Monday, February 22, 2016

Héroes anónimos salvaron un centenar de vidas en El Alto



¡Primero los niños y las mujeres! fue el único protocolo para los obreros que con una grúa rescataron a un centenar de personas del edificio en llamas de la Alcaldía alteña. Ese miércoles de luto, fueron los primeros en evacuar a los heridos, incluso arriesgando sus propias vidas.

La mañana del 17 de febrero, una manifestación de padres de familia terminó en el asalto y la quema de la Alcaldía central de El Alto. El saldo trágico: seis muertos y 18 heridos. Durante el incendio, más de un centenar de personas quedaron atrapadas en medio del fuego y el humo.

"Pensábamos que era una de las manifestaciones de siempre. Vimos mucha gente y luego algunas gasificaciones; nunca imaginábamos que las cosas se iban a poner tan tensas y que iban a acabar tan mal”, dice Yamil Manzur Menduiña, el gerente regional de la empresa de importación y exportación de materiales de construcción Las Lomas Ltda.

La sede de la importadora se encuentra sobre la avenida 6 de Marzo, detrás del edificio en el que hasta el miércoles funcionaba el despacho de la primera autoridad municipal. Desde el patio se divisan ahora las ventanas rotas y la pared aún tiznada por donde, presas de la desesperación, las víctimas del fuego saltaban a los techos vecinos.

De un galpón oscuro lleno de fierros de construcción, una docena de obreros con cascos amarillos, guantes de goma y overoles grises salen de su rutina para conversar. Desconcertados, formados en fila como si fueran a confesar algo, se miran entre ellos y se dan empujones para ver quién será el primero en hablar.

"Estábamos trabajando normal, había que descargar un tráiler, se escuchaban petardos, pero no parecía nada fuera de lo común. De repente nomás hemos visto que desde dentro de la Alcaldía han roto ventanas y ya salía mucho humo negro. La gente pedía auxilio y teníamos que hacer algo”, dice Ricardo Luque, el primero en animarse al relato.

Luque tiene 30 años y una familia con dos pequeños; en ellos pensó al momento de emprender el rescate.

"Soy padre, tengo familia, y me puse en el lugar de esa gente. Sabía que teníamos que hacer algo... ¿pero qué?”.

"¡La grúa, usen la grúa!, ha gritado el gerente y todos hemos colaborado”, explica Augusto Sofré, el operador de la máquina.

Tras la orden, todos los obreros se movilizaron bajo instrucciones de su jefe inmediato, Wilson Romero.

Sacaron unos cables y una paleta de fierro que usaron como base para un improvisado ascensor.

¡Acérquense, los vamos a ayudar, los vamos a sacar!, le dijeron a los atrapados mientras enganchaban los cables a la punta de la grúa. Con un pulso certero, Augusto logró bajar a unas 100 personas con 15 maniobras exactas.

"Me ha dado miedo, no por mí, sino porque cuando cargas material no pasa nada si se cae y se daña, puedes pagarlo. Pero ahora estaba trasladando personas, tenía vidas en mis manos. ¿Que tal si algo salía mal, que tal si se caían? Pero también había la desesperación de ayudarles porque pedían auxilio y podían lanzarse del techo”, recuerda.

Para dar estabilidad a la plataforma, Luque y José María Espinoza -de 19 años, el más joven de los obreros- se treparon en cada extremo de la base para balancearla y servir de soporte.

"Yo me he colgado de la grúa y les he pedido que primero bajemos a las mujeres y a los dos bebés; esa era mi prioridad y lo que más me importaba en ese instante. Mi esposa está embarazada, voy a ser papá, ¿cómo iba a dejar a esas mamás ahí arriba? Los bebés estaban llorando”, explica José María.

Espinoza comenzó a trabajar en la empresa hace dos semanas y ya puso a prueba su resistencia. "Mis compañeros ya estaban llorando por el gas y el humo, pero yo no sentía porque me he curtido cuando era niño. Tras la "guerra del gas” me he curtido”.

Augusto tiene varios años de trabajo en la empresa y ha prestado socorro manejando la grúa en accidentes de tránsito en los que camiones enteros se embarrancaron o sufrieron un vuelco. "Pero nunca vi algo tan horrible. Nunca vi tanto dolor, tanto miedo y desesperación”, dice.

Las víctimas que lograron escapar del fuego aseguran que desde que la marcha se inició funcionarios y autoridades municipales llamaron desesperadamente a la Policía y a diferentes instituciones para que los socorran. Cuando el intenso humo llegó a los pisos superiores de la Alcaldía, los atrapados comenzaron a llamar a 110, a los bomberos y a sus familiares para conseguir algún tipo de auxilio.

En medio de las dos horas de desesperación, la cuadrilla de la empresa Las Lomas fue la primera en realizar una acción de rescate. La respuesta instintiva de todos los obreros fue casi inmediata y ayudó a salvar vidas.

En los videos tomados por el personal de la empresa se ve el ajetreo de los trabajadores, cómo despacharon el tráiler que impedía el paso a la grúa, cómo construyeron la plataforma para la evacuación y cómo calmaron a la gente que los necesitaba con un "acérquense, no teman, los vamos a rescatar”.

No comments:

Post a Comment