Wednesday, January 13, 2016

Científicos bolivianos brillan en el mundo

A uno le dijeron que estaba loco, otro confiesa que hasta el bachillerato fue un estudiante “del montón”, al perseverante le ayudó la suerte y a la mujer querían apocarla diciéndole “corcha” ¿Qué tienen en común estas personas? Todos son jóvenes, capaces y destacados profesionales bolivianos dispersos por el mundo y trabajando en el selecto campo de la investigación científica.

Los trabajos de estos profesionales parecen de ficción: neurociencia molecular, modulación óptica, nanotecnología química, nanotecnología de sensores, reprogramación cerebral y otros. Sin embargo, su presencia en el país es una realidad esperanzadora. Su misión: establecer los cimientos de la investigación seria en Bolivia. ¿Ciencia ficción o ciencia posible?

Son hombres y mujeres de ciencia que llegaron al país en el marco del I Encuentro de Científicos Bolivianos Radicados en el Exterior, realizado el 7 y 8 de enero en Tiquipaya, Cochabamba.

Mohamed Moscoso Radji, destacado investigador de la Harvard University (Estados Unidos), señala que para afianzar bases sólidas en la investigación se debe dotar de institucionalidad a la ciencia creando un Ministerio de Ciencia y Tecnología con bastantes recursos financieros, técnicos y de infraestructura, “hombres y mujeres de ciencia me dicen que se sienten frustrados porque cuando buscan apoyo del Estado los envían de un ministerio a otro”, explicó.

El cruceño Mohamed señaló que si bien se pretende desarrollar una planta nuclear y una fábrica de medicamentos, es importante que las decisiones respecto de los lugares donde se implementen estas fábricas, los costos, diseños y más, sean tomadas por especialistas con criterio técnico-científico.

“Si se pretende impulsar la ciencia en una región se deben dar las condiciones mínimas, por ejemplo, que tenga un aeropuerto internacional con salidas directas a Europa, Asia o América porque los científicos viajan mucho. Hay investigaciones para las que se requiere importar virus o material sensible a la luz, o a cierta temperatura, estos deben ser des- aduanizados rápidamente y estar en menos de 20 minutos en un laboratorio sino se pierden”, explicó Mohamed a tiempo de agregar que al igual que varios países tienen oficinas científicas en embajadas estratégicas, Bolivia debe establecer sus propias oficinas de ciencia, por ejemplo, en Suecia por ser la sede del Instituto Karolinska que entrega el premio nobel de medicina, “poder colocar a algunos estudiantes en esta institución es una decisión clave, lo mismo en capitales como Tokio, Nueva York, Moscú, Otawa y Teherán”, expresó.

¿Qué es lo que hace Mohamed?

Muchos le dijeron que estaba loco, pero Mohamed persistió en su idea, “mi investigación iba en contra del dogma de que el cerebro es inmutable, pero junto al equipo con el que trabajo hemos demostrado que se puede reinstruir circuitos cerebrales en una persona, es decir, que si una persona es ciega podemos restablecer algunas conexiones a fin de que ese individuo vea”, dijo Mostajo, de padre boliviano y madre iraní. “Soy orgullosamente boliviano y no pienso adquirir otra nacionalidad”, enfatizó.

Por su parte, Stella Vallejos Vargas, una orureña que extraña a su familia, la música y el charquekan, se formó como ingeniera electrónica y eléctrica. Gracias a su esfuerzo realizó una maestría en España y un posdoctorado en la República Checa, trabaja con nanotecnologías de sensores aplicadas al cuidado del medioambiente.

El paceño David Zabala Blanco es ingeniero electrónico y master en telecomunicaciones. Docente del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (México), actualmente estudia los códigos que se transmiten por haces de luz a través de la fibra óptica. Él considera que para desarrollar el campo científico en el país es necesario un cambio abrupto en la manera de formar profesionales.

“Se debe dejar de lado el camino fácil y optar por el estudio intensivo. Es mejor tener pocas universidades pero con alta calidad. La formación en nuestras universidades es regular y muchas están corrompidas por la política y no hacen ciencia”, opinó.

Víctor Achá Fuentes dejó hace más de 20 años las montañas bolivianas con el corazón acongojado. Nació en Potosí (Colquechaca) y se formó en Sucre. “Estudié ingeniería química y gracias a mi sacrificio obtuve una beca en la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica), actualmente estoy trabajando con nanotecnología para la descontaminación de aguas y suelos. Soy parte del plantel docente del Institut Polytechnique LaSalle Beauvais en Francia”, explicó.

¿Se puede hacer ciencia en Bolivia?

Stella Vallejos contestó que sí hay posibilidades de hacer ciencia, “el Gobierno ya ha propuesto una líneas generales y nosotros debemos ver las sublíneas y priorizar, es un trabajo a largo plazo para el que se necesita infraestructura y bastante presupuesto”.

Vallejos comentó que le extrañó ver a tan pocas mujeres en el encuentro de Científicos (3 de 54 profesionales) ya que en el exterior lo común es que sean la mayoría.

Víctor Achá expresó que para impulsar la investigación científica es imprescindible la unión entre el Estado en sus tres niveles, el sistema universitario público y privado, así como la empresa privada.

“Nuestro país tiene inmensos recursos naturales que no están siendo bien aprovechados porque la investigación no está organizada. Hay que invertir, en Europa la formación de un doctor toma tres años y cuesta 100 mil euros, también debemos crear escuelas doctorales y promover la cualificación de los docentes universitarios”, explicó.

¿Hay que ser casi un genio para formarse como científico?

Los entrevistados dijeron no considerarse seres excepcionales o dotados de un coeficiente superior al común, lo que sí tienen de excepcional es su perseverancia y disciplina férrea que les hace dar el doble de sí cuando los demás desisten al poco tiempo de esfuerzo.

Stella Vallejos comentó que: “El ser un profesional destacado más allá de tener una inteligencia descollante es más una decisión personal, un deseo de hacer lo que te gusta, tener aptitud y actitud”, explicó la ingeniera que actualmente reside en la República Checa y trabaja en la Universidad Técnica de Brno.

Por su parte, David Zabala reveló que como estudiante nunca fue el mejor y que se mantenía en la mediocridad, “las notas no lo son todo, lo importante es la decisión de ser mejor a partir de un momento crucial. El colegio prepara, en la universidad decides tú, la idea no es solo pasar de curso sino aprender, comprender y eso es dedicación, es sacrificar parte de tu vida social”, aseveró.

Los Clubes de Ciencia que impulsa Mohamed junto a otros profesionales hispanos de Harvard piden entre los requisitos para ser parte de sus talleres: entusiasmo, imaginación, creatividad, ganas, disciplina, pasión y trabajo, “a las calificaciones las dejamos de lado porque no son parámetro determinante, lo que importa son las ganas de aprender”, dijo acotando que una historia de bajas calificaciones no tiene por qué marcar negativamente a un estudiante. Importa lo que se hace a partir de hoy en adelante.

De acuerdo a Víctor Achá, todos hemos sido dotados de una inteligencia extraordinaria, el problema es que muchos no la hacen trabajar, “hay que esforzarse, perseverar y cuando esto pasa hasta la suerte se te acerca”, dice este potosino que se especializó en México, realizó un posdoctorado en Bélgica, trabajó en Texas (Estados Unidos), asiste a conferencias en China, dicta clases en Francia y habla a la perfección tres idiomas.

No cabe duda de que la excelencia y el éxito son fruto de un 99 por ciento de transpiración y uno por ciento de inspiración.

Todos expresaron que volverían a Bolivia si se dieran las condiciones adecuadas para enseñar y desarrollar lo que aprendieron. “Ya se ha dado el primer paso. En Bolivia hay voluntad y capacidad, ahora le corresponde al Estado invertir lo que vale la ciencia”, señalaron.

50 seleccionados

Los 50 profesionales que fueron seleccionados para participar del I Encuentro de Científicos Bolivianos Radicados en el Exterior" provinieron de Brasil, Francia, Suiza, España, República Checa, Reino Unido, México, Estados Unidos, Holanda, Suecia, China, Alemania, Bélgica y Japón.



Ser investigador

¿Qué le falta al estudiante boliviano para constituirse en un investigador de primer nivel?

Víctor Achá y David Zabala expresaron que les falta ante todo disciplina, esfuerzo y dedicación, pues en la teoría científica la base es la misma de hace años y no ha variado significativamente.

Stella Vallejos indicó que las universidades en el país brindan lo básico y ya depende de cada uno el profundizar el conocimiento en determinado campo, “yo estudié en la Universidad Técnica de Oruro (UTO) y todo lo que aprendí en ingeniería me sirvió, pero no hay que conformarse con solo eso que te imparten los docentes”.

Mohamed Moscoso aseguró que todos tienen posibilidades de ingresar en el campo de la ciencia y que al estudiante boliviano sólo le faltaría dedicarse más horas al estudio consciente, “yo soy fruto de la educación nacional, estudié hasta el bachillerato en Santa Cruz, en el colegio La Salle y estaba en las mismas condiciones que muchos bachilleres cuando llega ese momento en tu vida que no sabes qué hacer. Pero tuve la fortuna de identificar bien un campo de interés, de apasionarme en ello y aquí estoy”, finalizó.



Comunidad científica

Una consecuencia del I Encuentro de Científicos Bolivianos Radicados en el Exterior fue la constitución – todavía incipiente- de una comunidad científica de bolivianos que hacen investigación en otras latitudes. Asimismo la posibilidad de interrelación de estos con investigadores locales, “también estamos promoviendo la comunicación entre jóvenes interesados en la ciencia con científicos de amplia experiencia de Harvard, Stanford o el Instituto Tecnológico de Massachusetts, pues estos contactos con gente de amplia trayectoria marcaron nuestras vidas y nos apasionaron por la ciencia”, señaló Mohamed Moscoso.

Los entrevistados expresaron que escucharon la convocatoria del Gobierno por los distintos medios de comunicación, “cuando me enteré por televisión no lo dudé dos veces, envié mi currículo, me respondieron rápidamente y repentinamente ya estaba en el avión dispuesta a hacer eso que soñamos siempre: aportar a tu país desde lo que haces, es muy motivador”, explicó Stella Vallejos.

No comments:

Post a Comment