Sunday, July 6, 2014

Oftalmólogo boliviano recibe título de doctor honoris causa

La solidaridad y la ayuda que otorgó a más de 10.000 pacientes en 30 años de trabajo hicieron que el oftalmólogo boliviano Joel Moya recibiera el título de doctor honoris causa en salud, otorgado por la Organización Internacional para la Capacitación e Investigación en Medicina (OICIM).

Es el primer médico boliviano de la especialidad que obtiene ese reconocimiento en vida. "Me siento feliz y orgulloso de haber recibido el reconocimiento, no me lo esperaba”, dijo el también director del Instituto Nacional de Oftalmología (INO) a las casi dos semanas de retornar de la Riviera Maya, en Cancún, México, donde la OICIM le otorgó medallas y reconocimientos.
"En el evento, vívidamente recuerdo cómo los médicos de otros países como Argentina, Perú, Ecuador y otros buscaban una oportunidad para felicitarme”, cuenta con una sonrisa.
Explica que la organización convoca cada dos años hasta a cuatro profesionales de diferentes especialidades, de 14 países, para que participen en un congreso, en el cual evalúan la profesionalización, la capacitación, la solidaridad y la práctica en docencia que tiene cada experto y de acuerdo con ese examen de méritos los galardona.
Participaron tres profesionales de La Paz, Tarija y Cochabamba en ese congreso. Moya dice que el reconocimiento que recibió se los debe a los más de 10.000 pacientes que tuvo durante 30 años de trabajo y por los cuales recorrió casi todo el país.

"Las miradas felices de aquellas personas que me agradecían por volver a ver, tras una cirugía de catarata o glaucoma, no tienen precio”, afirma.
Con esa motivación, constantemente buscó el financiamiento de diferentes organizaciones -el Club de Leones, la iglesia mormona, los franciscanos y el INO- para pagar los insumos o medicamentos que le permitieran realizar gratis todas las cirugías.
El médico, oriundo de Cochabamba pero radicado en La Paz, dice que la labor social le llevó al área rural de todo el país. "La FAB nos colaboró llevándonos a diferentes lugares, casi inaccesibles. Fuimos desde Bermejo hasta Cobija. Tuvimos más de 250 expediciones”, rememora.
Cada actividad lo motivaba más. "La gente más necesitada está en el campo y no puede acudir a la ciudad. Por eso, nosotros vamos a donde ellos”, agrega.
Además de las alegrías, Moya también tuvo tristezas. "Recuerdo que hace tiempo llegó al Hospital del Niño un pequeño de cerca de dos años con todo el cuerpo quemado, incluyendo la parte de los ojos. Me convocaron. Él estaba en un aparato lleno de agua y lo único que permanecía afuera era su cara”.
Logró salvarle la vista, pero lamentablemente su cuerpo no resistió y murió. "Me dolió mucho, creí que se salvaría. Yo luché por él”, se lamenta.
Moya comenta que hace 40 años tomó la decisión de ser médico, motivado por su madre. Estudió siete años la carrera de Medicina y luego fue a la mina de Huanuni de Oruro, donde realizaba exámenes de laboratorio y rayos X.
Allí se le presentó la oportunidad de postular a una beca para especializarse en oftalmología, durante tres años, en Brasil.
"No me arrepiento de haber optado por esta especialidad. Amo mi trabajo y creo que, humildemente, puedo ayudar a algunas personas que lo necesitan”, asegura el profesional que recibió la distinción.
De 65 años, el médico Moya trabaja cerca de 18 horas al día los siete días de la semana y nunca ha dejado de hacer tareas sociales en favor de sus pacientes. "Vale la pena”, asegura.

El respaldo de su familia fue fundamental en su trabajo

El oftalmólogo Joel Moya afirma que la colaboración de su familia fue fundamental para que realice su labor social y para que se capacite todos los días.
"Qué hubiese sido de mí sin el apoyo y la comprensión de mi esposa (Silvia Miranda) y la de mis hijos. Muchas veces no llegaba a casa por una semana”, resalta el oftalmólogo.
Además, la constante capacitación en su especialidad -es cirujano en glaucoma- demandaba varias horas de estudio.
"Por mis manos pasaron varios aparatos, con los que hacía las operaciones, desde las más complejas, que eran equipos grandes, hasta las menos complicadas, que son las que actualmente manejo”, recalca. Explica que con esas máquinas se lograba hacer hasta dos cirugías al día, pero ahora se efectúan hasta 20.
Pese a que quiso que sus dos hijos fueran médicos como él, ninguno optó por seguir sus pasos. "‘No, papá, demanda mucho trabajo’, me dijeron”, cuenta. Su hijo es magíster en auditoría y su hija, la menor, se tituló como administradora de empresas.

Saturday, July 5, 2014

Críticos destacan la obra del boliviano Siles en Washington

La pintura de Bernardo Siles muestra una evolución significante de su estilo anterior, donde su selección todavía incluye piezas que evocan simples grupos de franjas de color transparente o agrupaciones de líneas (...)”.
De esa forma, Mark Jenkins, reconocido artista y crítico cultural del diario estadounidense Washington Post, destacó la obra del boliviano Siles, quien expuso hace unas semanas una colección de obras en la Galería Plan B, ubicada en aquella ciudad.
En la muestra, Siles expuso una colección de pinturas abstractas "que demuestran su precisión como arquitecto e indicios del estilo de vida cosmopolita”, se lee en la nota de prensa.

Desde 2012, Siles presentó varias muestras individuales y de esas exposiciones varias fueron resaltadas por críticos y periodistas de importantes medios de comunicación. "Varias de sus muestras se han ubicado entre los tres eventos más interesantes para visitar en la capital del norte, donde existe una comunidad artística próspera con obras de arte icónicas e inspiradoras del mundo entero”, según la nota de prensa.
En septiembre de 2013, la revista John Eric Home destinó 10 páginas, incluida la portada principal, a resaltar no sólo el trabajo artístico de Siles, sino también a mostrarlo en su faceta más personal.



Siles es arquitecto y artista. Estudió en la Universidad Mayor de San Andrés; en Saint Louis University en Madrid, España, y en la Fundación Rafael Leoz en Madrid. Trabajó como arquitecto en Washington DC en las compañías Ellerbe Becket, Ai, Core y Perkins & Will, entre otros. Radicó en Chile y España, y en la actualidad tiene su residencia en Washington (Estados Unidos).
El creador boliviano pintó un retrato, por encargo, de su padre, el expresidente de Bolivia Luis Adolfo Siles Salinas, que se expone en la galería permanente de los mandatarios en la Casa de la Libertad, en Sucre,

Boliviano recibe un Cannes por campaña publicitaria

Javier García simplemente sueña despierto. A sus 29 años, este publicista boliviano, que reside en Buenos Aires, recibió dos Leones en Cannes por una campaña realizada junto al colombiano Juan Manuel Quintero y al equipo de la agencia Grey Argentina sobre la lucha contra el cáncer de mama, promovida por la empresa Pantene.
La ingeniosa idea de promover entre las mujeres un auto examen en la ducha mientras se aplican un producto Pantene en el cabello, le valió este premio internacional, considerado el más importante en el ámbito publicitario.
"Es un logro muy alto. Es como ganar un Oscar entre cineastas. Esto significa mucho para mi carrera y para la agencia, porque los clientes reafirman su confianza”, expresa Javier en contacto con este medio vía Skype.
La campaña de la agencia Grey -que fue lanzada en octubre de 2013- fue seleccionada entre más de 37.000 piezas creativas inscritas en este prestigioso festival, donde participan agencias de publicidad de todo el mundo.
Con el objetivo claro de hacer que las mujeres le dediquen tanto tiempo a su salud como al cuidado de su cabello, lanzaron el tratamiento Pantene Life Care que incluye en sus instrucciones el paso a paso para un auto examen mamario durante los tres minutos que el producto tarda en hacer efecto en el cabello.
"Era el momento adecuado para ayudar a crear el hábito de realizarse el auto examen. Así que decidimos modificar las instrucciones de uso del producto a nuestro favor”, dice.
Con la experiencia y talento de los directores creativos Hernan Kritzer, Lisandro Cardozo, Diego Medvedocky y la productora Palermo Films pronto materializaron la idea con spots televisivos, videos tutoriales en redes sociales y folletos con instrucciones de uso del producto.
Sin esperarlo, en las primeras tres semanas de la campaña alcanzaron a más de 20 millones de usuarios en Facebook y los videos tuvieron más de dos millones de reproducciones en You Tube. También llamaron la atención del Ministerio de Salud de Bueno Aires, que pronto se sumó a este movimiento de belleza y salud.
"Esto es muy distinto a lo que se ha mostrado en otras campañas. Se habla del cáncer pero no se habla abiertamente del auto cuidado para poder prevenirlo”, comenta Alejandra Fontao, directora del Instituto Provincial del Cáncer en Argentina.
Según expertos, la importancia de la detección temprana radica en que los tumores de menos de un centímetro tienen hasta un 90% de posibilidades de recuperación. Y ese es, justamente, el mensaje que quisieron dejar a las mujeres de Latinoamérica.
"Nos las arreglamos para generar no sólo la conciencia y la acción, sino también para acercarnos a las mujeres. Nos convertimos en una marca más relevante, introduciendo un concepto más amplio de la atención a la belleza y el cuidado de lo más importante de todo: su vida”, dice García.
Pasión por la publicidad
Llegar a este punto de reconocimiento le costó años de arar el camino que tanto había deseado seguir.
Al poco tiempo de haber terminado la carrera de Marketing y Publicidad, en su natal Cochabamba, junto a su colega Ignacio Rojas, decidió abrir su propia agencia llamada Hemisferio Centro, con el que recibieron algunos premios publicitarios.
"Con el tiempo me sentí estancado en el entorno y decidí que era momento de aprender más de este oficio que amo, así que decidí tomar mis maletas y probar suerte en un postgrado en la Escuela Superior de Creativos en Buenos Aires”, relata.
Fue así que llegó a tierra argentina hace dos años, donde no sólo creció como profesional trabajando en Del campo Saatchi & Saatchi, una de las agencias de publicidad más emblemáticas del mundo, sino que conoció a otros publicistas que lo ayudaron a crecer en su área como creativo.
Aunque extraña mucho su país natal y tiene la intención de retornar para aportar en el crecimiento de la industria publicitaria, por el momento considera que todavía tiene un largo camino que recorrer, ganando experiencia en este oficio que tantas satisfacciones le ha dado.
Es por eso que con la persistencia, curiosidad y capacidad de análisis que lo caracterizan, Javier García piensa en las nuevas campañas que lo esperan.
Para él este trabajo es un desafío permanente que le permite resolver problemas de maneras que otros, quizás, nunca habrían imaginado.

Bolivia y los festivales Cannes Lions
El publicista Javier García considera que en Bolivia hay una nueva generación de profesionales en el área con muchas ganas de crecer y de hacer cosas diferentes.
"Lo principal siempre serán las ideas y para eso no hay excusa que valga. Luego está lo difícil, que es llevar a la realidad esas ideas y para eso es necesario que crezca nuestra industria, no sólo los creativos”, opina.
Otra clave para avanzar en este campo es generar una propia identidad que refleje nuestra realidad, con contenidos que traspasen los medios y repercutan en la gente.
También considera que todavía hace falta potenciar el ámbito educativo con escuelas publicitarias y que exista más participación de las agencias en festivales como Cannes Lions.
"Este año sólo se presentaron dos trabajos de Agencias Bolivianas, mientras que Argentina participó con 3.500. Es imposible ganar cualquier cosa sin intentar participar”, asegura.