Sunday, September 8, 2013

EL INGENIERO EDUARDO VALDIVIA, QUIEN OCUPó LA PRESIDENCIA DEL DIRECTORIO DE MISICUNI, TRABAJA EN MOZAMBIQUE (ÁFRICA)

Abastecer de agua potable a ciudades que albergan hasta 600 mil habitantes es la tarea que llena de orgullo al ingeniero Eduardo Valdivia, un cochabambino que decidió aceptar el desafío de trabajar en el extranjero, en Mozambique, África, a 10 mil kilómetros de Bolivia.

Valdivia dirigió pequeños y grandes proyectos en el país. Uno de los más importantes que encaró en Cochabamba fue el de Misicuni, como presidente del directorio de esta empresa.

"Recibí invitación de una empresa del Canadá para trabajar en el África y la acepté, considerando que en Bolivia vivíamos un período difícil, con varios años de poca actividad en proyectos de infraestructura, precios bajos, corrupción e inestabilidad política", explica vía e-mail desde ese continente.

Desde que salió del país ha desarrollado su actividad en Mozambique, pero debe viajar regularmente a Canadá, país sede de la empresa, para coordinar con los ejecutivos.

Los proyectos que actualmente está implementando en el norte de Mozambique, con su equipo de trabajo, se concluirán hasta fin de año.

Sobre su futuro, Valdivia adelanta que continuará trabajando para esta empresa del Canadá en los proyectos internacionales y domésticos, en una función como Director de Proyectos.

EMPEÑO

"Esfuerzo y sacrificio". Valdivia aconseja que todo profesional que desea triunfar en su país o en el exterior debe poner en práctica estos dos conceptos para obtener buenos resultados.

Y para lograrlo, Valdivia recomienda, primero, vencer los preconceptos que se manejan en el exterior: que los profesionales bolivianos sólo tienen oportunidad en trabajos que implican el uso de la fuerza física.

"La gente se conoce en los ámbitos profesionales, en cada sector, porque el mundo es muy pequeño. Todo lo bueno que uno hace se sabe, así como lo malo", apunta.

Insiste en que si bien es difícil triunfar en el exterior, "para tener éxito uno debe esforzarse y sacrificarse mucho".

¿Cuáles son las satisfacciones que ha conseguido en estos siete años?, le consultamos.

Según Valdivia, las satisfacciones son muchas: desde lo económico, ya que la remuneración es significativamente mayor de la que se percibe normalmente en el país; hasta la realización profesional.

"He dirigido con éxito las obras del proyecto más grande que es en Nampula (provincia de Mozambique), el cual se encuentra en la fase final de implementación", explica.

Asimismo, señala que es una satisfacción personal vivir y trabajar en un ámbito totalmente diferente como es África "con todos sus desafíos y maravillas".

Otras ventajas, según Valdivia, es conocer otros países y culturas, además de ayudar a gente que tiene la necesidad de algún servicio.

"Pero también hay desventajas, claro, como la de estar lejos de la familia y amigos, no disfrutar de la buena comida cochabambina", afirma.

SU EXPERIENCIA

Valdivia destaca que gracias a su trabajo como ingeniero y responsable de varios proyectos en Bolivia adquirió una basta experiencia que ahora la aplica en África y que le permite encontrar soluciones a problemas complejos.

"En Bolivia he tenido la satisfacción de trabajar durante 25 años en muchísimas obras importantes, de diversa índole y tamaño, desde Misicuni hasta proyectos de microrriego, beneficiando a pequeñas comunidades en las zonas más pobres de Bolivia", puntualiza.

Y, como sucede con muchos bolivianos, Valdivia está convencido de que retornará a Bolivia, una vez que haya adquirido más experiencia para aportar al desarrollo del país.

"Bolivia está todo el tiempo en mi corazón. Mi familia está allá y regreso cada dos meses por unas semanas a descansar", complementa.

ANÉCDOTAS

BUENAS Y MALAS

Una de las anécdotas que más recuerda es aquella que le sucedió en Formosa (Argentina), cuando viajó a esa provincia como Jefe de Proyecto para realizar un estudio de la rehabilitación y ampliación de las ciudades fronterizas de Clorinda y Nanawa.

En esa oportunidad fue recibido por autoridades provinciales argentinas, quienes se quedaron muy sorprendidas al saber que era boliviano. "Nunca se habían imaginado que un ingeniero de ese país tendría que resolverles su problema de agua".

Otra anécdota, bastante ingrata, fue cuando viajó por primera vez al África. "Tanto en San Pablo (Brasil) como en Johannesburgo (Sudáfrica) prácticamente me desvistieron en los controles de la Aduana, buscando droga, ya que dijeron que de Bolivia la mayoría de los pasajeros son traficantes. Esa es la imagen que tenemos en el exterior”, finaliza.


No comments:

Post a Comment