Monday, October 23, 2017

Endocrinólogo boliviano recibirá distinción en los Emiratos Árabes


El 4 de diciembre de 2017 el médico endocrinólogo Douglas Villarroel, con formación en México y con doctorado en la Universidad San Francisco Xavier de Chuquisaca (USFX), dará un discurso frente a un auditorio con capacidad para 20.000 personas, en el que están invitados médicos, investigadores y profesionales involucrados en el área de la salud, al momento de recibir la distinción IDF Award Lectures otorgada por la Federación Internacional de Diabetes (IDF) en el congreso internacional que se realizará en Abu Dabi, en los Emiratos Árabes.

¿Cómo recibe la noticia de esta distinción por parte de la IDF?
Estoy gratamente sorprendido y lo considero muy importante porque la IDF es una institución que engloba a todas las organizaciones científicas, médicas y educativas. En años anteriores lo ganaron médicos europeos y estadounidenses, por lo que este año decidieron que querían destacar a un profesional de Sudamérica con trayectoria en la prevención, el tratamiento y la cura de la diabetes.

¿Tiene pensadas las palabras que dirigirá ante el auditorio?
Sí, quiero referirme a la preocupación que tengo de que cada vez más gente joven está padeciendo de diabetes y de la importancia de la prevención para combatir esta enfermedad, que está considera dentro de las cuatro enfermedades que están matando a más personas en el mundo, dentro de las categorías de no transmisibles. Para dar un ejemplo: esta semana atendí a un niño de 12 años que tiene diabetes por el exceso de la comida chatarra y por la falta de ejercicio. Es verdad que lo genético tiene que ver a la hora de adquirir la diabetes, pero el 'gatillo’ lo dispara la mala alimentación, el cigarro y las bebidas alcohólicas.

Usted dirige una clínica modelo en el tratamiento y prevención de la diabetes ¿Qué características tiene este centro?
Se encuentra en Palacios, una comunidad ubicada a 110 kilómetros en la provincia Ichilo, la atención es gratuita, al igual que la dotación de remedios y las pruebas de laboratorio. La clínica cuenta con internet satelital, tiene cultivos para comida saludable y su propio sistema de agua. El terreno fue una donación de Milton Parra, que murió de cáncer de pulmón pero antes de fallecer quiso donarnos el lugar para que cumpla una función social, luego hablé con amigos de una universidad de Estados Unidos, que se comprometieron con el proyecto y nos vienen ayudando desde hace 17 años. En total estimo que invirtieron en el centro unos $us 2 millones.

¿Considera que este modelo se puede repetir?
Se puede hacer en cualquier municipio, en cualquier parte del país. Pero para esto tiene que haber la voluntad por parte de las autoridades de salud para que se establezcan políticas que incentiven la prevención de la diabetes, que es una parte muy importante que está siendo descuidada. Pese a que nuestro centro está un poco alejado, cada día recibimos decenas de pacientes de todo el Norte Integrado. Tenemos sus datos, sabemos dónde viven, qué enfermedades tienen, les damos recomendaciones para que tengan hábitos saludables y se les realizan controles regulares.

El 14 de noviembre es el Día Mundial de la Diabetes, tengo entendido que realizará una campaña dirigida a las mujeres...
Estamos en coordinación con la revista Para Ellas de El Deber para realizar una campaña en la que ponemos énfasis en los diferentes factores de riesgo para la mujer, porque esta enfermedad les afecta más a ellas que al hombre en el sentido de dañar órganos, como el corazón y otras partes de su cuerpo.

¿Qué consejos de prevención le deja a la sociedad en general?
Creo que en nosotros reside el poder de cambiar nuestro destino si cambiamos nuestro estilo de vida. El sedentarismo es una de las principales amenazas. De cada cuatro personas con diabetes, tres mueren de un ataque al corazón, porque la enfermedad acelera la acumulación de grasa y bloquea los vasos sanguíneos.

Saturday, October 7, 2017

Will Smith elogia a pianista y niño prodigio boliviano


El destacado actor y cantante estadounidense Will Smith asistió a una presentación de José André, el niño boliviano pianista que reside en EEUU, en Finlandia, y quedó tan encantado con su talento que lo elogió en su cuenta personal de Facebook.

“Tuve el placer de conocer a un pianista de jazz de 12 años José André ayer. Formó su primera banda a las 6. Lanzó su primer CD a los 8. Actuó para miles a los 12. No dejes que nada ni nadie te impida hacer todo lo que has soñado", publicó el artista acompañado de una foto de ambos.

José André también comentó su grata experiencia en Facebook, donde escribió: "Muy feliz por haber conocido a una persona tan increíble como Will Smith! Fue un placer querido amigo, tienes un gran corazón! Me siento feliz por el concierto que compartí con grandes músicos y artistas! y muy emocionado por la respuesta de ese público maravilloso! Gracias gracias a la vida!".

La publicación de ambos artistas se llenó de comentarios positivos que destacaban sus carreras y su calidad de persona.

El niño pianista cochabambino participó de un workshop en Roma (Italia); el lunes y martes se presentó en la Nordic Business 2017 en Helsinki (Finlandia), frente a mentes brillantes y futuros líderes empresariales, como el actor y músico Will Smith, el autor y orador motivacional Nick Vujicic y el exdirector del Instituto de Estudios Espaciales de la NASA James Hansen. El 14 tocará con su trío de niños músicos: Gabriel Severn (bajo), José André (piano) y Eli White (batería), en Washington DC.

En Trinidad todos hablan de Ibrahim, el pequeño héroe


Ibrahim Yuja Rico apenas tiene 10 años, pero en Trinidad hay quienes lo consideran un pequeño héroe. Está en quinto de primaria en el colegio La Salle en Cochabamba, pero el domingo 1 de octubre estuvo en Trinidad visitando a su padre, Alejandro Yuja, a bordo de una moto de agua jet sky que hizo la diferencia a la hora de salvar la vida de dos personas que se estaban ahogando en el caudaloso Mamoré, a la altura de Puerto Geralda.

¿Se siente como un héroe? Sí, pero tiene sentimientos encontrados. “Vi ahogarse a la otra persona y no la pude salvar. Me costó dormir y seguía asustado, vi la cara de la niña cuando se ahogaba”, se lamentó.

Una tragedia
Según el reporte de las autoridades del Centro de Operaciones de Emergencia (COE) de Beni, el hecho se suscitó en la comunidad de Puerto Geralda, a 10 kilómetros de la ciudad de Trinidad, cuando la menor de los hermanos Espíndola saltó al agua para recuperar una pelota. Acto seguido, las otras víctimas ingresaron al río para rescatar a la niña de 11 años, sin embargo, varios perecieron.

“Son cuatro personas en total, tres son miembros de una misma familia. La mayor era de 30 años, seguida de otro de 21, otra de 18 y la menor de 11 años. Los cuerpos fueron rescatados gracias al trabajo de los rescatistas del COE, la Armada, el SAR de la FAB, los bomberos voluntarios y Bomberos Antofagasta”, indicó Cristian Cámara, director del COE, que destacó la labor de 39 horas en el caudaloso río.

Si bien cuatro personas fallecieron, dos se libraron de la muerte gracias al rescate de Ibrahim y su padre, Alejandro, a bordo de la motonáutica.

Segundos decisivos
Ibrahim no sabe nadar y la moto en la que estaban a bordo es muy liviana, según explica el papá: “(Unas personas) Nos hacían señas y nosotros pensamos que querían que les pasemos la pelota, pero cuando lo hicimos vimos que se estaba ahogando una joven y otra salió de abajo de la moto. Le dijimos que se agarre de la jet sky y a la otra que se aferre a la joven que se agarraba de la moto. Ibrahim me dijo: ‘Yo las agarro papá’”.

El padre de familia reconoce que divisaron a una tercera joven lejos de la moto, a la que no pudieron socorrer en ese momento. “El jet es muy liviano en el agua, incluso cuando lo apagás sigue avanzando, peor si está oleando como esa tarde. Eran hartos los que estaban ahí tratando de nadar, la más vulnerable era la joven a la que logramos poner detrás del jet. A la joven que estaba más lejos le vimos la cabeza y los brazos y luego se sumió en el agua y ya no la volvimos a ver”. Alejandro explica que tuvo que tomar decisiones en cuestión de segundos. “No quería tumbar a las que estaban rescatadas, tampoco podía bajarme a rescatar a la que estaba más lejos y dejar a mi hijo. Al final salvamos a dos y las arrastramos hasta la orilla”.

Ibrahim se lamenta porque después cuando fueron a buscar a la otra joven ya no la encontraron más. Esta primera experiencia traumática le dejó sentimientos encontrados. “Me siento bien por salvar a las dos chicas y triste porque no se pudo salvar más. En cuestión de minutos la vida puede dar un giro”.