darse el ingenio con lo que está al alcance. Por otro lado, mis robots son manejados desde mi celular, yo creé mi propia aplicación y lo comando desde ahí.
¿Quién te enseñó a crear una aplicación?
E.Q.: Lo aprendí de un tutorial por YouTube, ya que en Patacamaya estaban abriendo un telecentro, pero solo funcionó un mes porque se robaron las computadoras. Sin embargo, durante el mes aproveché el internet para ver tutoriales de cómo programar el Android.
¿Qué es lo que hace el Wall-E boliviano?
E.Q.: Puede bailar, tiene un sistema de modo automático con el que puede saludar, tiene luces fantásticas, mueve la cabeza y es controlado por celular.
¿Cuál es tu Consejo para la juventud boliviana?
E.Q.: En la vida siempre hay obstáculos, piénsenlo antes de decidir si se van a rendir frente a ese obstáculo o lo va a pasar. Les recomiendo a todos hacer tecnología, quiero que Bolivia sea independiente, yo estoy viviendo esa experiencia y si ustedes también hacen tecnología, con ustedes lo puedo lograr.
¿Qué sentiste cuando CNN te entrevistó al vivo?
E.Q.: Estaba tranquilo. Más que todo tengo que agradecer a ustedes que me han llevado hasta CNN, ya que la prensa es como los pies y yo el cerebro y sin los pies no puedo ir a ningún lado. Ustedes son los que me mueven y me gustaría que todos los jóvenes puedan hacer eso, pero que los pies sean los papás ya que ellos siempre te recomiendan hacer cosas buenas, aunque muchos dirán que sus padres son malos porque no los dejan salir, pero eso es por algo.
En los talleres que has tenido en Santa Cruz ¿Qué herramientas conociste y qué te servirá para tus proyectos?
E.Q.: Yo estuve en el grupo de diseño empresarial y aprendí cómo empezar con mi empresa. Me ha ido bien y me gustó porque ya sé cómo analizar el problemas entre otras cosas.
¿Qué proyectos tienes para más adelante?
E.Q.: A Wall-E boliviano lo lanzaré este año para Navidad. Estoy pensando lanzar mil robots y con eso tratar de generar ingresos para lanzar más, mientras más compras hayan, más produciré, para eso necesito que la gente me apoye y así poder comprar una impresora, poder patentar el laboratorio, hacer la investigación para sacar a un precio económico y que el boliviano pueda tener acceso a este tipo de robot.
¿Cuál es tu gran meta?
E.Q.: Poder algún día crear un instituto de tecnología, el más poderoso de Bolivia, que sería en Patacamaya.
' La prensa es como los pies y yo el cerebro y sin los pies no puedo ir a ningún lado, ustedes me mueven'.
Sunday, January 3, 2016
Erick Gonzáles, un joven talento boliviano
SU AMPLIA EXPERIENCIA A LOS 32 AÑOS DE EDAD | LO CONVIERTEN EN UN EJEMPLO DE DEDICACIÓN Y PERSEVERANCIA. ACTUALMENTE ES INVESTIGADOR Y DOCENTE EN LA UNIVERSIDAD DE KWANSEI GAKUIN EN JAPÓN.
Erick Gonzales Rocha es Ingeniero industrial titulado por excelencia académica de la Universidad Mayor de San Simón. Obtuvo la beca Monbukagakusho y completó su Master y Ph.D. en la Universidad de Kobe en Japón; estudió economía política del desarrollo con la Escuela de Economía y Ciencia Política de Londres (LSE), intersección de negocios, finanzas y gobierno con la Universidad de Harvard y desarrollo de pymes con la Small and Medium Business Corporation de la República de Corea.
Trabajó con Naciones Unidas, el Banco Interamericano de Desarrollo y fue seleccionado como consultor por el IFC (Corporación Financiera Internacional del Grupo del Banco Mundial) para mejorar una base de datos referente a características de las PYMES de más de 150 países. Fue invitado por el Banco Mundial a exponer su análisis “El Impacto del Ambiente de Negocios sobre el crecimiento y la generación de empleo en la Pequeña y Mediana Empresa, un análisis comparativo de países” en la Universidad de Georgetown. Erick estudió en el colegio Loyola, fue miembro de la Asociación de Scouts de Bolivia y presidente del Interact Club Cochabamba.
SOBRE SU FORMACIÓN
“Decidí estudiar Ingeniería Industrial ya que tuve una gran influencia en Vanya Candia, una mujer profesional sobresaliente y a quien considero mi mentora. La inspiración de seguir los pasos de Vanya, el afán de crear empleo y maximizar mis propias oportunidades de trabajo, me llevaron a estudiar Ingeniería Industrial”, dice.
“Concluí mi doctorado en septiembre y actualmente trabajo como investigador asociado en la Escuela de Posgrado en Estudios de Cooperación Internacional de la Universidad de Kobe en Japón. Investigo e imparto la clase de desarrollo de PYMES en el curso de maestría y doctorado. En un proceso competitivo de selección acabo de ser nombrado Profesor Asociado en Kwansei Gakuin University donde impartiré clases a nivel de pre y posgrado”, explica.
LA BECA MONBUKAGAKUSHO
Se trata de una beca ofrecida por el Ministerio de Educación, Cultura, Deportes, Ciencia y Tecnología (MEXT) del gobierno del Japón.
“La Embajada del Japón en Bolivia lanza la convocatoria cada año alrededor del mes de Abril. Luego de obtener, llenar y presentar los formularios de aplicación, se rinden exámenes de inglés y japonés en La Paz o Santa Cruz. Los candidatos preseleccionados realizan una entrevista. Los finalistas deben obtener al menos tres cartas de aceptación de profesores en universidades del Japón. El personal de la Embajada te orienta constantemente de manera efectiva. Cada año, dos bolivianos son honrados con esa beca. Una vez en Japón, tomas un curso intensivo de japonés por seis meses y debes prepararte para vencer los procesos de admisión en la facultad donde quieres estudiar. Si apruebas, realizas tu maestría y/o doctorado. Mi facultad ofrece el programa de posgrado completamente en inglés”, explica Gonzales.
“Quisiera agregar que al aplicar aprendes sobre el proceso e identificas aspectos que puedes mejorar en tu perfil académico, profesional y personal. La primera vez que apliqué, no obtuve la beca. Apliqué otra vez al año siguiente y tuve la bendición de ser seleccionado.
El gobierno tiene un gran margen de mejora para crear sistemas serios que diseminen información y provean apoyo así como lo hacen oficinas de promoción de estudios en el extranjero en otros países. En su momento, fui también aceptado para hacer el doctorado en Estados Unidos”, indica.
“Creo que es importante estimular la curiosidad. Gracias a los scouts conocí varios países de Sudamérica y Europa. Ahora tenemos internet y sigo aprendiendo al presentar conferencias en países como Tailandia, Indonesia y China”, explica.
SU EXPERIENCIA
Erick adquirió experiencia viajando. “Trabajé con el Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN) que ayuda al desarrollo del sector privado. Experimentar las dinámicas de trabajo de un organismo internacional en Washington D.C. es invaluable. Con mi supervisor realicé un estudio para la estrategia del FOMIN respecto a pymes y reducción de pobreza. También revisé evaluaciones de proyectos en temas de financiamiento, mercados y talento humano. Apliqué durante dos años, tanto en invierno como en verano. En ese tiempo, hice mi primera pasantía con una oficina de Naciones Unidas en Kobe”, cuenta.
El trabajo que realizó Erick Gonzales como consultor en la IFC (Corporación Financiera Internacional perteneciente al Banco Mundial) tuvo el objetivo de realizar la tercera actualización de los datos (definiciones, número de empresas, contribución al empleo y sectores industriales), expandir la información (número de trabajadores, contribución al PIB, etc.), generar las notas de análisis de datos y desarrollar una herramienta de acceso e interacción en línea.
“El trabajo se realizó de manera remota desde Japón en coordinación con la oficina central de IFC, las oficinas de países y los institutos nacionales de estadística u otras instituciones que provean datos sobre PYMES. Realicé múltiples presentaciones internas y fui invitado a presentar los resultados finales al público en Washington D.C”, dice.
En cuanto al crecimiento y generación de empleo en la Pequeña y Mediana Empresa, Gonzáles cree que generalmente se destaca el rol de las PYMES en temas de empleo y desarrollo económico.
“Considero que particularmente en países en desarrollo, se necesitan más datos y estudios rigurosos para confirmar el rol de las PYMES. Paradójicamente, se cuenta con más evidencia en países desarrollados porque estos priorizan la colección continua, completa y sistemática de datos. Un punto de coincidencia de los estudios más sobresalientes es que un ambiente que facilite los emprendimientos es una condición extremadamente necesaria para generar una dinámica del tipo up-or-out (mejoras o cierras). Pero la atención debería otorgarse a las PYMES denominadas de alto crecimiento si la generación de empleo es la prioridad. Un estudio indica que una PYMe que se embarca en un proceso de alto crecimiento puede generar más de 200 empleos y que antes de hacerlo, estas PYMES registran haber tenido tamaño pequeño o mediano además de bastantes años de experiencia probada en el mercado”, explica.
“Adicionalmente, considero que vale la pena hacer más amigable el ambiente que regula las actividades de las empresas. La mejora puede empezar con algunos indicadores que ya se han identificado mundialmente en rankings como el Doing Business del Banco Mundial. El 2015, Bolivia ocupa el puesto 157 del ranking. Chile, por ejemplo, ocupa el puesto 48. Mi investigación no solo propone mejorar aspectos como la facilidad para abrir un negocio, acceso al financiamiento, redes de cooperación, regulación laboral y de comercio sino también prestar atención a las interrelaciones entre regulaciones y anticipar los intereses de grupos afectados para facilitar la implementación en ambientes con alta desigualdad. Al final del día, determinadas normas benefician a sectores reducidos de la población, considerando los elevados niveles de informalidad en Bolivia”, asegura.
“Considero que mis logros son modestos y pienso que hay mucho camino por andar. Creo que para ser exitoso, la fe es primordial, tener objetivos y un sentido de justicia por la mejora de mi sociedad me ha ayudado bastante. Recientemente he reflexionado sobre identificar también la intersección entre gusto y habilidad”, explica.
En cuanto a los planes a corto plazo de Gonzáles, está ganar experiencia como investigador y docente en la universidad. A mediano plazo, le gustaría explorar el trabajo en desarrollo internacional.
“Creo que podemos mejorar la generación y acceso a datos. Buenos datos son un insumo para generar estudios que pasen altos estándares académicos. A su vez, la evidencia provista por estos estudios, debería ser un insumo para el diseño de políticas públicas. Cuando fui a Bolivia adquirí algunos datos en el Instituto Nacional de Estadística. Cuando quise acceder a datos desde Japón, pasé un calvario para obtener al final un correo electrónico donde el funcionario me especificó que en “el transcurso de esta semana” me remitirán lo requerido. Han pasado doce meses y sigo esperando. He revisado decenas de páginas web de institutos nacionales de estadística y puedo afirmar que existen países donde se especifican procedimientos claros y amigables para acceder a los datos en línea a través del internet. La Unión Europea cuenta incluso con Eurostat donde los datos de los estados miembros se encuentran disponibles al público de manera estandarizada y prácticamente inmediata”, concluye el experto.
Erick Gonzales Rocha es Ingeniero industrial titulado por excelencia académica de la Universidad Mayor de San Simón. Obtuvo la beca Monbukagakusho y completó su Master y Ph.D. en la Universidad de Kobe en Japón; estudió economía política del desarrollo con la Escuela de Economía y Ciencia Política de Londres (LSE), intersección de negocios, finanzas y gobierno con la Universidad de Harvard y desarrollo de pymes con la Small and Medium Business Corporation de la República de Corea.
Trabajó con Naciones Unidas, el Banco Interamericano de Desarrollo y fue seleccionado como consultor por el IFC (Corporación Financiera Internacional del Grupo del Banco Mundial) para mejorar una base de datos referente a características de las PYMES de más de 150 países. Fue invitado por el Banco Mundial a exponer su análisis “El Impacto del Ambiente de Negocios sobre el crecimiento y la generación de empleo en la Pequeña y Mediana Empresa, un análisis comparativo de países” en la Universidad de Georgetown. Erick estudió en el colegio Loyola, fue miembro de la Asociación de Scouts de Bolivia y presidente del Interact Club Cochabamba.
SOBRE SU FORMACIÓN
“Decidí estudiar Ingeniería Industrial ya que tuve una gran influencia en Vanya Candia, una mujer profesional sobresaliente y a quien considero mi mentora. La inspiración de seguir los pasos de Vanya, el afán de crear empleo y maximizar mis propias oportunidades de trabajo, me llevaron a estudiar Ingeniería Industrial”, dice.
“Concluí mi doctorado en septiembre y actualmente trabajo como investigador asociado en la Escuela de Posgrado en Estudios de Cooperación Internacional de la Universidad de Kobe en Japón. Investigo e imparto la clase de desarrollo de PYMES en el curso de maestría y doctorado. En un proceso competitivo de selección acabo de ser nombrado Profesor Asociado en Kwansei Gakuin University donde impartiré clases a nivel de pre y posgrado”, explica.
LA BECA MONBUKAGAKUSHO
Se trata de una beca ofrecida por el Ministerio de Educación, Cultura, Deportes, Ciencia y Tecnología (MEXT) del gobierno del Japón.
“La Embajada del Japón en Bolivia lanza la convocatoria cada año alrededor del mes de Abril. Luego de obtener, llenar y presentar los formularios de aplicación, se rinden exámenes de inglés y japonés en La Paz o Santa Cruz. Los candidatos preseleccionados realizan una entrevista. Los finalistas deben obtener al menos tres cartas de aceptación de profesores en universidades del Japón. El personal de la Embajada te orienta constantemente de manera efectiva. Cada año, dos bolivianos son honrados con esa beca. Una vez en Japón, tomas un curso intensivo de japonés por seis meses y debes prepararte para vencer los procesos de admisión en la facultad donde quieres estudiar. Si apruebas, realizas tu maestría y/o doctorado. Mi facultad ofrece el programa de posgrado completamente en inglés”, explica Gonzales.
“Quisiera agregar que al aplicar aprendes sobre el proceso e identificas aspectos que puedes mejorar en tu perfil académico, profesional y personal. La primera vez que apliqué, no obtuve la beca. Apliqué otra vez al año siguiente y tuve la bendición de ser seleccionado.
El gobierno tiene un gran margen de mejora para crear sistemas serios que diseminen información y provean apoyo así como lo hacen oficinas de promoción de estudios en el extranjero en otros países. En su momento, fui también aceptado para hacer el doctorado en Estados Unidos”, indica.
“Creo que es importante estimular la curiosidad. Gracias a los scouts conocí varios países de Sudamérica y Europa. Ahora tenemos internet y sigo aprendiendo al presentar conferencias en países como Tailandia, Indonesia y China”, explica.
SU EXPERIENCIA
Erick adquirió experiencia viajando. “Trabajé con el Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN) que ayuda al desarrollo del sector privado. Experimentar las dinámicas de trabajo de un organismo internacional en Washington D.C. es invaluable. Con mi supervisor realicé un estudio para la estrategia del FOMIN respecto a pymes y reducción de pobreza. También revisé evaluaciones de proyectos en temas de financiamiento, mercados y talento humano. Apliqué durante dos años, tanto en invierno como en verano. En ese tiempo, hice mi primera pasantía con una oficina de Naciones Unidas en Kobe”, cuenta.
El trabajo que realizó Erick Gonzales como consultor en la IFC (Corporación Financiera Internacional perteneciente al Banco Mundial) tuvo el objetivo de realizar la tercera actualización de los datos (definiciones, número de empresas, contribución al empleo y sectores industriales), expandir la información (número de trabajadores, contribución al PIB, etc.), generar las notas de análisis de datos y desarrollar una herramienta de acceso e interacción en línea.
“El trabajo se realizó de manera remota desde Japón en coordinación con la oficina central de IFC, las oficinas de países y los institutos nacionales de estadística u otras instituciones que provean datos sobre PYMES. Realicé múltiples presentaciones internas y fui invitado a presentar los resultados finales al público en Washington D.C”, dice.
En cuanto al crecimiento y generación de empleo en la Pequeña y Mediana Empresa, Gonzáles cree que generalmente se destaca el rol de las PYMES en temas de empleo y desarrollo económico.
“Considero que particularmente en países en desarrollo, se necesitan más datos y estudios rigurosos para confirmar el rol de las PYMES. Paradójicamente, se cuenta con más evidencia en países desarrollados porque estos priorizan la colección continua, completa y sistemática de datos. Un punto de coincidencia de los estudios más sobresalientes es que un ambiente que facilite los emprendimientos es una condición extremadamente necesaria para generar una dinámica del tipo up-or-out (mejoras o cierras). Pero la atención debería otorgarse a las PYMES denominadas de alto crecimiento si la generación de empleo es la prioridad. Un estudio indica que una PYMe que se embarca en un proceso de alto crecimiento puede generar más de 200 empleos y que antes de hacerlo, estas PYMES registran haber tenido tamaño pequeño o mediano además de bastantes años de experiencia probada en el mercado”, explica.
“Adicionalmente, considero que vale la pena hacer más amigable el ambiente que regula las actividades de las empresas. La mejora puede empezar con algunos indicadores que ya se han identificado mundialmente en rankings como el Doing Business del Banco Mundial. El 2015, Bolivia ocupa el puesto 157 del ranking. Chile, por ejemplo, ocupa el puesto 48. Mi investigación no solo propone mejorar aspectos como la facilidad para abrir un negocio, acceso al financiamiento, redes de cooperación, regulación laboral y de comercio sino también prestar atención a las interrelaciones entre regulaciones y anticipar los intereses de grupos afectados para facilitar la implementación en ambientes con alta desigualdad. Al final del día, determinadas normas benefician a sectores reducidos de la población, considerando los elevados niveles de informalidad en Bolivia”, asegura.
“Considero que mis logros son modestos y pienso que hay mucho camino por andar. Creo que para ser exitoso, la fe es primordial, tener objetivos y un sentido de justicia por la mejora de mi sociedad me ha ayudado bastante. Recientemente he reflexionado sobre identificar también la intersección entre gusto y habilidad”, explica.
En cuanto a los planes a corto plazo de Gonzáles, está ganar experiencia como investigador y docente en la universidad. A mediano plazo, le gustaría explorar el trabajo en desarrollo internacional.
“Creo que podemos mejorar la generación y acceso a datos. Buenos datos son un insumo para generar estudios que pasen altos estándares académicos. A su vez, la evidencia provista por estos estudios, debería ser un insumo para el diseño de políticas públicas. Cuando fui a Bolivia adquirí algunos datos en el Instituto Nacional de Estadística. Cuando quise acceder a datos desde Japón, pasé un calvario para obtener al final un correo electrónico donde el funcionario me especificó que en “el transcurso de esta semana” me remitirán lo requerido. Han pasado doce meses y sigo esperando. He revisado decenas de páginas web de institutos nacionales de estadística y puedo afirmar que existen países donde se especifican procedimientos claros y amigables para acceder a los datos en línea a través del internet. La Unión Europea cuenta incluso con Eurostat donde los datos de los estados miembros se encuentran disponibles al público de manera estandarizada y prácticamente inmediata”, concluye el experto.
Thursday, December 31, 2015
Premian a jóvenes sobresalientes
En el salón de espejos del edificio central del Gobierno Autónomo del Departamento, ayer se desarrolló el acto de reconocimiento a jóvenes potosinos sobresalientes de la ciudad de Potosí, una actividad preparada por la Organización Juventud Potosina.
Esta tercera versión reconoce a jóvenes de 16 a 28 años más destacados en diferentes áreas y actividades y a instituciones o agrupaciones que sobresalieron durante 2015.
Juan Carlos Holguín, organizador del acontecimiento, informó que con el tiempo debido salió la convocatoria en las redes sociales para recibir postulaciones y que algunas propuestas fueron remitidas por instituciones y otros que se hicieron personalmente. Se tomaron en cuenta todos los antecedentes, trabajo, dinamismo y aportes para hacer una evaluación y calificación.
Fueron reconocidos con certificados jóvenes destacados, entre ellos Daniel Ordoñez, dirigente del Club Real Potosí; Soren Arismendi, de la academia Bailarte; Israel Menchaca, de Skate 10 de Noviembre; Jorge Tapia, de jóvenes sin violencia; José Ernesto Yujra, de belleza extrema Génesis; Ariel Estrada, del ballet Sentimiento Boliviano; José Garrón, del colectivo TLGB y Álvaro Andia, de la Cruz Roja Boliviana.
Entre las instituciones y agrupaciones reconocidas están el programa vial Los Tigritos; el grupo de baile Jabbawockeez; el grupo The Fighting; el imperio realista, de Real Potosí; la Barra 42, de Nacional Potosí; Animales SOS y academia de modelaje Dreams Models.
Detalles
A cinco destacados se entregó la reproducción de la moneda macuquina por destacar su talento, ellos son Stephani Ortega, de la Organización Juventud Potosina; Richard Delgado, de Breack Dance Potosí; Gary Ramírez, del grupo Divertad; Edson Grimaldez, de Downhill Potosí, y la empresa telefónica Viva.
La presidenta de la Organización de Jóvenes, Rocío Estrada, dijo que en el acto se reconoce el gran paso, desempeño, talentos y actividades que hacen los que son el presente y futuro del país. Felicitó el desempeño de los jóvenes e instituciones.
Esta tercera versión reconoce a jóvenes de 16 a 28 años más destacados en diferentes áreas y actividades y a instituciones o agrupaciones que sobresalieron durante 2015.
Juan Carlos Holguín, organizador del acontecimiento, informó que con el tiempo debido salió la convocatoria en las redes sociales para recibir postulaciones y que algunas propuestas fueron remitidas por instituciones y otros que se hicieron personalmente. Se tomaron en cuenta todos los antecedentes, trabajo, dinamismo y aportes para hacer una evaluación y calificación.
Fueron reconocidos con certificados jóvenes destacados, entre ellos Daniel Ordoñez, dirigente del Club Real Potosí; Soren Arismendi, de la academia Bailarte; Israel Menchaca, de Skate 10 de Noviembre; Jorge Tapia, de jóvenes sin violencia; José Ernesto Yujra, de belleza extrema Génesis; Ariel Estrada, del ballet Sentimiento Boliviano; José Garrón, del colectivo TLGB y Álvaro Andia, de la Cruz Roja Boliviana.
Entre las instituciones y agrupaciones reconocidas están el programa vial Los Tigritos; el grupo de baile Jabbawockeez; el grupo The Fighting; el imperio realista, de Real Potosí; la Barra 42, de Nacional Potosí; Animales SOS y academia de modelaje Dreams Models.
Detalles
A cinco destacados se entregó la reproducción de la moneda macuquina por destacar su talento, ellos son Stephani Ortega, de la Organización Juventud Potosina; Richard Delgado, de Breack Dance Potosí; Gary Ramírez, del grupo Divertad; Edson Grimaldez, de Downhill Potosí, y la empresa telefónica Viva.
La presidenta de la Organización de Jóvenes, Rocío Estrada, dijo que en el acto se reconoce el gran paso, desempeño, talentos y actividades que hacen los que son el presente y futuro del país. Felicitó el desempeño de los jóvenes e instituciones.
Wednesday, December 30, 2015
Video Un boliviano entre los latinos más 'inspiradores' de 2015
Esteban Quispe Churata, boliviano de 16 años, oriundo de Patacamaya e inventor del robot Wall-e, es considerado uno de los 10 latinos que más inspiró durante 2015, por ser un ejemplo de emprendedor, según publica el medio 'AJ+Español'.
"Este joven indígena creó el “Wall-E boliviano”, y quiere inventar más robots de basura para ayudar a su comunidad", indica la descripción, que añade el video del mismo en Facebook, que casi llega a los 15 millones de reproducciones.
Humilde, como se caracteriza, el joven pidió "por favor ayúdenme para construir mi laboratorio. Hasta el momento el Gobierno boliviano no me esta apoyando", según un post en su perfil en la misma red social el pasado 17 de diciembre.
Ganador de la Olimpiada Estudiantil y recibió una beca universitaria y es considerado un 'genio' porque crea robots. Fue foco de varias entrevistas durante esta gestión, por utilizar "basura" para sus inventos, que buscan mejorar el estilo de vida de su familia.
La recopilación de "latinos que inspiraron en 2015" incluye además a los mexicanos impulsando una 'Revolución de la Pizza', para ayudar a personas en situación de calle; los jóvenes brasileños protestando contra un cambio en la ley penal; y las chilenas que cargarán tu celular con una planta.
"Este joven indígena creó el “Wall-E boliviano”, y quiere inventar más robots de basura para ayudar a su comunidad", indica la descripción, que añade el video del mismo en Facebook, que casi llega a los 15 millones de reproducciones.
Humilde, como se caracteriza, el joven pidió "por favor ayúdenme para construir mi laboratorio. Hasta el momento el Gobierno boliviano no me esta apoyando", según un post en su perfil en la misma red social el pasado 17 de diciembre.
Ganador de la Olimpiada Estudiantil y recibió una beca universitaria y es considerado un 'genio' porque crea robots. Fue foco de varias entrevistas durante esta gestión, por utilizar "basura" para sus inventos, que buscan mejorar el estilo de vida de su familia.
La recopilación de "latinos que inspiraron en 2015" incluye además a los mexicanos impulsando una 'Revolución de la Pizza', para ayudar a personas en situación de calle; los jóvenes brasileños protestando contra un cambio en la ley penal; y las chilenas que cargarán tu celular con una planta.
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