Por primer vez una mujer boliviana asumirá en octubre la vicepresidencia para América Latina y El Caribe del Consejo Mundial de Energía (WEC). Las petroleras aún aguardan la reglamentación de la Ley de Incentivos. Considera que el 2015 fue un año difícil y que el 2016 será complejo
En medio de la turbulencia por la caída internacional de los precios del petróleo, a partir de este año, la presidenta de la Cámara Boliviana de Hidrocarburos y Energía (CBHE), Claudia Cronenbold, ocupará por tres años el cargo de vicepresidenta para América Latina y el Caribe del Consejo Mundial de Energía (WEC, por sus siglas en inglés).
Es la primera vez que una boliviana llega a este organismo especializado en energía en el contexto internacional.
¿Qué significa la WEC y cómo es que una mujer cruceña llega a ese sitial donde participan más de 3.000 organizaciones públicas y privadas de unos 90 países?
Son aproximadamente 100 países. Es el organismo más representativo de energía. Nosotros como Cámara Boliviana de Hidrocarburos y Energía somos parte del Consejo Mundial de Energía.
Venimos desarrollando un trabajo serio y responsable. Hace dos años nos visitó el secretario general del Consejo Mundial, Christoph Frei, y quedó impresionado con el trabajo que realizamos en la CBHE y en esa oportunidad me hizo la invitación para participar del grupo de estudio, que es una agrupación estratégica del Consejo porque es la que analiza y hace los estudios que ayudan a mejorar el clima de negocios y la seguridad energética en el mundo. Hace dos años que vengo trabajando en este grupo y también he participado en varios paneles.
Asimismo he conocido a la presidenta del Consejo Mundial de Energía, Marie-José Nadeau, que a la vez es presidenta de la empresa de energía más importante de Canadá. En base a estas intervenciones y al trabajo que viene desarrollando Bolivia es que me hacen la invitación para ocupar la vicepresidencia.
¿Qué importancia se está dando a la energía a escala mundial?
Mire, en 2015 hubieron dos hechos tracendentales; el primero es que en la ONU se ha reconocido la importancia de la energía para el desarrollo humano en la región; luego se ha fijado el objetivo que establece que la energía es un factor crítico para ese desarrollo, de ahí la necesidad de que sea accesible para todos.
¿De qué tipo de energía estamos hablando?
En general. Estamos hablando de energía eléctrica, gas, petróleo, fósil, eólica, solar, etc. Hay otro punto importante, es la Cumbre de París en la que también los representantes del mundo han reconocido que hay un impacto causado por el ser humano en medio ambiente y que debemos hacer algo para no tener más efectos.
Por ejemplo, la energía en base a carbón ha aumentado los costos de financiamiento, es cada vez más difícil apoyar un proyecto de energía a través del carbón. A eso le sumamos, que ahora hay un momento crítico de los precios internacionales del petróleo que están generando tanta inestabilidad, pues han tenido variaciones grandes que no generan certeza de cómo se van a reconfigurar los proyectos, que tan viables son, si las empresas van a poder readecuarse, si los países podrán readecuarse o qué va a suceder con los precios a largo plazo.
Cómo estamos en la región?
En la región donde seré representante para América Latina y el Caribe, tenemos 30 millones de personas sin acceso a energía; entonces el aumentar allá la oferta de una manera económica y al mismo tiempo preservando el medio ambiente, solo será posible si hay un trabajo conjunto entre el sector privado, el público y la sociedad.
Se deduce que es un desafío muy grande estar en ese lugar. ¿Qué retos o desafíos se ha propuesto en este organismo internacional y qué beneficios puede lograr para Bolivia desde sus funciones?
Este desafío lo acepto con el apoyo y respaldo de todos los asociados de la CBHE, realmente agradezco al equipo ejecutivo y operativo del gremio porque así nuestra institución se fortalece. Dentro de los objetivos principales que hemos vislumbrado está el fortalecimiento de la región. Cada uno de los países tiene un representante en el Consejo Mundial de Energía. Por lo tanto, en América Latina y el Caribe tenemos una gran oportunidad de integración y complementación.
En la región, hemos avanzado muy poco en la integración, hay pocos proyectos, siendo que hay gran potencial. Si logramos esta complementariedad se puede resolver el tema del acceso a la energía de 30 millones de personas.
En lo concerniente a Bolivia, el Gobierno ha anunciado una estrategia de convertir al país en el corazón energético de Sudamérica. Nosotros como Cámara y representante del Consejo Mundial de Energía, cargo que asumiré en octubre, creemos que podemos contribuir a ese objetivo. El otro objetivo es cómo logramos atraer inversiones, cómo hacer que los empresarios tengan apetito de invertir en la región. Si el Gobierno logra concretar muchos de los proyectos energéticos que señala tendríamos otra Bolivia, porque se trata de planes de gran envergadura que cambian nuestra matriz de ingresos.
Son proyectos de largo plazo, difíciles, que tienen montos de inversión importantes y tal vez uno de los desafíos más importantes es pensar que estos proyectos tienen que ser bien remunerados en el sector privado. Desde el punto de vista del sector privado es importante ser parte de la negociación, parte de la mesa de trabajo, porque al final somos parte de la solución.
Todo debe empezar con una voluntad política ...
Es importante lo que hacen los gobiernos de Bolivia, Argentina y Brasil. Todo empieza con voluntad política, pero es fundamental que el sector privado sea parte de los proyectos.
Tengo entendido que uno de los aspectos clave para el Consejo Mundial es el ‘trilema energético’: disponibilidad, acceso y asequibilidad a la energía y mitigación del impacto ambiental. ¿Qué avances hay en este tema?
El trilema nos dice que se debe tener un desarrollo armónico tanto en las inversiones como en los proyectos. Los proyectos deben ser rentables pero al mismo tiempo deben ser asequibles. Yo no puedo tener un precio de energía que inviabilice el desarrollo productivo del país, el desarrollo económico, entonces, debo equilibrar entre la rentabilidad que tengo que dar a los inversionistas y el costo que debe pagar la sociedad por la energía que recibe.
El tercer elemento es que no se debe sacrificar el medio ambiente para dar más rentabilidad.
¿Cómo ve al sector en el país, tomando en cuenta que las políticas gubernamentales se han propuesto exportar energía en los próximos años?
Nosotros producimos en torno a 60 millones de metros cúbicos por día de gas natural, consumimos 12 millones, el resto lo exportamos a Brasil y Argentina, entonces hoy en día ya cumplimos una función de integración importante. Brasil consume más o menos 100 millones de metros cúbicos por día y tiene 32 millones de Bolivia, de su sector industrial prácticamente el 80% es gas boliviano.
En Argentina, nuestra participación es menor en su matriz energética, pero tenemos importancia. ¿Qué nos falta?, yo creo que voluntad política, un encuentro de objetivos y luego vienen las negociaciones de contratos, de hacer viables las inversiones. Necesitamos inversión en exploración, infraestructura, transporte. Para exportar energía eléctrica igual, los proyectos anunciados por el Gobierno requieren montos importantes de inversiones.
Con relación a los precios del petróleo. A comienzos de semana, hubo la decisión de Catar, Arabia Saudí, Rusia y Venezuela de congelar la producción a sus niveles de enero, con el fin de estabilizar el precio del hidrocarburo. Sin embargo, el precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) sigue a la baja, al parecer sin que el mercado haya reaccionado al alza por el acuerdo anunciado por los países para congelar su producción, ¿Qué análisis le merece esta situación?
Hoy el precio del petróleo está por debajo del costo de producción de la mayor parte de los proyectos y no ha habido una caída de producción en la misma magnitud, es decir, las empresas están produciendo a pérdida.
¿Por qué no paran?, me pregunto, si mientras más producen más pierden. Creo que es porque es muy difícil retomar la producción. Cuando yo cierro un pozo a veces daño el reservorio para volver a activarlo no vuelve con el mismo nivel de producción, creo que las grandes empresas estaban esperando una reacción del precio.
Considero que el precio actual no es sustentable. Ahora el acuerdo firmado entre estos cuatro países está condicionado a que otros países se sumen y ha tenido un leve impacto inmediato en el precio, pero realmente es una incógnita en cuanto a qué va a suceder. Nos preocupa porque a medida que no hay rentabilidad de los proyectos no hay inversiones nuevas, no hay caja para hacerlo.
Usted señala que las compañías no paralizan. ¿Cómo están las empresas petroleras en Bolivia?
En Bolivia tenemos una ventaja en nuestra fórmula de los dos contratos gasíferos pues se actualizan cada tres meses y son promedio móviles de los últimos seis meses, entonces es un poco gradual. De todos modos, la situación es complicada, las empresas están haciendo todos los esfuerzos por disminuir sus costos, por priorizar proyectos, etc. Realmente el año 2015 ha sido muy difícil para el sector y el 2016 se ve más complejo.
Pese al anuncio de los incentivos petroleros no se observa mayor dinamismo en el sector, ¿A qué atribuye usted esta situación?
Nosotros aún estamos aguardando la reglamentación. La ley da un marco general de cómo van a ser los incentivos. La verdad, con este escenario actual de precios esta ley de incentivos ayuda, mejora la atracción de los proyectos pero el escenario global es muy complejo. Todas las empresas están trabajando para equilibrar sus planes.
¿Cómo ve el desempeño de las petroleras en Bolivia?
Nosotros hemos decidido que queremos una actuación estratégica y liderada por el sector público. Tenemos a YPFB y sus subsidiarias que son principalmente las que tienen más inversiones en proyectos nuevos. Nosotros en el sector privado tenemos varias empresas con inversiones nuevas en exploración pero, como le digo, vamos a esperar el reglamento.
Hace dos semanas el ministro de Hidrocarburos afirmó que van a continuar las grandes inversiones ¿Es así?
Sin duda. Sin embargo, las empresas tienen una visión de largo plazo, este negocio es de mucho riesgo. Hay mucha cautela en el sector, pero no se deja de invertir. Se reduce el paso y uno es más selectivo. Si antes algunas empresas hacían cuatro proyectos, probablemente ahora hagan dos y si antes un plan era un poco atractivo ahora probablemente no se lo ejecute
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