Tuesday, December 15, 2015

Wilma Strauss, una vida dedicada al misterioso mundo de los parásitos

Con los ojos puestos en el microscopio, analiza a un viejo conocido; detrás de ella yace un pequeño estante del horror, donde otros parásitos se conservan en formol. Con más de tres décadas en la docencia y la investigación, la doctora Wilma Strauss Zegada fue la primera profesional que elaboró los antígenos que sirvieron para realizar el diagnóstico parasitario en Bolivia.

La bioquímica parasitóloga es una experta en este mundo de seres minúsculos y desarrolló estos antígenos a inicios de la década de los años 80. No había concluido su carrera en la UMSA cuando empezó a trabajar en el Instituto Nacional de Laboratorios de Salud (Inlasa); tiempo después ganó una beca para especializarse en Inmunoparasitología en Francia en el tema de la leishmaniasis (enfermedades causadas por protozoos del género Leishmania que se transmiten por la picadura del mosquito flebótomos hembra).
Durante ese periodo decidió aprender a elaborar los antígenos en forma "casera”; los profesionales del país europeo ya no empleaban esa técnica. La razón era simple, ella buscaba una independencia tecnológica; si lo conseguía, los precios para hacer estos estudios que llevaría a los diagnósticos en Bolivia serían más económicos y asequibles para las personas sin recursos económicos, es decir la mayoría de la población que sufre de parasitosis.

"En Bolivia siempre estábamos comprando reactivos del exterior y eso encarecía mucho las pruebas de los pacientes (...). Yo pregunté en Francia cómo se hacían en el pasado estos antígenos, así "a lo artesanal”, y aprendí. Luego los pusimos en práctica en el Inlasa aquí en Bolivia”, recuerda Strauss.

Un Atlas de parásitos
Esta profesional paceña de 68 años ha sido autoridad de la UMSA y ha recibido varios reconocimientos como docente, representado a Bolivia en diferentes eventos internacionales de salud. Para el próximo año prepara junto a su equipo de trabajo un Atlas de Parásitos de La Paz. "Estamos tomando fotografías con el microscopio para incluirlas junto a sus descripciones. Hasta el momento tenemos una treintena, que significan el 80% del trabajo”, detalla.

Sus estudios se han centrado en leishmaniasis, cisticercosis, Fasciola hepática, toxoplasmosis, Trypanosoma cruzi, entre otros. Algunos de ellos han sido publicados.

En el Laboratorio de Parasitología de la Facultad de Ciencias Farmacéuticas y Bioquímicas de la UMSA está el pequeño estante del horror donde yacen parásitos intestinales, mosquitos que transmiten la leishmaniasis, insectos, entre muchos otros.

A pocos metros aparece, en una pantalla, la versión amplificada de un parásito que pertenece a una de las muestras que analiza. Al observar esas imágenes es imposible evitar pensar que un organismo de esas características pueda vivir como huésped en el cuerpo de cualquier ser humano; es un poco perturbador.

La idea de analizar lo que el ser humano excreta, por ejemplo, para hallar a los parásitos, no es atractiva para la mayoría de los profesionales en esta área en Bolivia. Strauss comenta que actualmente no debe haber más de 20 parasitólogos en todo el país.

La Fasciola hepática
Ha dedicado muchos años de su vida a estudiar la Fasciola hepática, un organismo que al infectar al ser humano se aloja en su hígado, mal con una importante incidencia en el altiplano norte del departamento de La Paz. El proyecto se inició con el doctor español y experto en parasitología de la Organización Mundial de la Salud, Santiago Mas-Coma, con la cooperación de la Unión Europea.

"Teníamos -porque ahora se ha hecho un tratamiento masivo- el ciclo de mayor endemia en el mundo en los seres humanos, porque en otros países es endémico pero en animales. Ahora, por otro lado, el parásito es simpático, tiene forma de hojita”, explica.

Sin embargo, añade que a pesar de su apariencia los parásitos pueden ser "malvados”. La Fasciola hepática, cuando invade el cuerpo humano, interfiere en la captación nutricional. En el caso de los niños puede ser extremadamente perjudicial.

En el laboratorio se realiza, durante estos meses, un proyecto junto a la Alcaldía de Chuma, ubicada en el departamento de La Paz. El alcalde, Ronald Angles, ha llevado a cabo mejoras en cuanto al agua potable y el alcantarillado. Se tomaron muestras en tres colegios para, a través de cuatro técnicas diferentes, establecer el grado de parasitosis de la población. El trabajo mostrará el panorama actual y dentro de dos años se repetirá para observar si las condiciones cambiaron gracias a las mejoras implementadas.

De satisfacciones
"Lo que más satisfacción me ha dado ha sido poder ayudar a la población porque tiene muy poca ayuda en salud. Creo que eso del ‘vivir bien’ es positivo, pero para lograrlo tenemos que tener salud y creo que no estamos haciendo mucho en general y menos por la niñez”, sostiene la parasitóloga.

Para mejorar la salud de la niñez considera que se deberían desarrollar programas que hagan investigaciones de parasitosis en los niños y campañas para tratamientos, tanto en zonas urbanas o rurales. Para esta profesional, el parásito Trypanosoma cruzi -causante de la enfermedad de Chagas- aún representa un problema de salud pública en Bolivia debido a que existen muchos vectores selváticos que tienen otras variantes.

Actualmente, dicta la materia de Parasitología en la carrera de Bioquímica de la UMSA y no cambia por nada esas largas horas en el laboratorio. Los parásitos y su comportamiento representan un campo de estudio "fascinante debido a que hay algunos que son muy inteligentes”. Dice en broma que tendrá que retirarse en unos años porque comenzará a hablar cosas sin sentido.

"Agradezco a Dios haberme dado una vida plena y poder desarrollarme en un área de mi profesión que me fascina. Creo que hay pocos en este mundo que hacen lo que les apasiona”, concluye.

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