Los cuatro bolivianos ganadores de una convocatoria mundial, de la Agencia de Asuntos Ultraterrestres de la ONU en coordinación con el ZARM (Centro de Tecnología Espacial Aplicada y Microgravedad), están en Europa cumpliendo con la segunda parte del proyecto. Los experimentos se adaptaron a la plataforma de lanzamiento de la torre y desde ayer, 15 de noviembre, hasta el 28 de este mes, se realizarán varias pruebas.
En la aclimatación de los experimentos con Nitinol (biomaterial con memoria de forma) en condiciones espaciales, los becados trabajaron con ingenieros y personal del ZARM, en Bremen (Alemania); una vez realizado este proceso y cumplidos todos los requisitos de seguridad, ayer empezaron a realizar las pruebas de tres experimentos: Ruptura del nitinol; tiempo y nivel de configuración del nitinol y un simulador de corazón. “Mediante este simulador nosotros probaremos un dispositivo para cardiopatías en condiciones espaciales”, manifestó el ingeniero mecatrónico chuquisaqueño Diego Rojas, parte del equipo boliviano.
Rojas explicó que por lo delicado del experimento (al caer de 150 metros de altura sufre una desaceleración de nueve veces la gravedad, pudiendo romper algunos componentes) llevaron a Alemania un repuesto de todos sus componentes.
Si bien la ONU está pagando los pasajes y estadía, todos los gastos de creación del experimento en Bolivia corrieron por cuenta del equipo ($us 3.000), pues no cuentan con el apoyo de ninguna institución privada o pública. “Fue un gran sacrificio, pero estamos seguros que esta oportunidad es única para mostrarnos como bolivianos, aportar con conocimiento real a la literatura mundial y colocar nuestro grano de arena como investigadores espaciales”, detalló.
Al finalizar el experimento, las conclusiones serán publicadas por la ESA en un artículo científico.
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