Sunday, March 19, 2017

Ingeniero de Santa Cruz es instructor a escala mundial


“Hace un año le agradecí a mi padre por haberme presionado para que pasara clases y aprendiera a hablar inglés”, dice Rolando Barja Elías, de 44 años, que hace diez días fue ascendido al grado de instructor de la Sociedad de Ingenieros de Telecomunicaciones por Cable y la Sociedad Internacional de Expertos en Banda Ancha (SCTE/ISBE por sus siglas en inglés).

Para entender la magnitud de este logro, se debe precisar que este cruceño es uno de los 16 instructores que hay en el mundo y el único entre ellos que habla español en la institución que aglutina a los ingenieros de telecomunicaciones de Estados Unidos, Inglaterra, China, Francia, Japón y Alemania.

Agradeció a su padre porque el idioma inglés fue fundamental para superarse y para ayudar a sus pares y al personal técnico de Cotas, donde actualmente es director de redes coaxiales.

Todo empezó en 2009 cuando creó una guía de bolsillo para los ingenieros y técnicos. “La elaboré con base en los manuales de la SCTE de Estados Unidos que solo estaban disponibles en inglés. La traduje y se las envié para que la aprobaran”, recuerda Barja. La traducción era tan precisa y su iniciativa gustó tanto, que le propusieron desarrollar un grupo de traductores en Latinoamérica.

Barja creó y fue presidente de un equipo de 39 traductores latinoamericanos que tradujeron 31 manuales. Actualmente ese grupo tiene más de 200 integrantes. “Queremos que los ingenieros latinos puedan tener las condiciones de los norteamericanos, porque tenemos la misma capacidad, la única diferencia es lo económico”, dice.

En lugar de atesorar para sí los conocimientos a los que podía acceder gracias al inglés, Barja ayudó a elevar el nivel de sus colegas y al mismo tiempo eso le permitió superarse a sí mismo, hasta llegar a posicionarse entre los ingenieros de telecomunicaciones de alta gama en el mundo.

Y va por más, pues ahora trabaja en la preparación de videos interactivos en castellano para capacitar a los ingenieros y técnicos. Su objetivo es dejar un legado para las futuras generaciones de ingenieros en telecomunicaciones tanto en Bolivia como en Latinoamérica, y está enfocado en ello.

De no haber tomado clases de inglés, Rolando Barja, que está casado con Viviana Domínguez y tiene un hijo adolescente, tal vez igual sería ingeniero de telecomunicaciones, pero de seguro no hubiese podido acceder a los conocimientos que le han permitido llegar hasta donde está.
“Hace un año le agradecí a mi padre por exigirme las clases de inglés. Se lo dije recién, porque cuando uno es muchacho, no lo valora”, reflexiona

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