Sunday, January 11, 2015

Una qhochala es la piloto más joven del continente

La cochabambina Paola Andrea Velasco Pinedo tenía nueve años cuando se subió por vez primera a un avión. Desde entonces volar la apasionó tanto que a los 18 años ya estaba firmando su primer contrato para trabajar en una aerolínea comercial de Bolivia.

Comenzó como ingeniera de vuelo a los 18 años, luego ascendió a copiloto y recién el 5 de diciembre de 2014, a los 26 años, fue nombrada piloto oficial de la aerolínea Boliviana de Aviación (BoA), lo que la convierte en la mujer más joven del continente sudamericano que ocupa ese cargo.

Pese a que su profesión es itinerante, ella se dio tiempo para hablar sobre su trabajo.

P: ¿Qué circunstancias le motivaron para incursionar en el pilotaje?

R: La primera vez que me subí a un avión fue a los nueve años. Era un vuelo comercial hacia Estados Unidos (EEUU) y estaba viajando con mi mamá. Desde entonces quedé encantada con la aviación.

P: ¿Algún familiar suyo está involucrado en la aviación?

R: No, mi abuelo Álvaro Pinedo, que murió hace tiempo, era un piloto frustrado. Recuerdo que le gustaban mucho los aviones, incluso escribía sobre ellos. Puede ser que su pasión haya influenciado un poco sobre mí.

P:¿Cómo fue su proceso de formación en el pilotaje?

R: Mi formación empezó en 2006. Luego de salir bachiller ingresé a la Escuela de Aviación Civil (Proboal) del Trompillo y terminé ese mismo año todo mi curso de piloto privado y comercial.

En mi escuela solo éramos tres estudiantes y yo tenía todo el tiempo disponible para volar bastantes horas a diario.

Todo esto me permitió terminar mi carrera en 10 meses. Gracias a Dios, mis padres tenían la solvencia económica.

P: Tras egresar, ¿Dónde fue su primera experiencia laboral?

R: Lanzaron una convocatoria e ingresé a AeroSur como ingeniera de vuelo. Estaba firmando mi primer contrato a los 18 años.

Recuerdo que era ingeniera de vuelo de un avión grande, un 727, que necesitaba tres tripulantes, piloto, copiloto e ingeniero de vuelo.

Me quedé en ese cargo como dos años, luego me ascendieron a copiloto y estuve otros tres años ocupando ese cargo en AeroSur.

P:¿Qué pasó cuando quebró AeroSur?

R: Luego de permanecer cinco años en AeroSur, lamentablemente quebró en 2012, sin embargo estuve desempleada poco tiempo porque Boliviana de Aviación (BoA) lanzó una convocatoria para copiloto a la que apliqué e ingresé en 2012 a esta aerolínea.

He estado como dos años y medio cumpliendo esa función, hasta que el pasado 5 de diciembre de 2014 se dio la oportunidad de ascender a capitán, piloto. Esto se dio gracias al crecimiento de BoA.

P: ¿Cuál fue su primer destino como piloto?

R: Era regional, de Santa Cruz a Cochabamba. Justamente mi mamá cumplía años al día siguiente de mi primer vuelo y ella me dijo que quería estar conmigo en esa primera experiencia, así que la traje a Cochabamba y se quedó un tiempo porque mi abuelita vive acá y luego la volví a llevar.

P: ¿La tripulación cómo reacciona al saber que usted pilota la nave?

R: Cuando los pasajeros me ven quedan impresionados, especialmente por la edad, hay mucha gente que cree que mientras más mayor eres estás más seguro. Pero una vez que me siento en el avión, todo está tranquilo.

P: ¿Hay aviones que son más difíciles de pilotar que otros?

R: La tecnología facilita mucho, mientras más nuevo es el avión es más fácil de pilotarlo. Lo complicado era la aviación de antes porque no habían las facilidades que hay ahora.

Ser ingeniero de vuelo creo que ha sido la mejor forma en la que pude haber empezado mi carrera, porque si bien no volaba, manejaba todos los sistemas del avión, desde el combustible hasta los sistemas eléctricos. Era la mano derecha del capitán.

P: ¿Qué avión pilota?

R: El que yo manejo ahora es el 737.

Actualmente los pilotos solo vuelan un tipo de avión a la vez, no se puede volar diferentes tipos, a no ser que estés actualizado.

Sin embargo, no se ha dado en el país que un piloto vuele dos tipos de aviones completamente diferentes.

P: ¿Qué opinión tenían sus colegas sobre su edad y su género?

R: Lo que más les chocaba era mi edad, pero poco a poco se fueron adaptando. La verdad es que la asimilación de la gente respecto a mi profesión fue mejor de lo que esperaba.

Creo que poco a poco me he ido ganando a la gente.

P: ¿Qué siente al saber que es la piloto mujer más joven del continente?

R: Es una gran satisfacción y al mismo tiempo una gran responsabilidad. Al ser la pionera en el pilotaje se siente también una mayor presión, si se puede llamar así, porque todo el mundo está al pendiente del rol que cumplo. Creo que de por sí uno ya sobresale.

P: ¿Qué le dice su entorno sobre su profesión?

R: Mi familia está súper orgullosa, sobre todo mis papás que están que vuelan por los cielos de tanta alegría.

Además, mis amigos, aquellos que están conmigo desde que empecé mi camino en la aviación también están felices.

P: ¿Qué es lo más complicado en la aviación?

R: Lo más complicado es el tema personal, los sacrificios que se hacen, pues la aviación demanda una entrega casi completa.

Mi vida gira en torno a mi trabajo, no estoy en feriados, fines de semana, cumpleaños, ocasiones especiales. Eso es lo difícil.

Esto no es rutinario, cada día es diferente, puede que hoy esté acá (en Cochabamba), después me programan algo nuevo y no llego donde tenía que dormir, entonces a veces haces planes y no se llegan a cumplir.

Por ejemplo, la pasada Navidad la pasé en Tarija, sola, sin cena, sin nada. Llegué a las once de la noche a ese departamento y ya estaba todo cerrado, así que la pasé sola en un hotel. En Año Nuevo estuve en La Paz.

Aunque por otro lado esto es bueno porque te enseña a valorar el tiempo que pasas con tu familia y eso es lindo.

P: ¿Qué pasará con la aviación cuando formes una familia?

R: Actualmente es muy difícil tener pareja, es complicado que comprendan que me gusta tanto esto, que no lo dejaría por una persona.

Creo que acá la sociedad es bastante machista todavía, por eso es difícil encontrar a alguien que acepte mi trabajo.

Cuando tome la decisión de tener hijos voy a dejar de volar, pero no voy a dejar la aviación porque podría dar clases en tierra y seguir con la instrucción.

Me gusta mucho la aviación que no la dejaría e intentaría equilibrar mi tiempo.

P: Tras este logro, ¿Tiene otras aspiraciones?

R: Me gustaría estar mucho tiempo volando, me gustaría conocer más lugares y nuevos continentes.

Por ahora, el viaje más largo que tuve fue con AeroSur, volamos a Madrid en el 747. Otros vuelos internacionales que tuve fue a Sao Paulo, Buenos Aires y Salta. También volé por todas las rutas nacionales.

Si es posible conocer todo el mundo, para mí sería buenísimo.

Apuntes.



En el mejor momento

La piloto qhochala Paola Velasco indicó que no se le han presentado oportunidades para trabajar en aerolíneas de otros países, sin embargo, afirma que por ahora quiere permanecer en Bolivia porque está “en el mejor momento de su vida”.

Su familia

Paola Velasco es la mayor de tres hermanos, tiene una hermana de 22 que estudia Comunicación Social y un hermano de 20 que realizó un curso de piloto privado.

Estudiar esta profesión demanda una inversión que oscila entre 9 a 15 mil dólares

Entre 9 y 15 mil dólares cobran las escuelas de aviación bolivianas para formar pilotos.

Gran parte de estas entidades están concentradas en Santa Cruz, debido a que las condiciones geográficas y meteorológicas de ese departamento son favorables en el proceso de práctica de los futuros pilotos.

Los estudiantes deben cumplir una cierta cantidad de horas de vuelo para obtener su licencia, pues dicho aval les dará la posibilidad de pilotar aeronaves, nacional e internacionalmente, en los países miembros de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI).

En el caso de la Academia Internacional de Aeronáutica Fénix, ubicada en el aeroparque Piraí, Santa Cruz, los futuros pilotos deben cumplir 160 horas de entrenamiento teórico, 115 de entrenamiento práctico, 95 horas de vuelo en un Cessna 150 y 20 horas en un Cessna 172 XP.

El monto que cobran por todo el curso es de 9.500 dólares, que consideran la alimentación, transporte y otros.

Por su parte, la escuela de aviación “Alas orientales”, (aeropuerto El Trompillo), cobra 13.500 dólares por un curso similar.

Algunas de las materias que imparten en el proceso de formación son fisiología del vuelo, navegación, seguridad de vuelo, peso y balance, entre otras.

Exigen los mismos requisitos a hombres y mujeres

Las mujeres que deseen cursar la carrera de aviación deben cumplir una serie de requisitos iguales a los de los postulantes varones, sin diferenciar el género.

Entre los requisitos que se piden están haber cumplido los 16 años de edad, demostrar que culminó la enseñanza secundaria, fotocopia de la cédula de identidad, poseer un certificado médico clase uno que esté otorgado en conformidad a la RAB 67, además el futuro piloto debe adquirir su bitácora de vuelo en la DGAC.

PARA VOLAR Ya cuando la mujer piloto egresa, algunos de los requisitos que deben reunir para que las aerolíneas comerciales bolivianas las contraten son: licencia de piloto comercial, saber inglés y dominar áreas como matemáticas y física.

Un piloto comercial tiene cerca de una semana de descanso al mes y su sueldo, en el mejor de los casos, asciende a los 20 mil bolivianos.

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